35 Estados llegan a un acuerdo para reducir los riesgos de que se produzca un conflicto armado en Europa

Los 35 Estados miembros de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (CSCE) -todos los europeos, con excepci¨®n de Albania, m¨¢s EE UU y Canad¨¢- llegaron ayer en Estocolmo a un acuerdo sobre un paquete de medidas destinadas a fortalecer la confianza y la seguridad en el continente, as¨ª como al logro del desarme, cumpliendo con el mandato estipulado por la reuni¨®n de Madrid, en 1983. En su parte sustancial, referida a las medidas que los Estados participantes han acordado adoptar para atenuar los riesgos de un conflicto armado en Europa, figuran: notificaci¨®n previa de ciertas actividades militares, observaci¨®n de ¨¦stas por parte de todos los dem¨¢s Estados participantes e intercambio fluido de comunicaciones.

Muchos detalles referidos a estos puntos de acuerdo fueron objeto de arduas negociaciones que obligaron a la conferencia a adoptar la famosa "detenci¨®n de los relojes" el viernes por la noche. Por fin, ayer quedaron salvadas las diferencias existentes.El logro fundamental del acuerdo se refiere a la inspecci¨®n de maniobras. No s¨®lo porque es el que prov¨¦ las garant¨ªas para la efectividad de las medidas creadoras de confianza, sino porque por primera vez, la Uni¨®n Sovi¨¦tica acepta el principio de que su territorio pueda ser inspeccionado por observadores extranjeros para verificar que las actividades militares notificadas se cumplen de acuerdo con lo anticipado. Baste recordar que, al inicio de la conferencia, el entonces ministro de Asuntos Exteriores, Andrei Gromiko, hab¨ªa rechazado tajantemente esa posibilidad.

Otro punto conflictivo, que era el del umbral de efectivos para la notificaci¨®n previa de las actividades -sobre el cual los criterios de la Alianza Atl¨¢ntica y el Pacto de Varsovia difer¨ªan sustancialmente- qued¨® zanjado mediante sucesivas concesiones de las partes. El n¨²mero de efectivos por encima del cual deber¨¢ notificarse toda maniobra qued¨® finalmente fijado en 1.3.000 hombres, para la notificaci¨®n simple, y en 17.000, para la observaci¨®n. La cuota de inspecciones anuales que podr¨¢ recibir cada Estado miembro ser¨¢ de tres.

La forma y los medios para la realizaci¨®n de la inspecci¨®n, otro de los puntos controvertidos, se solucion¨® mediante una concesi¨®n de Estados Unidos, que acept¨® que esta tarea se cumpla con la ayuda de aviones y tripulaci¨®n del Estado inspeccionado.

A todos estos efectos, cada estado participante deber¨¢ entregar a todos los dem¨¢s el calendario anual de actividades militares sujetas a notificaci¨®n previa, como muy tarde el 15 de noviembre de cada a?o. Excepcionalmente, este a?o 1986 la fecha l¨ªmite ha sido ampliada hasta el 15 de diciembre, en atenci¨®n al escaso margen de tiempo que falta para el l¨ªmite normal.

El acuerdo hace compatible tambi¨¦n el respeto de las ¨¢reas restringidas que cada Estado posee, con los derechos del Estado inspector a examinar la realizaci¨®n de una posible maniobra militar que debiendo haber sido notificada no lo fuere.

Adelanto sustancial

El jefe de la delegaci¨®n espa?ola, Jos¨¦ Manuel Allendesalazar, se?al¨® a EL PA?S que el acuerdo logrado significa un adelanto sustancial respecto al Acta de Helsinki. "En primer t¨¦rmino porque la informaci¨®n sobre actividades militares es ahora obligatoria y no lo era antes, luego porque se ha bajado el l¨ªmite de los efectivos por encima del cual es obligatoria la denuncia y fundamentalmente porque es la primera vez que se incluye la inspecci¨®n en un tratado militar, lo que permitir¨¢ que en un lapsus de 36 horas cualquier pa¨ªs miembro pueda enviar una misi¨®n de observaci¨®n". "Todo esto", agreg¨® el embajador, "crea una transparencia en Europa generadora de confianza, tiene un efecto disuasor en s¨ª mismo y facilita el camino hacia la distensi¨®n y la paz, principios que son intr¨ªnsecos a la pol¨ªtica exterior de Espa?a".

En el proyecto de documento final, cuya aprobaci¨®n estaba prevista para anoche aunque quedaban por acordar algunos detalles, los Estados participantes reiteran su compromiso de abstenerse de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza, reafirman que en el contexto de la seguridad mundial, la seguridad de Europa est¨¢ estrechamente relacionada con la seguridad en la regi¨®n del Mediterr¨¢neo, y subrayan tambi¨¦n la necesidad de adoptar en¨¦rgicas medidas para evitar y combatir el terrorismo.

La parte introductoria recuerda que a lo largo de su desarrollo han hablado personalmente ante los participantes el ex primer ministro de Suecia, Olof Palme, posteriormente asesinado, el presidente del Gobierno de Espa?a, Felipe Gonz¨¢lez, el secretario general de las Naciones Unidas, Javier P¨¦rez de Cu¨¦llar, y otros altos funcionarios de los estados miembros de la CSCE.