Fern¨¢n-G¨®mez: "Ser actor y director no es problema"
Asume ambos papeles y es adem¨¢s autor de su nueva pel¨ªcula, 'El mar y el tiempo'
, Fernando Fern¨¢n-G¨®mez, cuya dilatada y fruct¨ªfera obra abarca el teatro, el cine, la televisi¨®n y la literatura, en sus facetas como actor, autor, realizador y literato, se encuentra ocupado en el rodaje de una pel¨ªcula, El mar y el tiempo, en el que asume la triple responsabilidad de guionista, realizador e int¨¦rprete, una circunstancia que no considera que cree dificultades o ventajas. El rodaje, que tiene previsto su t¨¦rmino a ¨²ltimos de mes, se est¨¢ desarrollando en los antiguos estudios madrile?os Roma y cuenta con un presupuesto aproximado de 145 millones de pesetas.
En El mar y el tiempo intervienen, al lado de Fern¨¢n-G¨®mez y del actor argentino Pepe Soriano, un selecto grupo de actores compuesto por Rafaela Aparicio, Cristina Marsillach, Ram¨®n Madaula, I?aki Miram¨®n, Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n, Mar¨ªa Asquerino, Eulalia Ram¨®n, Enma Cohen y Gabino Diego. El director de fotograf¨ªa Jos¨¦ Luis Alcaine y el montador Pablo G. del Amo son las otras estrellas del actual proyecto del cineasta, director de t¨ªtulos tan significativos como La vida por delante, El mundo alrededor, El mundo sigue, o El extra?o viaje, cuyo ¨²ltimo ¨¦xito ha sido El viaje a ninguna parte, y, como actor, Esquilache.Pregunta. ?Plantea especial dificultad ser al mismo tiempo guionista, director e int¨¦rprete?
Respuesta. El trabajo de guionista se hace en una etapa previa al rodaje, en la mayor¨ªa de los casos con bastante anterioridad. El trabajo de director y de actor no son tan simult¨¢neos como parecen. El director, en la mayor¨ªa del tiempo que dura una jornada de trabajo, lo que hace es esperar a que el director de fotograf¨ªa ilumine, que el director art¨ªstico componga el decorado, y en el momento en que se dice motor, c¨¢mara, acci¨®n, el director no hace nada m¨¢s que mirar.En realidad, es completamente factible que en ese momento, en el que no hay nada que hacer, ni siquiera dar ¨®rdenes, s¨®lo permanecer en silencio, el director pase a ocupar uno de los puestos de actor. Bien, hay una dificultad, y es que no se contempla uno a s¨ª mismo, por tanto no puede corregirse. Pero al d¨ªa siguiente, en la proyecci¨®n que hacemos de lo rodado el d¨ªa anterior, si se observa algo corregible de su trabajo como actor se puede repetir y corregir al d¨ªa siguiente; pero eso no ocurre casi nunca. No encuentro ninguna dificultad en realizar las dos funciones al tiempo, ni tampoco una ventaja.
Regreso a Espa?a
P. ?Qu¨¦ es El mar y el tiempo?R. Es una versi¨®n de una especie de novela, versi¨®n a su vez de una serie de televisi¨®n que escrib¨ª hace algunos a?os, y que se titulaba igual, El mar y el tiempo. Sobre la novela, que es casi ¨²nicamente los di¨¢logos que se utilizaban en la serie, he hecho ahora el gui¨®n cinematogr¨¢fico. En s¨ªntesis, trata del regreso a Espa?a de un exiliado que vuelve a Madrid en 1968 para ver c¨®mo est¨¢ la situaci¨®n pol¨ªtica y decidir entre quedarse o irse de nuevo. La pel¨ªcula trata tambi¨¦n del transcurso del tiempo, y los personajes son los mismos de la novela, aunque la acci¨®n est¨¢ m¨¢s ce?ida porque su origen de la serie televisiva duraba cinco horas, mientras que la pel¨ªcula durar¨¢ algo menos de dos. En realidad, el trabajo de adaptaci¨®n que he hecho ha sido el de comprimir.
Los protagonistas son dos hermanos que durante la guerra civil estaban en el bando republicano. Uno, Eusebio -el que yo interpreto-, se qued¨® en Madrid al fin de la guerra; el otro, Jes¨²s -Pepe Soriano-, ha vivido m¨¢s de 30 a?os en Argentina. Por eso hemos buscado un actor argentino, pues lo normal es que tuviera acento.
P. Al leer El mar y el tiempo se observa un especial cari?o hacia los personajes y una ausencia de moraleja.
R. Mi idea es lograr con la pel¨ªcula un cine de personajes, de caracteres, sin dar ning¨²n juicio positivo ni adverso sobre ellos. Y tambi¨¦n dar la impresi¨®n de que he conocido a los personajes, aunque sean inventados. En cuanto a la moraleja, de desprenderse algo, ser¨ªa una idea melanc¨®lica, pues podr¨ªa haber sucedido algo mejor de lo que ha ocurrido en el transcurso de los ¨²ltimos 50 a?os; algo mejor, sobre todo, respecto al fondo de las personas. no a la superficie del hecho hist¨®rico.
De acuerdo con la moral
P. La historia del exiliado que regresa y ve la nueva realidad de su pa¨ªs, a trav¨¦s de la familia de su hermano, no es demasiado com¨²n.R. Creo que esta historia s¨ª se diferencia de otras historias de generaciones. Casi todas las que tratan de dos generaciones se entienden como problemas de enfrentamientos entre ellas y aqu¨ª este hecho no se da. Los hijos, el elemento juvenil presente en esta narraci¨®n, est¨¢n de acuerdo con la moral y el comportamiento de sus padres, y los padres est¨¢n tambi¨¦n de acuerdo con la moral y el comportamiento de sus hijos. Esto no es por af¨¢n de singularizar sino por parecerme a m¨ª que en la ¨¦poca en que hab¨ªa ese gran impulso revolucionario, en los a?os sesenta y tantos, no es que los padres estuvieran en desacuerdo con sus hijos, es que los que estaban en desacuerdo con ellos eran los padres contrarrevolucionarios y conservadores; pero los padres partidarios de la revoluci¨®n, o progresistas, no lo estaban.
P. ?Contiene su obra algunos apuntes autobiogr¨¢ficos?
R. En este caso, no. Lo que ocurre es que por los a?os en que transcurre la acci¨®n yo conoc¨ª a Enma Cohen, justo cuando lleg¨® a Madrid, despu¨¦s del Mayo del 68 franc¨¦s, y lo que ella me contaba a m¨ª y a otros amigos, lo que trascend¨ªa de ello, es lo que me pareci¨® utilizable para que fuera lo que encontrara este exiliado que volv¨ªa a Madrid el a?o del Mayo parisiense. Era un punto de referencia, sobre todo de decepci¨®n, por el final que tuvo.
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