Espa?a se siembra de sales
A la creciente erosi¨®n, deforestaci¨®n y desertizaci¨®n se unen ahora la lluvia ¨¢cida y la salinizaci¨®n
Corr¨ªa el a?o 149 antes de nuestra era cuando Roma decidi¨® asestar un golpe definitivo a los cartagineses, eternos asaltantes de su poder¨ªo. Tras largo asedio, Publio Cornelio Escipi¨®n Numantino, al mando de las legiones de Roma, entr¨® en Cartago y -seg¨²n narra la ¨¦pica hist¨®rica- Ia arras¨® hasta los cimientos, vendi¨® como esclavos a los 50.000 supervivientes, de los m¨¢s de 500.000 defensores de la ciudad, y mand¨® sembrar de sales todo el territorio donde se asentaba la capital para que ninguna especie de vida volviese a florecer en ella". Historia o leyenda, lo cierto es que cuando una tierra se saliniza su recuperaci¨®n cuesta entre 70 y 100 a?os. Y la sal empobrece hoy el suelo de la zona mediterr¨¢nea y manchega.
Y corr¨ªa el a?o de 1967 (hace 21 a?os) cuando desde Palma de Mallorca se dio en nuestro pa¨ªs la primera se?al de alarma sobre el peligro de salinizaci¨®n, que ya se cern¨ªa sobre ciertas partes de su litoral y m¨¢s concretamente sobre la propia capital y la lindante zona tur¨ªstica de Magaluf. Fomento del Turismo de Mallorca mostr¨® m¨¢s que preocupaci¨®n: no hab¨ªa apenas agua para abastecer a los crecientes n¨²cleos tur¨ªsticos, y la que hab¨ªa era de tal salubridad que se hac¨ªa impotable para consumo humano y hasta da?ina, por sus efectos corrosivos, para el uso en cisternas ba?os, cocinas, fregaderos y limpieza dom¨¦stica. Los agricultores, por su parte, empezaron a descubrir c¨®mo sus producciones disminu¨ªan en cantidad y calidad.Una serie de embalses, a construir en su alta serran¨ªa -por el Lluch Maior- fue la medida que se puso en marcha para intentar atajar el mal, a fin de que el nivel de las aguas fre¨¢ticas -subterr¨¢neas- subiese a sus niveles anteriores, y, al recuperar supresi¨®n las aguas dulces, se impidiese el avance (y se lograse el retroceso) de las aguas saladas, invasoras de la tierra firme.
Porque en esto precisamente consiste la salinizaci¨®n (con la excepci¨®n del caso de La Mancha): cuando los embalses subterr¨¢neos -los acu¨ªferos- de tierra adentro descienden en sus niveles por sobreexplotaci¨®n de los mismos (a causa de excesivos riegos en la agricultura, al aumento de los consumos de la poblaci¨®n, en especial por el turismo, u otra serie de usos: industria, etc¨¦tera) se produce una bajada en el nivel de los embalses subterr¨¢neos, con la consiguiente p¨¦rdida de presi¨®n. Una presi¨®n que es la ¨²nica capaz de contener el avance penetrador de las aguas marinas, que siempre mantienen el mismo apetito invasor, que las hace avanzar instant¨¢neamente al m¨¢s m¨ªnimo descuido terrestre. En cuanto se debilita la defensa que en toda la zona litoral ejercen las aguas dulces, el asalto salitroso es inmediato y devastador.
No hay mayor secreto. El tema es as¨ª de sencillo, y en nuestros d¨ªas -de forma creciente y progresiva- est¨¢ afectando de forma muy negativa a toda nuestra fachada mar¨ªtima mediterr¨¢nea peninsular, desde Gerona hasta Granada-M¨¢laga; a la balear isla de Mallorca y a las canarias de Las Palmas, Lanzarote y Fuerteventura, as¨ª como a la extens¨ªsima comarca manchega, que ya ha hecho sentir su influjo negativo -irreversible- en el parque natural de las Tablas de Daimiel.
Aqu¨ª es preciso recordar que menos de un tercio del territorio espa?ol, exactamente el 26,86% est¨¢ constituido por la denominada Iberia h¨²meda, mientras que el 73,14% inmensamente restante lo constituyen las tierras de la Iberia seca.
Dentro de esa Iberia seca se hace preciso distinguir entre unas tierras semi¨¢ridas (que ocupan el 38,58% de nuestra superficie peninsular), un terreno plenamente ¨¢rido (que se extiende sobre el 32,59%), y el m¨¢s puro, duro y aut¨¦ntico desierto, que abarca el 1,96% de la Espa?a continental (sin incluir, por tanto, a las Canarias).
Lo grave dentro de la Espa?a seca no es s¨®lo que llueva poco, sino que adem¨¢s -lo que llueve- lo hace en pocos d¨ªas. Emilio Arija Rivas¨¦s, notable ge¨®grafo de nuestros d¨ªas, pone un ejemplo nada extremo: "En Londres", dice, llueve algo menos que en Pamplona, pero en la capital brit¨¢nica la lluvia cae durante 145 d¨ªas y en la capital navarra s¨®lo durante 75 d¨ªas".
Por tanto, para que una tierra sea seca, ¨¢rida, no interviene s¨®lo el factor lluvia cantidad de mil¨ªmetros de lluvia anuales-, sino su reparto en el tiempo.
Adem¨¢s, seg¨²n los estudios de Dant¨ªn Cereceda y Revenga Carbonell, lo que en verdad hace que un terreno sea m¨¢s o menos ¨¢rido es la relaci¨®n entre las temperaturas y la evaporaci¨®n por ellas logradas sobre las lluvias. Los ge¨®grafos llaman al ¨ªndice de aridez ¨ªndice termopluviom¨¦trico. Este ¨ªndice ser¨¢ mayor en relaci¨®n a esta superior evapooraci¨®n.
P¨¦rdida de agua
No es s¨®lo que buena parte de nuestro litoral mediterr¨¢neo reciba al cabo del a?o lluvia muy escasa, sino que ¨¦sta se precipita en muy pocos d¨ªas (pi¨¦nsese en las terribles riadas oto?ales) y que, debido a la muy alta temperatura y grado de insolaci¨®n, ese agua no empapa la tierra y se evapora (no s¨®lo por el calor se pierde ese agua torrencial, sino tambi¨¦n por la falta de arbolado: los incendios forestales que asolan toda la comarca, atacando sus escasas masas boscosas, y la carencia de una red de embalses suficientes, que impidan que la mayor parte de esas aguas torrenciales se pierdan en el mar).Las aguas subterr¨¢neas se utilizan' sobre todo para el riego agr¨ªcola (el 25% de nuestros regad¨ªos actuales tienen como origen el agua subterr¨¢nea) y el abastecimiento a poblaciones (la demanda urbana de aguas de esta procedencia es superior al 30%). A este respecto hay que hacer notar que en los ¨²ltimos 12 a?os el ritmo de utilizaci¨®n de las aguas subterr¨¢neas ha crecido vertiginosamente, sobre todo en las cuencas del alto Guadiana (La Mancha), J¨²car y Segura (es decir, en las zonas m¨¢s secas y con menos recursos en sus acu¨ªferos).
La sobreexplotaci¨®n
La sobreexplotaci¨®n consiste en extraer del subsuelo m¨¢s cantidad de agua de la que se filtra al mismo procedente de la lluvia en un tiempo dado (un a?o). Cuando se detrae m¨¢s agua de la que aporta esa recarga media anual, el nivel de los embalses subterr¨¢neos va descendiendo paulatinamente (se han estudiado algunos casos concretos, como el de la isla de Gran Canaria, donde el descenso anual medio es de unos 15 metros). Este descenso es lo que posibilita la salinizaci¨®n -en el caso de los acu¨ªferos litorales y manchegos- o la desaparici¨®n de manantiales o descenso del caudal de los r¨ªos.Hay tres cuencas (Guadiana, Segura y Pirineo Oriental) donde se est¨¢ extrayendo casi el 100 por 100 de la lluvia que cae anualmente, y si este plan hidrol¨®gico ya cuenta con m¨¢s de un lustro de antig¨¹edad, quiere decirse que en gran parte -acaso en la mayor¨ªa del litoral mediterr¨¢neo, peninsular e insular-, en amplias zonas de La Mancha y en ciertas islas de Canarias se est¨¢ extrayendo cada a?o mucha m¨¢s agua de la que se subsume por la lluvia, y, claro, obvio es decir que la ¨²nica fuente del agua -superficial o subterr¨¢nea- son las precipitaciones de agua o nieve.
Son hechos conocidos de sobra, tanto por los responsables del MOPU como de Agricultura, y, sin embargo, s¨®lo se han tomado algunas medidas en la comarca almeriense de Campo de Dal¨ªas, en especial en el municipio de El Ejido, cuna de los cultivos bajo pl¨¢stico, grandes consumidores de agua.
Que la Administraci¨®n sigue sin funcionar, actuando tarde, mal y nunca, lo evidencia el hecho de que ya hace 15 a?os un peri¨®dico almeriense publicaba un estudio -basado en las investigaciones del INIA (Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias)- que se titulaba La salinidad hace disminuir el tama?o y el n¨²mero de los frutos hort¨ªcolas.
Y ya hace siete a?os, el director general de Obras Hidr¨¢ulicas, Juan Ruiz, manifestaba que 9as aguas subterr¨¢neas en Espa?a est¨¢n sobreexplotadas. No s¨®lo es grave el caso de Tarragona o parte de Castell¨®n. En la cuenca del Vinalp¨® (Alicante) es una tragedia la salinizaci¨®n de tierras y acu¨ªferos. En la cuenca del Segura es demencial. En Almer¨ªa es horrible".
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