El CESID incrementa su control sobre empresas y trabajadores del sector de suministros militares

Empresas comerciales interesadas en abastecer al Ej¨¦rcito espa?ol han denunciado lo que consideran un intento de concentrar las compras de material en unas pocas sociedades, mediante la exigencia de un documento reservado llamado acuerdo de seguridad, que expide el CESID tras una minuciosa investigaci¨®n de la sociedad de que se trate y sus trabajadores, y que hasta ahora se exig¨ªa s¨®lo a la industria de fabricaci¨®n y no a la meramente comercial. Este documento reservado, cuya falta ha impedido concursar a varias sociedades, fue exigido para retirar los pliegos de condiciones de varios concursos, entre ellos, uno para el suministro de uniformes.

Fuentes de las empresas perjudicadas han afirmado que se trata, adem¨¢s, de una maniobra perjudicial para el erario p¨²blico, porque reduce la competencia a las grandes firmas que s¨ª poseen el visto bueno de los servicios de inteligencia militar.Un reciente concurso para la obtenci¨®n de linternas destinadas a tiendas de campa?a suscit¨® recelos entre algunas de los dos centenares largos de empresas comerciales que abastecen al Ej¨¦rcito. De forma completamente inusual, las bases del concurso inclu¨ªan la indicaci¨®n de que "no se exigir¨¢ el acuerdo de seguridad". ?ltimamente hab¨ªan circulado entre los abastecedores rumores de que se ?ba a pedir tal documento a lodos los proveedores. Estos temores se confirmaron el pasado 15 de diciembre, al convocarse un concurso restringido urgente para la compra de 30.000 uniformes de guerra NBQ (nuclear, bacteriol¨®gica y qu¨ªmica). Este suministro ten¨ªa un precio de partida de 630 millones de pesetas. Las ofertas deb¨ªan estar entregadas antes del 18 de diciembre.

El tiempo disponible fue considerado corto por empresas que en menos de dos semanas ten¨ªan que conseguir los pliegos de condiciones, analizar sus posibilidades, hacer n¨²meros, recopilar la amplia documentaci¨®n exigida para la contrataci¨®n con el Estado, obtener avales bancarios o el dinero de la fianza y presentarse al concurso. Pero mayor problema fue que, al acudir a recoger los pliegos de condiciones, el personal encargado de facilitarlos ped¨ªa el acuerdo de seguridad. A quien no presentaba este documento expedido por el CESID -que dirige el general Emilio Alonso Manglano- ni siquiera se le entregaban los pliegos.

Seg¨²n las fuentes consultadas, a la anomal¨ªa de que este acuerdo s¨®lo deb¨ªa ser exigido a las industrias que fabrican material militar se ha unido la de exigir la exhibici¨®n de un documento que es reservado. "La empresa que ense?ara este documento", ha dicho un informante, "conculcar¨ªa las propias normas dadas a sus titulares por el CESID, que no permiten ense?arlo nunca". El servicio de inteligencia concede el acuerdo de seguridad tras minuciosos estudios de las empresas y de sus trabajadores. ?ste es el motivo, seg¨²n se ha podido saber ahora, de que hace casi tres a?os varias empresas p¨²blicas distribuyeran entre su personal el denominado Formulario MSI-02, pr¨¢ctica que calificaron diversas organizaciones como atentatoria contra varios preceptos constitucionales.

Uni¨®n de afectados

El portavoz de una de las empresas que se siente excluida de esta forma declar¨® que los abogados de algunas sociedades que se han visto afectadas por tales pr¨¢cticas han iniciado gestiones en pro de la uni¨®n de los perjudicados para llevar a los tribunales esas medidas. Fuentes de otras de las empresas que abastecen al Ej¨¦rcito y carecen del acuerdo de seguridad se han mostrado esc¨¦pticas sobre la posibilidad de que prosperen medidas de fuerza.

En opini¨®n del citado portavoz, la exigencia del documento para las empresas comerciales no s¨®lo es arbitraria e ?l¨®gica, sino ?legal y perjudicial para la econom¨ªa del Ministerio de Defensa, al limitarse el n¨²mero de sus proveedores y facilitar el ¨¦xito en los concursos a quienes tengan buenas relaciones con el CESID. "Adem¨¢s, con esa exigencia, la mayor parte de los proveedores", dijo, "ser¨¢ marginada durante los meses que tarde el CESID en concederle ese documento. Muchos de ellos ni lo pedir¨¢n. Otros no lo obtendr¨¢n, pues lo que es comercio no encaja en las normas dictadas para la industria de fabricaci¨®n. As¨ª se limitan las posibilidades de libre competencia que busca la ley de contrataci¨®n del Estado, resultando favorecidas tremendamente las empresas que ahora tienen acuerdo de seguridad y las extranjeras".

Fuentes oficiales han negado que exista una decisi¨®n de aplicar el acuerdo a todas las empresas comerciales, si bien admitieron el prop¨®sito de extender el rigor de los controles. "No hay diferencias en la aplicaci¨®n de los criterios de seguridad", declar¨® un portavoz del Ministerio de Defensa, "repecto a lo que se hac¨ªa hasta ahora. S¨ª la hay en relaci¨®n con los productos, pues hay algunos de tipo comercial que requieren rigor, entre ellos, si fuera el caso, hasta alguna bebida refrescante, por cuanto podr¨ªa llegar a provocar desarreglos intestinales de la tropa en momentos de acci¨®n. En general, tambi¨¦n se tiende a ampliar el ¨¢rea de seguridad, porque cada d¨ªa los productos tienen mayores elementos de riesgo".

Un portavoz de la Asociaci¨®n de Fabricantes de Armamento y Material (Afarmade) se?al¨® que el acuerdo de seguridad tiene tres o cuatro niveles diferentes -dependiendo de la clasificaci¨®n de los productos que se fabrican- y que pr¨¢cticamente todas las empresas dedicadas al suministro de material b¨¦lico lo tienen suscrito hace varios a?os.