Intelectuales ¨¢rabes 'miran' la guerra civil
ENVIADO ESPECIAL, Varios intelectuales ¨¢rabes describieron ayer la guerra civil espa?ola y sus repercusiones en sus pa¨ªses desde diversos puntos de vista, tras una ponencia de la historiadora Rosa de Madariaga. Juan Goytisolo inform¨® de la carta a intelectuales espa?oles alentando a encuentros peri¨®dicos con colegas ¨¢rabes (v¨¦ase EL PA?S de ayer).
Madariaga explic¨® el proceso milenario que ha distilado los prejuicios de la imagen del moro en la memoria colectiva. Aludi¨® a las malas cosechas marroqu¨ªes, las hambrunas y loslos altos salarios que condujeron a la presencia de 70.000 marroqu¨ªes en la guerra. No es propio, dijo, hablar de voluntarios marroqu¨ªes en el bando de Franco.
El marroqu¨ª Abdelmajib Benjelloum dijo que la Rep¨²blica intent¨® utilizar a Marruecos como moneda de cambio con Francia e Inglaterra. El liban¨¦s Fawwaz N. Traboulsi hizo un ejercicio entorno a Beirut y el Guernica de Picasso: "El caballo de Sabra [campo palestino de refugiados] llevaba las mismas heridas que el de Guernica". El argelino residente en Francia Nair Samir dijo que los enemigos hoy de la democracia son el racismo y el antisemitismo, y advirti¨® contra los proyectos de crear campos de reagrupamiento de refugiados e inmigrantes, eventuales campos de concentraci¨®n.
En el coloquio, Octavio Paz se?al¨® que el nacionalismo es una de las enfermedades del siglo, pero a¨²n a si quiso recordar el apoyo de M¨¦xico y su presidente C¨¢rdenas a la Rep¨²blica. El poeta Stephen Spender dijo que enfrentarse al fascismo no era una cuesti¨®n de ideolog¨ªa pol¨ªtica, sino de defender la vida.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.