El Madrid acusa las bajas de Maceda y Camacho
Pudo ser un encuentro de m¨¢s goles, pues los dos equipos hicieron da?o en sus ataques, pero, aunque falt¨® la espectacularidad de un amplio movimiento de marcador, el partido gust¨® y ser¨¢ recordado gratamente. Especialmente, por los seguidores del Zaragoza; menos, por los del Madrid, cuyo equipo pudo salir pr¨¢cticamente eliminado ayer y sufri¨® la primera derrota tras una larga racha de invicto: desde diciembre, en que perdi¨® en Valladolid.El conjunto madridista salv¨® el compromiso porque mejor¨® en la segunda parte al situarse m¨¢s ordenadamente en el campo. Inicialmente dispuso a Gallego de libre en la defensa y, entonces, su zaga fue un coladero total. Tras el descanso, Salguero ocup¨® el citado puesto y Gallego el del inoperante Juanito. Reapareci¨® Gordillo, quien pareci¨® encontrarse muy lejos de sus buenos momentos. El Madrid igual¨® el juego a partir de esas modificaciones.
En el primer tiempo la anormalidad estuvo en el rendimiento escandalosamente bajo de la defensa madridista. Sin soportar un dominio agobiante, recibi¨® dos goles v¨¢lidos m¨¢s otro anulado y hubo de sufrir un disparo a un poste, todo ello antes de que se cumpliera la primera media hora. Cada vez que se decid¨ªa a atacar, el Zaragoza encontraba pasillos f¨¢cilmente por los extremos y, luego, el bal¨®n llegaba a delanteros desmarcados en la zona del remate.
El Zaragoza, adem¨¢s, hizo sus goles en su segunda oportunidad, es decir, tras fallos propios. Ambos tantos debieron entrar antes y el doble acierto de Rub¨¦n Sosa s¨®lo se produjo por los anteriores errores de Pardeza y G¨¹erri. A la disposici¨®n t¨¢ctica de Luis Molowny le pesaron en exceso las ausencias de dos jugadores tan s¨®lidos como Maceda, operado de menisco, y Camacho. Por otra parte, el Zaragoza vigil¨® bien el centro del campo, donde tampoco se desenvolvieron bien los madridistas, superados sin problemas con los marcajes de cerca. Salvo un buen tiro de Valdano al poste derecho de Cedr¨²n, tampoco en sus l¨ªneas m¨¢s adelantadas dej¨® tarjeta de visita el Madrid en los primeros 45 minutos.
El nuevo orden de jugadores tras el descanso mejor¨® la cara del equipo morado, que tambi¨¦n se vio ayudado en el hecho claro de que el Zaragoza dio muestras de conformarse con los dos tantos de diferencia y pens¨® ya m¨¢s en salvar su puerta del peligro que de crearlo en la ajena. El cuadro aragon¨¦s jug¨® al contragolpe y Juan Carlos hizo un gol que el ¨¢rbitro anul¨® por fuera de juego en una decisi¨®n que irrit¨® al p¨²blico.
El Madrid tuvo entonces oportunidades y en un tiro de Santillana el poste volvi¨® a salvar a Cedr¨²n. Dos postes madridistas contra dos goles anulados al Zaragoza. Incluso Salguero se encontr¨® con otro bal¨®n f¨¢cil, pero lo mand¨® fuera.
El equipo de Molowny pareci¨® excesivamente relajado, como si llegara cansado de partidos y prestando muy poca atenci¨®n al que estaba disputando. Cuando record¨® que estaba en un torneo oficial, ya hab¨ªa recibido dos goles. Entonces despert¨®, aunque no con mucha fuerza porque ni Valdano ni Hugo S¨¢nchez llegaron a pisar el ¨¢rea ni su f¨²tbol fue el que le ha llevado a la consecuci¨®n del t¨ªtulo de Liga. Pero, seg¨²n avanzaba el juego, comenz¨® a iric¨ªverse con un cierto ritmo y f¨²tbol colectivo del que hab¨ªa carecido. Juanito, en la parte que jug¨®, pareci¨® seguir la fiesta desde lejos y Butrague?o, que estuvo m¨¢s activo, no tuvo el santo de cara: perdi¨® balones de los que aprovecha con facilidad.
Por el contrario, el Zaragoza hizo otra buena demostraci¨®n de su excelente momento de juego, aunque para redondear lo que pudo haber sido una tarde hist¨®rica le falt¨® mentalidad de goleador. En el segundo tiempo alg¨²n pase retrasado y ciertas jugadas en las que se fren¨® la velocidad inicial dejaron la sospecha de que entend¨ªa como muy favorable el 2-0 e intentaba mantenerlo.
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