Dos senegaleses, detenidos como presuntos autores de una muerte en el Rastro

Los senegaleses M. D., de 37 a?os, y D. K., de 32, han sido detenidos como supuestos responsables de la muerte, por lesiones causadas en una pelea tumultuaria, de Antonio Gal¨¢n Garrido, de 30 a?os.Gal¨¢n falleci¨® el pasado 31 de diciembre, dos d¨ªas despu¨¦s de que fuera ingresado en la residencia Primero de Octubre con traumatismo craneal.

Seg¨²n la declaraci¨®n de un amigo de la v¨ªctima a la polic¨ªa, testigo presencial de los hechos, Gal¨¢n fue golpeado por varios hombres de color durante una reyerta, iniciada sin motivo alguno, en el Rastro. El amigo indic¨® que los agresores sol¨ªan instalar los d¨ªas festivos un puesto de venta en la zona. El pasado domingo la polic¨ªa detuvo a los dos senegaleses en el Rastro.

Descuideros

M. D., due?o de un tenderete, manifest¨® haber mantenido el pasado 29 de diciembre una pelea con varias personas que en otras ocasiones le hab¨ªan hurtado, por el procedimiento del descuido, varios radiocasetes y algunos relojes.Seg¨²n su versi¨®n, uno de ellos le atac¨® con una navaja y le ocasion¨® lesiones en el brazo y mano izquierdos como respuesta a su negativa a venderle, a causa de las sustracciones anteriores, un radiocasete. Manifest¨® tambi¨¦n que en su ayuda acudieron otros senegaleses.

Barras de hierro

Por otra parte, varios testigos presenciales, de nacionalidad espa?ola y titulares de puestos ambulantes contiguos al de M. D., aseguran que hacia las tres de la tarde del d¨ªa en que ocurrieron los hechos un grupo formado por cuatro hombres y una mujer intent¨® llevarse un radiocasete de los que vend¨ªa el detenido. Siempre seg¨²n la declaraci¨®n de los testigos, ¨¦ste se opuso, y fue insultado y atacado con barras de hierro cogidas de un tenderete ya desmontado.Otras personas de color acudieron en ayuda de M. D., al que defendieron primero con los pu?os y m¨¢s tarde tambi¨¦n con barras de hierro. En un momento de la pelea Gal¨¢n cay¨® al suelo inconsciente, lo que motiv¨® que la reyerta finalizara. Se recobr¨® al poco tiempo y, junto con sus acompa?antes, abandon¨® el lugar.

Al d¨ªa siguiente, Gal¨¢n se sinti¨® indispuesto y fue trasladado por un vecino a la residencia Primero de Octubre.