El Espa?ol consigui¨® ahogar al Borussia en la 'piscina' de Sarri¨¤
El Borussia lleg¨® a Barcelona amenazando con romper las redes de Sarri¨¢ y regres¨® a Moenchengladbach con cuatro goles a cuestas. Los alemanes occidentales se fueron convencidos de que el Espa?ol podr¨ªa ser el protagonista de otra de las novelas de Robert Louis Stevenson. El caso del equipo blanquiazul ser¨¢ siempre para ellos tan misterioso como el del doctor Jekyll y mister Hyde. Wolf Werner, el t¨¦cnico del Borussia, ha rellenado durante quince d¨ªas papeles y papeles contando las desventuras del malo de Hyde, el que perdi¨® en el campo del Betis o en el suyo contra la Real Sociedad, y resulta que, cuando le ha tocado verle de cerca, s¨®lo ha visto la cara del bueno de Jekyll, el que gan¨® al Barcelona e impresion¨® en Moenchengladbach.
El Espa?ol le ha dado un ba?o al Borussia en seco y sobre mojado. Los jugadores blanquiazules se exhibieron primero como bailarines sobre la alfombra del estadio de Bokelberg y ayer danzaron como cisnes sobre la piscina de Sarri¨¢.
La noche de ayer fue tan gloriosa para el Espa?ol como aqu¨¦lla de 1961 en que le endos¨® cinco goles al Birminghain o como la de 1965 en que remont¨® tres goles al Benfica. En el campo s¨®lo estuvieron unos 20.000 aficionados, pero ninguno de ellos olvidar¨¢ jam¨¢s esa noche torrencial. Llovi¨® a c¨¢ntaros, pero, ganando por 4-1, hasta hubo quien compar¨® a Nkono con Antonio Mach¨ªn. Sobre el c¨¦sped de Sarri¨¢ no hubo otros ¨ªdolos que los once jugadores que luc¨ªan la camiseta blanquiazul y Javier Clemente.
El t¨¦cnico espa?olista demostr¨® una vez m¨¢s que ¨¦l no necesita ejeadores ni v¨ªdeos para ganar a un adversario, sea cual sea su condici¨®n. Le basta con verle jugar una sola vez. Consciente de que la eliminatoria estaba encarrilada por el gol conseguido por Pineda en la RFA, Clemente plante¨® ayer un partido a la defensiva. Dej¨® a los estilistas en el banquillo -Pichi Alonso y Lauridsen-, sac¨® a los guerrilleros -Z¨²?iga, Zubillaga, Golobart, I?aki y Pineda- y, en medio de todos ellos, puso un extremo el¨¦ctrico -Valverde- que igual la toca cuando luce el sol que cuando cae agua. El resultado no pudo ser mejor. El Borussia lleg¨® tres veces a puerta con la pelota controlada y el Espa?ol marc¨® cuatro goles en apenas siete ocasiones.
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