El viejo placer de leer intrigas
Cuando me dicen que hay un boom de novela policiaca parpadeo varias veces. Antes me acaloraba. Discut¨ªa. Intentaba demostrar c¨®mo tres novelas del g¨¦nero al a?o no es un boom. ?Entonces? El interlocutor carraspeaba. Las colecciones, dec¨ªa, cada vez hay m¨¢s. Ah¨ª, s¨ª. Las colecciones.Cuando empec¨¦ a escribir novelas (polic¨ªacas), all¨¢ en 1980, estaban Manolo V¨¢zquez Montalb¨¢n, Jorge Mart¨ªnez Reverte, Andreu Mart¨ªn y Manuel de Pedrolo. Despu¨¦s empezaron a publicar todos los dem¨¢s. Diez en total, y quiz¨¢ exagerando el n¨²mero. ?Es esto un boom? ?Qu¨¦ es un boom?
Lo que no cabe duda es que, en la ¨²ltima d¨¦cada, las colecciones de novelas policiacas se han multiplicado. Etiqueta negra, de J¨²car, es una de las reci¨¦n llegadas. Destino tiene la suya, Laia, Alfa 7, tambi¨¦n dedicada al g¨¦nero. Plaza y Jan¨¦s se sigue vendiendo en las librer¨ªas y Bruguera prepara la suya, renovada. Me han dicho que, en Barcelona, Versal se prepara a salir con otra colecci¨®n. Esto s¨ª es un boom. Los editores est¨¢n a la que salta.
Creo que hay un doble o triple fen¨®meno aqu¨ª. Por un lado, los lectores de este pa¨ªs ten¨ªan una cierta hambre y una necesidad del viejo placer de leer historias. Despu¨¦s de lo que se llam¨® la crisis del realismo social, las novelas trataban sobre la crisis de la novela, ten¨ªan tres narradores por p¨¢gina que iban cambiando de punto de vista continuamente y se ca¨ªan de las manos al menor descuido. Pero eso era la Literatura (con may¨²scula), y lo dem¨¢s, mecanograf¨ªa r¨¢pida.
Curiosamente, nosotros, los poco m¨¢s o menos 10 escritores de novelas policiales, hemos retomado el viejo y querido realismo (signifique eso lo que sea) y nos pusimos a contar historias sobre lo que estaba ocurriendo con nuestras vidas en estos momentos. El que las historias sean policiacas -al menos en mi caso- no significa demasiado, solamente que considero ¨¦sa la mejor forma de expresarme aqu¨ª y ahora. El d¨ªa de ma?ana, D¨ªos dir¨¢.
Pero han debido de ocurrir aqu¨ª algunas cosas. Que se haya transformado en una sociedad capitalista plena, en una sociedad de clases con grandes n¨²cleos urbanos, estructurado de forma diferente a hace 20 a?os. No me voy a extender en esto. Los que tienen 40 a?os lo saben muy bien. Y por otro lado, en el advenimiento del parlamentarismo y las libertades civiles. Sin ellas se puede hacer, quiz¨¢, una novela policiaca tradicional y de enigma. Pero poco m¨¢s.
N¨²cleos urbanos
No es extra?o que los dos n¨²cleos principales de escritores policiacos se articulen alrededor de dos grandes n¨²cleos urbanos, Madrid y Barcelona. Tambi¨¦n se puede llamar, si a uno le gustan estas cosas, Escuela de Madrid y Escuela de, Barcelona. Cada una de ellas tiene sus l¨ªneas de actuaci¨®n propias. En Barcelona hay m¨¢s escritores policiacos, m¨¢s tradici¨®n, fue gran ciudad mucho antes que Madrid.
Las tres o cuatro (o cinco) novelas policiales de autores espa?oles que se editan en Espa?a no constituyen un boom. Pero los editores s¨ª se han dado cuenta que la fatiga y el cansancio de los lectores tiene que canalizarse. Rara es la solapa de libro en la que no pone "hecha utilizando t¨¦cnicas de novela policiaca". Ahora esto ya no est¨¢ mal ni es un desdoro impresentable. Sin embargo, los que nos dedicamos a esto tenemos que sufrir a¨²n no pocas presiones amigables del estilo: "Muchacho, eres un tipo listo y narras muy bien. ?Por qu¨¦ escribes novelas policiacas?".
No hay remedio a esto. Escribir de forma directa, clara, atrayente y de forma que no se pueda dejar la novela constituye una concesi¨®n inadmisible a ese miserable que es el lector. T¨¦cnica propia de periodistas y gentes as¨ª que, como todo el mundo sabe, no son artistas ni lo ser¨¢n nunca.
No hay un boom, pero los editores de este pa¨ªs son chicos listos y avisados. Eso es lo que pasa.
Juan Madrid es escritor de novelas policiacas.
Babelia
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