No por mucho flexibilizar se frena el paro
Una de las caracter¨ªsticas m¨¢s importantes que tienen en com¨²n las pol¨ªticas de empleo de los diferentes Gobiernos es el poner el ¨¦nfasis, como principal forma de paliar el paro en la "flexibilidad del mercado de trabajo" mediante la potenciaci¨®n de la contrataci¨®n temporal. As¨ª se viene difendiendo en muchos medios el siguiente dilema: ?estabilidad en el empleo y m¨¢s paro, o contrataci¨®n temporal y menos desempleo? Las necesidades econ¨®micas, la realidad de la crisis, se afirma, exigen flexibilizaci¨®n, que quiere decir facilitar la contrataci¨®n temporal, normalizarla, generalizarla; de actuar as¨ª, seg¨²n este razonamiento, mejorar¨¢ la oferta de trabajo por parte de los empresarios.El AES, bueno es recordarlo, legitima la precarizaci¨®n de los contratos al referirse en el art¨ªculo 15 del t¨ªtulo I a que Ias organizaciones firmantes han podido constatar que la nueva normativa sobre contrataci¨®n aprobada por las Cortes Generales por la Ley 32/84 introduce innovaciones positivas sobre el empleo".
Contrato a la carta
As¨ª nos encontramos en la actuahdad con lo que se podr¨ªa llamar el "contrato a la carta" (existen pos?bilidades para efectuar contratos de m¨²ltiples formas), con todo tipo de facilidades: en el orden laboral y econ¨®mico, los contratos en pr¨¢cticas triplican. el per¨ªodo m¨¢ximo anterior, y en los de formaci¨®n se ampl¨ªa de dos a tres a?os, con escasos o nulos controles en el cumplimiento del objetivo para el que fueron creados, y adem¨¢s suprimiendo los porcentajes m¨¢ximos en funci¨®n del tama?o de las plantillas fijas, condici¨®n defendida por los sindicatos, que la consideramos totalmente imprescindible para asegurar el uso "excepcional del trabajo temporal".
No digamos en los contratos por nueva actividad, que posibilitan, tanto a empresas de nuevo establecimiento como a las que ampl¨ªen sus actividades en un n¨²mero ampl¨ªsimo e inconcreto de supuestos, tener trabajadores eventuales para la totalidad de la plantilla, hasta por tres a?os consecutivos, con contratos prorrogables cada tres meses. Se aumentan las bonificaciones de la Seguridad Social hasta el ciento por ciento y financiando un 33% del salario. En este sentido, una estimaci¨®n del gasto total de los incentivos financieros para la creaci¨®n de empleo, dirigidos fundamentalmente a la empresa privada, elaborado por CC OO nos da un montante total entre exenciones o reducciones en -cuotas de la Seguridad Social, bonificaciones, apoyo fiscal al empleo, subvenciones en costes salariales, etc¨¦tera, que sobrepasan los 200.000 millones de pesetas.
Pero es que adem¨¢s, en ninguna de las m¨²ltiples y variopintas f¨®rmulas de contrataci¨®n, a los legisladores del Gobierno se les ocurre algo tan l¨®gico como es el incentivar el empleo fijo. Es despu¨¦s de casi un a?o, y tras la pavorosa evidencia de una poblaci¨®n ocupada descendiente y que avanza v¨¦rtiginosamente hacia la extinci¨®n total del contrato indefinido, el decreto 799/1985 de 25 de mayo, el que bonifica la contrataci¨®n indefinida en ciertos supuestos, pero s¨®lo la mitad que la eventual.
Dicho con toda crudeza, lo anterior no es m¨¢s que una consecuencia que complementa la orientaci¨®n de una pol¨ªtica econ¨®mica de un Gobierno obsesionado en que disminuya y casi desaparezca el riesgo empresarial, tanto en la contrataci¨®n como en los costes de la mano de obra para ver si as¨ª se animan y crean empleo, y a ello supedita cualquier otra consideraci¨®n que tuviera en cuenta la garant¨ªa de los intereses de los trabajadores. Es sintom¨¢tico que no encontremos en las exposiciones de motivos de los textos legales existentes ni una sola alusi¨®n al mantenimiento y defensa de los intereses de los trabajadores, conquistados a trav¨¦s de largos a?os de lucha.
Se han instrumentado poderosos mecanismos para que se produzca una selectiva y gradual amortizaci¨®n de puestos de trabajo fijos y a tiempo pleno para su sustituci¨®n por una mano de obra m¨¢s m¨®vil, menos costosa y m¨¢s d¨®cil, pues no se puede desconocer el efecto desmovilizador de estas medidas en un contexto de crisis econ¨®mica aguda y de consiguiente miedo a la p¨¦rdida del puesto de trabajo.
La directriz presentada a la Comisi¨®n del Consejo de la CEE el 6 de abril de 1984, en sus art¨ªculos 3.2, 3.3, 8.1 y 8.2 recoge, entre otros derechos, los de informaci¨®n puntual y detallada del uso de esta contrataci¨®n a los representantes de los trabajadores, y asimismo establece el principio de excepcionalidad en el uso del trabajo temporal por parte de las empresas.
Estos derechos y preocupaciones comunitarios est¨¢n a a?os luz de la normativa espa?ola desarrollada por el Gobierno socialista. Es, por tanto, diricil entender qu¨¦ quieren decir los que insistentemente reclaman la necesidad de "flexibilizar el mercado de trabajo", cuando la contrataci¨®n indefinida represent¨® en nuestro pa¨ªs un 5,2% en diciembre, 3,2% en enero, 2,6% en febrero y un 2,59% en marzo, con el agravante de que el cambio de legislaci¨®n se ha llevado a cabo con un grado tal de improvisaci¨®n y falta de visi¨®n global que ha impedido que haya un m¨ªnimo de coherencia, una espina dorsal, entre unos tipos de contratos y otros, enmarcado en una pol¨ªtica de empleo general, formaci¨®n profesional incluida.
Cumplir los objetivos
Y para acabar¨ª una pregunta clave: ?se cumple el objetivo de creaci¨®n de empleo, ¨²nico fin al que estas medidas dicen estar encaminadas? Cuando propagand¨ªsticamente se nos habla del incremento en un 137% en los cinco primeros meses del a?o de los contratos acogidos a las diferentes medidas de fomento del empleo, hay que anotar que no se refieren a creaci¨®n de empleo, sino a la evoluci¨®n de las contrataciones o colocaciones, juego de palabras con el que se intenta ocultar precisamente el fracaso de la contrataci¨®n terr.poral en sus diversas modalidades sobre el aumento del paro (55.200 personas en el primer trimestre de 1985 seg¨²n la EPA), porque algo que no dicen y deber¨ªan hacer los responables del Gobierno es, cu¨¢nto empleo neto est¨¢n creando estas medidas y si ello compensa las cantidades pagadas de las arcas del Estado.
es secretaria de Empleo de la Confederaci¨®n Sindical de CC OO.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.