Defensa invierte 1.300 millones para un centro secreto de direcci¨®n de guerra

El Ministerio de Defensa invertir¨¢ 1.337 millones de pesetas en la construcci¨®n de un centro de mando subterr¨¢neo, que se convertir¨¢ en el centro de direcci¨®n de la guerra. El jefe del Estado Mayor de la Defensa, general Gonzalo Puigcerver, acudi¨® ayer al Congreso de los Diputados para explicar sus presupuestos y, aunque hizo una leve referencia a ese centro, nadie le pregunt¨® sobre el mismo. El centro, seg¨²n fuentes militares, comenz¨® a construirse hace cuatro a?os en una zona entre las provincias de Toledo y Ciudad Real.

El objetivo de ese programa consiste en "construir un puesto de mando desde el que puedan ejercer sus funciones y misiones las personas responsables de la defensa nacional", seg¨²n figura textualmente en el proyecto de presupuestos. Este programa incluye la construcci¨®n de un "puesto de mando", al que acudir¨ªan el ministro de Defensa y los jefes militares en caso de m¨¢xima crisis. El centro, seg¨²n las fuentes informantes, est¨¢ preparado para resistir impactos nucleares pr¨®ximos.Al Congreso acudieron en la tarde de ayer el subsecretario de Defensa, Gustavo Su¨¢rez Pertierra, el general Puigcercer y los jefes de los tres ej¨¦rcitos, as¨ª como los directores generales de Asuntos Econ¨®micos, Armamento y Pol¨ªtica de Defensa, Jos¨¦ Ignacio Moscoso, almirante Juan Ruiz Montero y general Francisco Veguillas, respectivamente. Todos ellos respondieron a las numerosas preguntas de los diputados, pero varios de ¨¦stos se quejaron del escaso tiempo de que dispon¨ªan, raz¨®n por la que Jos¨¦ Antonio Trillo, de Coalici¨®n Popular, lleg¨® a decir que el ritmo de trabajo en la tarde de ayer fue de "un minuto para cada 20.000 millones de pesetas".

Los presupuestos de Defensa para 1988 son de 811.106 millones de pesetas, lo que supone un incremento global de un 7,9% con respecto a los de este a?o y representa un 7,6% de los presupuestos del Estado.

Despiste parlamentario

Varios parlamentarios, y especialmente Nicol¨¢s de Salas, de Minor¨ªa Catalana, destacaron la complejidad del presupuesto de defensa y la dificultad en entenderlo. De entrada, Coalici¨®n Popular, la Agrupaci¨®n del Partido Dem¨®crata Popular (PDP) y Minor¨ªa Catalana hab¨ªan pedido la comparecencia del general jefe de presupuestos y del director general de la defensa, cargos que no existen en el departamento.Igualmente, la serie de primeras preguntas planteadas por ??igo Cavero, del PDP, y Jos¨¦ Ram¨®n Caso, del Centro Democr¨¢tico y Social (CDS) al general Puigcerver tuvieron que ser respondidas por ¨¦ste con frases como ¨¦stas: "Me gustar¨ªa responderle, pero no soy la persona indicada, sino el jefe de cada ej¨¦rcito. Lamento much¨ªsimo tener que repetir que no puedo contestar a eso porque no me incumbe directamente. Mi presencia aqu¨ª va a ser pr¨¢cticamente nula".

En respuestas puntuales a preguntas de los parlamentarios, el jefe del Ej¨¦rcito, teniente general Miguel I?iguez, dijo que todav¨ªa no est¨¢ definido c¨®mo ser¨¢ el futuro carro de combate y que ser¨¢n modernizados a partir de 1988 150 de los 290 carros AMX-30 del Ej¨¦rcito. El jefe del Ej¨¦rcito del Aire, teniente general Federico Michavila, -que abandon¨® con prisas la sesi¨®n porque se casaba una hija suya- anunci¨® que las Fuerzas A¨¦reas adquirir¨¢n 130 misiles aire/aire Sidewinder de origen estadounidense. El jefe de la Armada, almirante Fernando N¨¢rdiz, admiti¨® que la construcci¨®n del portaeronaves Pr¨ªncipe de Asturias -que se entregar¨¢ en mayo pr¨®ximo- lleva mucho retraso, ya que la orden para fabricarlo se dio en 1977.

El almirante Ruiz Montero admiti¨® que Defensa invierte poco en investigaci¨®n de sistemas y abog¨® por incrementar el nivel tecnol¨®gico de la industria de Defensa porque, de no ser as¨ª, habr¨¢ que seguir comprando todo en el exterior.

Por su parte, Su¨¢rez Pertierra justific¨® todas las inversiones previstas para los militares que han pasado a la Reserva Activa o a la Transitoria -unos 44.000 millones- porque, seg¨²n se?al¨®, hay que rejuvenecer los escalafones.