La mayor¨ªa de los magistrados rehus¨® 'cargar las tintas'

La peripecia procesal de Jos¨¦ Luis Torner retuvo ayer la atenci¨®n de los magistrados de siete secciones de lo penal, tres salas de lo civil y cuatro de lo contencioso-administrativo, quienes debieron retrasar sus juicios para asistir al pleno de la Audiencia Territorial, en func¨ªones de Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad de Madrid. De los 47 asistentes, muy pocos intervinieron y s¨®lo se produjo discrepancia sobre la redacci¨®n del auto, que 16 magistrados deseaban reforzar con la incorporaci¨®n. de que los tres implicados se encontraban "de mutuo y previo acuerdo" para la introducci¨®n de la droga en Espa?a. La mayor¨ªa opt¨® por no cargar las tintas.

El magistrado Francisco Saborit defendi¨® que en el auto figurara ese elemento psicol¨®gico y aunque otras voces, como la de Salvador Dom¨ªnguez piropugnaron tambi¨¦n que "la concomitancia de voluntades" deb¨ªa quedar de manifiesto, so metida a votaci¨®n la propuesta fute desechada por la mayor¨ªa. Prosper¨® el criterio de que en un auto de procesamiento no deben figurar afirmaciones m¨¢s propias de una sentencia. Se tuvo en cuenta que el procesa miento ofrece m¨¢s garant¨ªas cuando un solo juez estudia el caso que cuando lo hace un co lectivo tan amplio.

Con este acuerdo, el pleno de la Audiencia Territorial impidi¨® que una norma que pretende dotar de garant¨ªas procesales especiales a los representantes populares se vuelva contra ellos, habida cuenta que en este caso el tribunal que procesa es el mismo que deber¨¢ juzgar y que contra el auto de procesamiento no existe, como cuando lo dicta el juez de instrucci¨®n, recurso a un ¨®rgano jurisdiccional superior, sino s¨®lo recurso de s¨²plica ante el mismo pleno de la audiencia.

En un caso como ¨¦ste, de flagrante delito, la inmunidad de los parlamentarios auton¨®micos exige que el Tribunal Superior de Justicia de la comunidad decida sobre la "inculpaci¨®n, prisi¨®n, procesamiento y juicio". Cuando se trata de los miembros de las Cortes Generales, los reglamentos del Congreso y del Senado se?alan que los diputados y los senadores "no podr¨¢n ser inculpados ni procesados sin la previa autorizaci¨®n" de la C¨¢mara.

Detenci¨®n y 'retenci¨®n'

Por lo dem¨¢s, existe una diferencia que sit¨²a a los diputados en peor posici¨®n que a los senadores y parlamentarios auton¨®rn¨ªcos. Mientras que los diputados "s¨®lo podr¨¢n ser detenidos en caso de flagrante delito", salvo en igual caso, los senadores "no podr¨¢n ser retenidos ni detenidos", f¨®rmula ¨¦sta a la que se apuntaron tambi¨¦n los estatutos de autonom¨ªa.

La introducci¨®n del t¨¦rmino retenci¨®n en el reglamento del Senado fue una iniciativa de los socialistas cuando se encontraban en la oposici¨®n y desconflaban de que la mera referencia a la detenci¨®n no protegiera lo suficiente su inmunidad. De este modo resulta que mientras los diputados s¨®lo est¨¢n protegidos de las detenciones, senadores y parlamentarios auton¨®micos cuentan con el plus de la protecci¨®n frente a las retenciones, de la que nada dice el art¨ªculo 71 de la Constituci¨®n. Y por supuesto que para los dem¨¢s ciudadanos no existen textos legales que les amparen de esa corruptela policial.