Leguina contin¨²a al frente de la Comunidad de Madrid en una situaci¨®n muy precaria para gobernar

Las paredes de la Asamblea de Madrid escucharon ayer de todo. Alberto Ruiz Gallard¨®n, candidato del centro-derecha para suceder a Joaqu¨ªn Leguina al frente de la Comunidad, se despach¨® a gusto antes de perder la moci¨®n de censura por un voto. De su boca salieron palabras como "presunto delincuente" "antidem¨®crata" e "incompetente", todas dirigidas contra Leguina, a quien acus¨® tambi¨¦n de "haber comprado al traidor Pi?eiro". La abstenci¨®n de este diputado, fugado del partido conservador, garantiza la continuidad de Leguina, pero en una situaci¨®n precaria que pone en duda la gobernabilidad de Madrid en los dos a?os que quedan de legislatura. El presidente regional llam¨® "criatura" a Ruiz Gallard¨®n y eludi¨® contestar a las acusaciones.

"?Suba aqu¨ª y d¨ªgalo!". Alberto Ruiz Gallard¨®n increp¨® en¨¦rgicamente a Joaqu¨ªn Leguina. "Le reto a explicar qu¨¦ oscuros negocios inmobiliarios y especulativos est¨¢n detr¨¢s del apoyo que recibe de Pi?eiro".Pero Joaqu¨ªn Leguina prefiri¨® jugar en su terreno: "Insisto, se?or Gallard¨®n, ?va usted a privatizar el Canal de Isabel II?"

Presidente y candidato hablaban ayer distintos idiomas. Uno, empe?ado en trasladar el debate al ¨¢mbito nacional e insistiendo en la inconcreci¨®n del programa del centro-derecha. El otro, empe?ado en que se arrojara algo de luz sobre la clave de la moci¨®n de censura: la abstenci¨®n de Nicol¨¢s Pi?eiro, diputado del Partido Regional Independiente Madrile?o (PRIM).

El tira y afloja entre presidente y candidato toc¨® techo al final de la sesi¨®n, tras casi 12 horas de pleno. Leguina pidi¨® la palabra, mir¨® a Ruiz Gallard¨®n y dijo: "No voy a dejar en manos de esta criatura la presidencia". El portavoz del PP respondi¨®: "Se?or Leguina, es usted la verg¨¹enza del pueblo de Madrid".

Tras la votaci¨®n celebrada ayer, el presidente regional queda en una situaci¨®n comprometida: en minor¨ªa, sin el respaldo de ning¨²n grupo pol¨ªtico, con la oposici¨®n de centro-derecha amenazando con boicotear todas sus iniciativas y ante la posibilidad de un gobierno PP-CDS en el Ayuntamiento de Madrid.

Leguina decidi¨® abrir personalmente la recta final del debate, a eso de las once de la ma?ana, con un discurso improvisado y poco consistente. El presidente dedic¨® su intervenci¨®n, mitad y mitad, a la pol¨ªtica nacional y al discurso le¨ªdo el lunes por Alberto Ruiz Gallard¨®n: "No contiene ni una sola cifra y est¨¢ lleno de vaguedades". Su primer adi¨®s fue celebrado con sonoros aplausos socialistas: "Dejar el gobierno en manos de Alberto Ruiz Gallard¨®n es una absoluta falta de responsabilidad en la que ustedes han ca¨ªdo, se?ores del CDS. Vamos a evitarlo", dijo.

El candidato del PP abri¨® el turno de r¨¦plicas con una voz pausada, poco habitual en ¨¦l. Pero el tono fue subiendo de tono y su discurso se convirti¨® de pronto en una sucesi¨®n de preguntas a ritmo de ametralladora: ?Por qu¨¦ pretende usted seguir enga?¨¢ndonos a todos? ?Por qu¨¦ pretende usted atrincherarse ileg¨ªtimimamente e intenta ganar en los pasillos lo que ha perdido en las urnas?

"Presunto delincuente"

Y despu¨¦s de la preguntas vinieron las acusaciones: "Usted, se?or Leguina, es un c¨¢ncer para el partido socialista ( ... ) Es usted un pol¨ªtico antidemocr¨¢tico y contrario al sistema que garantiza la Constituci¨®n".

Los improperios fueron a m¨¢s en sucesivas intervenciones. Ruiz Gallard¨®n lleg¨® a llamar a Leguina "presunto delincuente" y le acus¨® de comprar "al traidor de Nicol¨¢s Pi?eiro". Todo ello acompa?ado de continuos abucheos y alg¨²n amago de pataleo en los bancos socialistas.

En medio del fuego cruzado de acusaciones, Ruiz Gallard¨®n lleg¨® a decir: "El presidente del Gobierno se ha personado en un procedimiento por una presunta evasi¨®n de divisas en este territorio". El portavoz del PP no quiso ampliar m¨¢s detalles ni dentro ni fuera de la C¨¢mara. Los responsables socialistas tampoco.

Y lleg¨® la hora de Pi?eiro. El diputado del PRIM inici¨® su intervenci¨®n nervioso, con voz tr¨¦mula, explicando as¨ª su abstenci¨®n: "Ni los madrile?os somos cobayas, ni la Comunidad es un laboratorio". Aun as¨ª, Pi?eiro dijo que Leguina era "parcialmente censurable" y que exigir¨¢ un cambio en sus actitudes. Pero poco a poco fue perdiendo los papeles. Los minutos finales fueron un mano a mano con la presidenta la C¨¢mara, Rosa Posada, que estuvo a punto de cortarle el micr¨®fono en medio de risas generalizadas.

La r¨¦plica de Ruiz Gallard¨®n fue pat¨¦tica: "?Por qu¨¦ me ha traicionado usted, se?or Pi?eiro?". El candidato record¨® los tiempos en que Pi?eiro gritaba "?Leguina, a la cocina!" y le defini¨® como "un t¨ªtere cuyos hilos manejan personas que no est¨¢n en esta C¨¢mara". Despu¨¦s vino un fuego cruzado de acusaciones sobre los supuestos intereses inmobiliarios de ambos.

"Obras millonarias"

El portavoz del CDS, Fernando Castedo, que ha mantenido un discreto silencio desde que se anunci¨® la moci¨®n de censura tambi¨¦n entr¨® ayer al trapo y habl¨® de "obras millonarias adjudicadas directamente" a personas relacionadas con el consejo de Gobierno, aunque tampoco entr¨® en detalles.

La intervenci¨®n de Castedo, que acus¨® a Leguina de aceptar las "colaboraciones m¨¢s impresentables" para mantenerse en el poder, fue muy contestada desde los bancos del PSOE.

Izquierda Unida procur¨® quedarse al margen. Se inventaron una f¨®rmula -el voto a s¨ª mismos- para que sus votos fueran considerados nulos y demostrar que ni estaban a favor de la moci¨®n ni apoyaban a Leguina. Seg¨²n Isabel Vilallonga, portavoz del grupo, "la gobernabilidad en la Comunidad no es dif¨ªcil, sino imposible". Vilallonga, que critic¨® duramente a Ruiz Gallard¨®n, insisti¨® en que no queda otra salida que convocar elecciones anticipadas.