"Reivindico mi derecho a jugar", afirma Marsillach
El director de la Compa?¨ªa de Teatro Cl¨¢sico mezcla cine y teatro en su ¨²ltima producci¨®n
"El teatro es un juego y yo reivindico mi derecho a jugar". Esta afirmaci¨®n de Adolfo Marsillach cobra mayor realidad que nunca tras la presentaci¨®n al p¨²blico de su ¨²ltimo montaje al frente de la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico, Antes que todo es mi dama, comedia de enredo, capa y espada de Calder¨®n de la Barca, cuya adaptaci¨®n literaria ha sido realizada por Rafael P¨¦rez Sierra. Y ese juego de Adolfo Marsillach ha sorprendido precisamente por su teatralidad.
El decorado de la obra, realizado como si de un reto se tratara por el escen¨®grafo y director t¨¦cnico de la compa?¨ªa, Carlos Cytrynowski, se ve dentro de ot7o decorado: el de un plat¨® cinematogr¨¢fico. Y es que la acci¨®n calderoniana, llena de duelo, enredos, amores, damas, enga?os, citas, pendencias y equ¨ªvocos, se desarrolla como si fuera una pel¨ªcula que est¨¢ siendo filmada por un equipo de cine en lo; inicios del sonoro, all¨¢ por la Espa?a de los a?os treinta. Marsillach argumenta por qu¨¦ elige esta ¨¦poca del cine y no otra: "El comienzo del cine sonoro acab¨® cen muchas carreras de actores del cine mudo y se dio la necesida de contratar a actores de teatro. El cine se teatraliz¨® hasta en los decorados y se produjo una mezcla entre cine y teatro".Este juego, que Marsillach define como "una realidad sobre otra realidad o una falsedad bajo otra falsedad: un tema sin duda calderoniano", tiene otro sentido no menos teatral que habr¨ªa que ir a busca a los or¨ªgenes y ra¨ªces del teatro cl¨¢sico espa?ol, ya que responde al modo de representar a estos autores en su ¨¦poca.
Cambios de decorados
A Calder¨®n, a Lope, a tantos otros, cuando se les representaba, se intercalaban unas interrupciones en los momentos de seis cambios de decorados. En ese espacio de tiempo se represcritaban piezas cortas pertenec¨ªntes a los g¨¦neros menores del teatro, como pod¨ªan ser los entremeses, las ¨¦glogas, loas, mojigangas y otras. En Antes que todo es mi dama, esas interrupciones se han respetado y en ellas se introduce la acci¨®n que se desarrolla en el tambi¨¦n ficticio rodaje de cine. Aunque pueda parecer que esos cortes se han limitado, para no alterar el desarrollo del texto calderoniano, o que han sido incluidas aleatoriamente, ni una cosa ni otra es as¨ª, tal y como confirma Marsillach. "Desde el principio sab¨ªamos cu¨¢ntas interrupciones ser¨ªan, y una vez se manej¨® el decorado se cronometr¨® el tiempo necesario para los cambios de decorado, por lo que no hemos hecho otra cosa que la traducci¨®n actual a esos desahogos con entremeses que se ofrec¨ªan al p¨²blico de la ¨¦poca de estos autores".
El texto de Calder¨®n, que tal y como comenta Marsillach puede estar cercano al vodevil, "como tantas comedias de enredo de esa ¨¦poca", se ve ampliado por esos entremeses contempor¨¢neos que Marsillach ha escrito en colaboraci¨®n con toda la compa?¨ªa. La lectura de esas acotaciones no deja de ser literaria y teatralmente curiosa, ya que cada uno de esos personajes y situaciones paralelos a la acci¨®n central est¨¢n estudiados hasta en los m¨¢s m¨ªnimos matices no exentos de humor: el t¨¦cnico de sonido de la pel¨ªcula es sordo, el embrollo general y habitual de un plat¨® de cine se presenta totalmente medido, los personajes transmiten sin apenas di¨¢logo caracter¨ªsticas de una personalidad. que ha sido analizada por los actores (los de la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico) a trav¨¦s de una figurada y supuesta biograf¨ªa que cada uno de ellos ha elaborado acerca del personaje que interpreta dentro de la pel¨ªcula, que no de la obra calderoniana.
Todos estos desdoblamientos de espacios y tiempos han sido espectacularmente resueltos por Cytrinowski, cuyo trabajo satisfizo de manera especial en Almagro, ciudad donde la obra ha sido estrenada y sigue represent¨¢ndose dentro del marco del X Festival Internacional de Teatro Cl¨¢sico.
Tambi¨¦n debido a este hecho, entre el p¨²blico asistente, la mayor¨ªa no estrenista y ajeno a la profesi¨®n teatral, se encontraban expertos y especialista en teatro cl¨¢sico, que acogieron muy bien la obra, aunque tambi¨¦n comentaron: "Siempre habr¨¢ alg¨²n purista para escandalizarse, y no se dan cuenta que este es un hallazgo para dar a conocer al gran p¨²blico, sin traumas, nuestras ra¨ªces y or¨ªgenes teatrales".
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