Tablas
S¨®lo hay dos teor¨ªas. Una sostiene que Dios no juega a los dados justamente porque ya todo est¨¢ dado y, por tanto, no hay sitio para el azar en el universo. La otra teor¨ªa, la de los adversarios de Einstein, asegura que Dios no s¨®lo juega a los dados, incluso los fines de semana, sino que a veces los oculta. La discusi¨®n del cubilete divino, por el momento, est¨¢ en tablas. Eso ha provocado un desolador vac¨ªo metaf¨®rico que es necesario resolver. Porque si Dios reposa de los dados hasta que los f¨ªsicos decidan la partida, ?a qu¨¦ diablos juega ahora mismo? No parece que sea a la ruleta o a los naipes, porque tambi¨¦n esos juegos trafican con la suerte. Los juegos de destreza est¨¢n descartados por su relaci¨®n con los accidentes f¨ªsicos. Y son tantas y tan diversas las loter¨ªas y quinielas que ni siquiera con su viejo don de la ublicuidad le ser¨ªa posible jugarlas todas.?Juega Dios al ajedrez? Todo parece indicar que ¨¦se es su juego favorito mientras solucionan el embrollo de los dados. Pero no un ajedrez cualquiera, sino plagiado del campeonato sevillano. O sea, un duelo de feroz simetr¨ªa bilateral que siempre termina en tablas, en el que los adversarios son las dos caras de la misma moneda y la suma ¨²ltima. siempre es cero. Yo no s¨¦ cu¨¢nto durar¨¢ esta repentina afici¨®n de Dios por el ajedrez, pero as¨ª est¨¢n las cosas.
Vivimos un tiempo de tablas permanentes. Lo de Karpov y Kasparov no es m¨¢s que el reflejo de otros ajedreces mayores cuyo fin ¨²ltimo ya no es ganar, sino empatar, conseguir el match nulo, imponer la l¨®gica del 50%, garantizar el ex aequo. Desde las tablas nucleares de Reagan y Gorbachov hasta las tablas sangrientas de Ir¨¢n e Irak. Ahora se necesitan dos h¨¦roes no para competir y vencer, sino para dominar conjuntamente. Los dados del cubilete buscaban el monopolio, las fichas del tablero blanquinegro persiguen el duopolio. Hay que reconocer que cuando Dios jugaba a los dados era m¨¢s divertido. Al menos sab¨ªamos qui¨¦nes eran los buenos y los malos. Con la ley de las tablas todos los gatos son Janos.
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