Tal como era

El ansia de conocer intimidades de Elvis ha generado una curiosa industria editorial. Son docenas los libros escritos por personas que estuvieron en contacto con el cantante y que han vendido sus recuerdos, a los que dan forma literia redactores an¨®nimos. La popularidad de ¨¦stos vol¨²menes, habitualmente publicados ¨²nicamente en Estados Unidos, da idea del deseo de saber c¨®mo era el rey fuera del escenario. Elvis: ?qu¨¦ ocurri¨®?, basado en los cotilleos de tres desairados compinches, se adelant¨® en d¨ªas a su muerte; la cadena de almacenes K-Mard compr¨® dos millones de copias al saberse la noticia, lo que se considera el mayor pedido de libros de la historia. Ni siquiera las memorias de su esposa Priscilla Beaulieu, tuvieron esa difusi¨®n. La mayor parte de estos libros son apolog¨¦ticos: pretenden demostrar su bondad infinita y que su prematura muerte fue una sorpresa.

Entre las principales curiosidades est¨¢ Yo le llamaba nene, por la enfermera que le atend¨ªa en sus dos ¨²ltimos a?os, o Las puertas de Graceland, por el responsable de vigilar la entrada de su residencia. Otros son m¨¢s agresivos en su defensa, como se advierte en t¨ªtulos del tipo Retrato de un amigo, ?por qu¨¦ no te dejan en paz? o Te quer¨ªamos tiernamente. Ni siquiera es preciso haberle conocido en vida: un espiritista ha editado una colecci¨®n de pintorescos mensajes enviados por Elvis desde el otro mundo.

La novedad m¨¢s caliente de la temporada es ?Est¨¢s sola esta noche?, donde una tal Lucy de Barbin asegura que fue su amante secreta durante 20 a?os, concibiendo una hija de cuya existencia ni el propio Elvis lleg¨® a enterarse. A pesar de lo improbable del relato, ya ha sido adquirido por una productora que lo transformar¨¢ en una miniserie televisiva.