Torrente Ballester recibe su primer doctorado 'honoris causa'
Gonzalo Torrente Ballester volvi¨® ayer a ofrecer a sus compa?eros, los escritores contempor¨¢neos, la m¨¢xima distinci¨®n que la universidad de Salamanca le conced¨ªa a ¨¦l: el doctorado honoris causa, un t¨ªtulo que recibe por vez primera. El escritor gallego acept¨® como representante de un colectivo que tambi¨¦n lo merece, seg¨²n dijo en su discurso, aunque con una advertencia: "Que quiz¨¢ se trate de un ardid para acallar mi conciencia dudosa". Era una segunda dedicatoria, similar a la que hizo tambi¨¦n hace dos a?os cuando recibi¨® el Premio Cervantes.
Torrente Ballester asisti¨® a la ceremonia tranquilo con su toga azul clara como doctor en letras, ante su gran familia y una amplia representaci¨®n institucional, entre la que destacaba los presidentes de la Junta de Castilla y Le¨®n, Jos¨¦ Constantino Nalda, y de las Cortes, Dionisio Llamazares, y los directores de la Real Academia, Pedro La¨ªn Entralgo, y de la Lengua gallega, Domingo Garc¨ªa Sabell.La universidad de una ciudad castellana, Salamanca, en la que vive desde hace a?os, concedi¨® al autor ferrolano su primer t¨ªtulo de doctor honoris causa de una universidad, que ¨¦l recibi¨® aparentemente sin nostalgia, aunque su origen gallego pudiera haber hecho pensar en el deseo de que fuera la de Santiago la primera que le distinguiera as¨ª. Torrente protagoniz¨® con desenvoltura todo el antiguo ceremonial que se celebra en el acto de investidura. Anillo y birrete, s¨ªmbolo de la uni¨®n con la universidad, como ¨¦l destac¨® en sus primeras palabras, le sirvieron tambi¨¦n para participar en una representaci¨®n de las que ¨¦l hac¨ªa, "porque los pueblos m¨¢s modernos, por ejemplo Inglaterra, conservan con cuidado sus ceremonias", hab¨ªa explicado horas antes del acto, "y lo digo en un pa¨ªs en el que se destruye y se olvida".
Gonzalo Torrente destac¨® en su discurso su condici¨®n de profesor y su inter¨¦s por la educaci¨®n entre las dem¨¢s. Con un objetivo: la Universidad. "Casi me atrever¨ªa a decir que la condici¨®n de universitario es la m¨¢s profunda y la m¨¢s aut¨¦ntica de las que puedan hallarse en mi persona, y que, por tanto, est¨¢ en m¨ª viva, y con frecuencia angustiada, la preocupaci¨®n por la Universidad, no s¨®lo en su realidad nacional, sino tambi¨¦n en la de todo el mundo".
Progreso y poder
Torrente cit¨® como peligros de la Universidad tanto la urgencia de que la investigaci¨®n que se realiza en ella se aplique en seguida a la t¨¦cnica como la dispersi¨®n de la investigaci¨®n. Como en otras ocasiones, Torrente, ayer, en su discurso de investidura, habl¨® del progreso, seg¨²n ¨¦l mal orientado hacia el ejercicio del poder y no hacia la perfecci¨®n del hombre y su libertad. Y reivindic¨® para la Universidad precisamente esa tarea: la de la investigaci¨®n pura. "S¨®lo en el seno de la Universidad puede alcanzarse, s¨®lo aqu¨ª se puede dar cobijo a los que ahincadamente buscan el saber, como discentes o como docentes, y s¨®lo de aqu¨ª pueden salir las s¨ªntesis esclarecedoras o la convicci¨®n dram¨¢tica de que estamos todav¨ªa muy lejos de alcanzarlas".Torrente, que bas¨® ese inter¨¦s en su condici¨®n de humanista, fue tambi¨¦n presentado como tal por su padrino, el catedr¨¢tico de Historia de la Literatura V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha, y por el mismo rector, Julio Fermoso.
Garc¨ªa de la Concha habl¨® de ¨¦l como un luchador y le atribuy¨® lo que Clar¨ªn consideraba pensar sin miedo. En su Elogio, el discurso ritual del padrino, le calific¨® de autocr¨ªtico e independiente, especialmente en los a?os en que el escritor se dedic¨® a la cr¨ªtica teatral, lo que le vali¨® el apodo de Resentido.
A sus 77 a?os, el escritor ferrolano contin¨²a desarrollando gran actividad. Recibe solicitudes para hablar en universidades y organismos de todos los pa¨ªses y tambi¨¦n en asociaciones y colegios de peque?os pueblos, y viaja continuamente. Escribe lo que puede. Tambi¨¦n recibe premios cada vez con m¨¢s frecuencia. El ¨²ltimo, el de la fundaci¨®n gallega Barri¨¦ de la Maza, con una dotaci¨®n vitalicia anual de 500.000 pesetas. Y todav¨ªa mantiene a siete de sus hijos.
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