La Uni¨®n Sovi¨¦tica, decidida a consumar la integraci¨®n econ¨®mica del Comecon
HERMANN TERTSCH, ENVIADO ESPECIAL, La Uni¨®n Sovi¨¦tica y sus aliados m¨¢s identificados con la reforma econ¨®mica y pol¨ªtica del sistema socialista est¨¢n decididos a realizar un programa radical hacia la integraci¨®n econ¨®mica, aun en el caso de que ciertos pa¨ªses queden marginados del proceso. Ruman¨ªa y la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana -los dos pa¨ªses, miembros del Consejo de Asistencia Econ¨®mica Mutua (Comecon), forman lo que algunos en proceso de integraci¨®n de la comunidad socialista.
Con fuertes cr¨ªticas a los continuos impedimentos al proceso de integraci¨®n y de divisi¨®n internacional del trabajo entre los pa¨ªses socialistas comenz¨® ayer en Praga la cumbre del Comecon. La reuni¨®n, que comienza pocos d¨ªas despu¨¦s de concluir la conferencia nacional del PCUS y de firmarse el acuerdo entre la Comunidad Europea y esta organizaci¨®n econ¨®mica de los pa¨ªses del Este, intentar¨¢ dar el impulso definitivo al proceso de integraci¨®n. Este es uno de los objetivos prioritarios de la pol¨ªtica exterior de la direcci¨®n sovi¨¦tica bajo Mijail Gorbachov, y se ha visto continuamente frenada por la oposici¨®n de algunos pa¨ªses miembros y por la burocracia de todos ellos.A la reuni¨®n asisten los primeros ministros de todos los pa¨ªses del Comecon excepto el h¨²ngaro Karoli Grosz, que se encuentra en visita oficial en Mosc¨². Ayer varias delegaciones -entre ellas la checoslovaca, presidida por el primer ministro, Lubomir Strougal; la h¨²ngara, encabezada por el viceprimer ministro, Joszef Marjal, y la polaca, a trav¨¦s de Zbigniew Messner- dejaron claro que los pa¨ªses partidarios de la integraci¨®n no esperar¨¢n m¨¢s a que los indecisos o adversarios tomen una decisi¨®n al respecto.
En la cumbre anterior del Comecon, celebrada el oto?o pasado, se perfilaron ya los dos frentes muy definidos: por un lado, la URSS, Polonia, Bulgaria, Hungr¨ªa y Checoslovaquia, partidarios de la r¨¢pida integraci¨®n con una divisi¨®n de trabajo y especializaci¨®n, la convertibilidad de las monedas nacionales en el seno del Comecon y una pol¨ªtica legislativa y de reestructuraci¨®n general hacia el mercado ¨²nico; y por otro, Ruman¨ªa y Alemania Oriental, por motivos distintos, que se resisten a este proceso.
Ayer, Strougal inaugur¨® la conferencia advirtiendo que Checoslovaquia comprende que debido a las diferencias en las econom¨ªas nacionales existan divergencias sobre cuestiones concretas de la integraci¨®n. Seg¨²n dijo, Praga respeta estas posturas, pero tiene un inter¨¦s fundamental en lograr la integraci¨®n, y la llevar¨¢ a cabo de forma bilateral con los pa¨ªses que est¨¦n dispuestos a ello.
Strougal, hoy el l¨ªder del sector m¨¢s reformista en el Partido Comunista Checoslovaco, hizo una abierta defensa de los cambios radicales en las sociedades socialistas, tanto internos como en las relaciones entre ellas. Marjai y Messner declararon que sin mecanismos vinculantes de integraci¨®n econ¨®mica no habr¨¢ avances en el proceso deseado de cooperaci¨®n multilateral.
El primer ministro sovi¨¦tico, Nikolai R¨ªzkov, hab¨ªa solicitado en Mosc¨², en v¨ªsperas de partir hacia Praga, un Parlamento com¨²n de los pa¨ªses socialistas. En la conferencia del PCUS se oyeron tambi¨¦n fuertes cr¨ªticas a la lentitud y la falta de decisi¨®n con que se lleva a cabo el proceso de cooperaci¨®n en el Cornecon.
El proyecto que defienden los partidarios de la integraci¨®n incluye una coordinaci¨®n de los planes econ¨®micos desde 1991 a 1995 y un concepto colectivo de desarrollo econ¨®mico multilateral hasta el a?o 2005. Para entonces la comunidad socialista deber¨ªa tener un mercado ¨²nico con libre tr¨¢fico de productos, de servicios, de divisas y de mano de obra.
Este objetivo es poco realista seg¨²n los observadores, a la vista de la estructura y el funcionamiento actual del Comecon. El Comecon s¨®lo realiza hasta ahora labores de coordinaci¨®n, no tiene car¨¢cter vinculante ni limita las soberan¨ªas nacionales como la CE.
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