El d¨ªa en que la Union Sovi¨¦tica quiso entrar en la OTAN
La oferta pill¨® a los aliados occidentales con el pie cambiado. Pero pronto reaccionaron. El 31 de marzo de 1954, la URSS se ofrec¨ªa a ingresar en la OTAN. Josif Stalin hab¨ªa muerto hac¨ªa poco m¨¢s de un a?o, con las esperanzas de distensi¨®n que tal muerte trajo consigo. En septiembre de 1953, Nikita Jruschov hab¨ªa sido nombrado primer secretario del Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
"Es perfectamente evidente que la Organizaci¨®n del Tratado del Atl¨¢ntico Norte podr¨ªa, en las condiciones deseadas, perder su car¨¢cter agresivo si todas las potencias de la coalici¨®n antihitleriana se convirtiesen en miembros. Por esta raz¨®n, el Gobierno sovi¨¦tico, guiado por los principios inmutables de su pol¨ªtica exterior pac¨ªfica, tendente a la disminuci¨®n de la tensi¨®n en las relaciones internacionales, se declara dispuesto a examinar, Junto con los Gobiernos interesados, la cuesti¨®n de la participaci¨®n de la URSS en el Tratado del Atl¨¢ntico Norte".?ste era un p¨¢rrafo de la larga nota que entreg¨® la URSS a los embajadores de EE UU, Francia y el Reino Unido en Mosc¨². Los sovi¨¦ticos a?ad¨ªan: "Se puede esperar una actitud positiva a esta cuesti¨®n", y que los Gobiernos destinatarios de la nota "velar¨¢n para que se tomen las medidas necesarias para crear una situaci¨®n en la cual el Tratado del Atl¨¢ntico Norte tomar¨ªa efectivamente un car¨¢cter defensivo, del que quedar¨ªa excluida toda posibilidad para una u otra parte de Alemania de quedar integrada en una agrupaci¨®n militar".
La nota sovi¨¦tica ped¨ªa tambi¨¦n una soluci¨®n al "problema general de los armamentos y al de la prohibici¨®n de las armas at¨®micas y otros tipos de armas de destrucci¨®n en masa", y mencionaba expl¨ªcitamente la bomba de hidr¨®geno, cuya primera prueba llev¨® a cabo EE UU en 1952.
En su nota del 31 de marzo, la URSS propon¨ªa asimismo crear un "sistema general europeo de seguridad" -abriendo la participaci¨®n a Estados Unidos-, y sobre todo criticaba la Comunidad Europea de Defensa (CED), que servir¨ªa para el re¨¢rme alem¨¢n. La CED morir¨ªa antes de nacer a manos de la Asamblea francesa en agosto siguiente. Poco despu¨¦s, la RFA ingresaba en la OTAN, y, como ya hab¨ªa avisado la URSS en su famosa nota, se creaba el Pacto de Varsovia.Pero esto es adelantarse a los acontecimientos. El 1 de abril, al d¨ªa siguiente de que Mosc¨² hiciera entrega de su nota, la OTAN convoc¨® una reuni¨®n especial para discutir la nota sovi¨¦tica, mientras Washington, Par¨ªs y Londres iniciaban consultas para elaborar una respuesta.
Reacciones diversas
Fuera de los pasillos de la OTAN, entonces instalados en Par¨ªs, las reacciones fueron diversas. Jacq¨²es Soustelle, l¨ªder parlamentario de los gaullistas franceses (opuestos a la CED), pidi¨® que se aceptara la oferta, sovi¨¦tica. "Los revanchistas alemanes gritan evidentemente como ratas al conocer las propuestas de la URSS, que suponen un nuevo y serio golpe a sus esperanzas", dec¨ªa L?Humanit¨¦, el ¨®rgano de prensa del Partido Comunista Franc¨¦s" refiri¨¦ndose a la reacci¨®n negativa de los democristianos de la RFA. El Partido Socialdem¨®crata de,la RFA, sin embargo, declara que la nota sovi¨¦tica era un "signo esperanzador". El Gobierno belga se declar¨® "sumamente interesado" en ella. El ministro de Asuntos Exteriores canadiense, Lester Pearson, reconoci¨® que su reacci¨®n inmediata fue de "sorpresa que llega casi a estupefacci¨®n", pero a?adi¨® que, aunque hab¨ªa razones para "ser esc¨¦ptico", la nota sovi¨¦tica no pod¨ªa descartarse como algo "tan fant¨¢stico que no merezca ser examinado".Para Washington, la nota sovi¨¦tica era una "maniobra propagand¨ªstica". En un editorial titulado "Caballo de Troya", el diario The New York T¨²nes se?alaba: "Los rusos est¨¢n sugiriendo que Estados Unidos se una al sistema que han inventado para mantenernos fuera de Europa, y que la Uni¨®n Sovi¨¦tica entre en la Alianza que se form¨® para resistir una agresi¨®n rusa. El cambio de frente causa perplejidad, pero no es una broma". Este diario explicaba que, adem¨¢s de destruir la CED, los sovi¨¦ticos intentan poner fin a la OTAN. ( ... ) No, habr¨ªa mejor manera de paralizar esta organizaci¨®n, de vetar la participaci¨®n alemana en ella, s¨ª la CED fracasa, y a la vez de deshacerse del principal obst¨¢culo al dise?o esbozado con tanta franqueza por el se?or Molotov en la Conferencia de Berl¨ªn de dominar el continente europeo" a?ad¨ªa The New York Times.Seg¨²n informaba The New York Herald Tribune, la oferta sov¨ª¨¦tica de integrarse en la OTAN provoc¨® cierta confusi¨®n entre las filas comunistas, especialmente en Alemania Oriental, ya que contradec¨ªa la hasta entonces propaganda oficial de la URSS de que la OTAN era una organizaci¨®n agresiva.
El 23 de abril, tras diversas reuniones, Londres, Par¨ªs y Washington pusieron a punto la respuesta formal, apoyada por los otros miembros de la OTAN, a la nota sovi¨¦tica. Esta respuesta fue entregada a la URSS el 7 de mayo. Respecto a la oferta sovi¨¦tica de ingresar en la OTAN, los aliados occidentales afirmaban. "Es in¨²til resaltar el car¨¢cter totalmente irreal de tal sugerencia", pues "es contraria a los principios mismos sobre los que reposa el esfuerzo de las naciones occidentales". Las decisiones de la OTAN se toman por un consenso basado en la unanimidad. "Si la Uni¨®n Sovi¨¦tica se convirtiera en miembro de la Organizaci¨®n, estar¨ªa en posici¨®n de oponer su veto a toda decis¨ª¨®n. Ninguno de los Estados miembros est¨¢ dispuesto a admitir que su sistema de defensa pueda verse destruido de este modo".
La divisi¨®n de Alemania
Los aliados, en su larga nota, se quejaban adem¨¢s de la falta de disposici¨®n sovi¨¦tica a solucionar el problema de la divisi¨®n de Alemania. Consideraron que a?adir un nuevo esquema de segur¨ªdad, que cubriera de la URSS a EE UU, no a?adir¨ªa nada a la ONU. Y pidieron un programa de desarme progresivo, equilibrado, acompa?ado de garant¨ªa efectivas y propio para eliminar "todo peligro de agresi¨®n, cualquiera que sea su origen".Ahora fuentes del Este se?alan: "Los occidentales se tomaron a la ligera la oferta sovi¨¦tica de ingresar en la OTAN. Y sin embargo, no era tan descabellado, ni tan alejada de lo que propone Mijail Gorbachov". El propio l¨ªder sovi¨¦tico manifest¨® el pasado martes en su entrevista a la cadena NBC de televisi¨®n norteamericana: ?Por qu¨¦ no volvemos a ser al¨ªados como durante la guerra?". La OTAN teme tambi¨¦n el efecto Gorbachov.
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