El crecimiento del consumo privado
El elevado ritmo de crecimiento econ¨®mico que se viene registrando, y que en media alcanza cifras del 5% en el ¨²ltimo trienio, est¨¢ originando tensiones inflacionistas y un desequilibrio creciente en la balanza por cuenta corriente, que ponen en peligro la continuidad y la estabilidad del crecimiento a medio plazo.Dicho crecimiento econ¨®mico, en vez de traducirse en un incremento del ahorro de las familias, ha generado un fuerte aumento del consumo, que conduce a la acentuaci¨®n de los desequilibrios mencionados. Para evitar que este proceso contin¨²e, puede resultar oportuno analizar los mecanismos a trav¨¦s de los cuales se produce la actual presi¨®n sobre el consumo:
a) Los asalariados est¨¢n registrando en 1989 un incremento del poder adquisitivo no inferior a un 4%. Esta mayor capacidad de compra se ha producido tanto como resultado de la revisi¨®n salarial de 1988 aplicada en los primeros meses del presente a?o y que, en promedio, ha sido de un 2,8%, como por los crecimientos salariales de los convenios colectivos de 1989, que con deslizamientos se han situado en torno al 7%.
b) En los dos ¨²ltimos a?os, el empleo asalariado ha crecido a un ritmo del 4,5% anual; gran parte de estos empleos son ocupados por j¨®venes con una elevada propensi¨®n al consumo.
c) Ese mayor nivel de renta de las familias espa?olas est¨¢ permitiendo resarcirse, v¨ªa consumo, de las insatisfacciones padecidas durante la d¨¦cada de la crisis econ¨®mica.
d) Como es sabido, las familias cuentan con unas rentas salariales y con unos recursos acumulados en el pasado. En la medida en que las familias espa?olas han visto revalorizarse sus activos financieros o/y reales (en los que se materializa su riqueza) est¨¢n dedicando una mayor parte de sus rentas salariales a consumir.
Innovaci¨®n financiera
e) Adem¨¢s del efecto riqueza mencionado, y al igual que viene sucediendo en otros pa¨ªses de la OCDE, se est¨¢ produciendo un intenso proceso de innovaci¨®n financiera que, tal como se?alan diversos estudios internacionales, puede estar produciendo un impulso al consumo y una ca¨ªda del ahorro de las familias. En definitiva, las numerosas f¨®rmulas de endeudamiento, unidas a una publicidad agresiva, conducen al consumidor a incrementar su ritmo de endeudamiento.
f) Esta mayor oferta de fondos prestables se encuentra, por el lado de la demanda, con una mejora de las expectativas econ¨®micas de un amplio sector de la poblaci¨®n, lo cual se traduce en un menor sentimiento subjetivo de p¨¦rdida del puesto de trabajo y de ver reducido su nivel de renta. En esta situaci¨®n, los espa?oles reducen su resistencia a un mayor endeudamiento.
g) La econom¨ªa sumergida, tanto en su vertiente real como financiera, alimenta el incremento del consumo como mecanismo para eludir al fisco. El dinero negro, al encontrar cerrados todos los escapes fiscales, termina dirigi¨¦ndose, en una buena parte, al consumo y, especialmente al suntuario.
h) La nueva oferta de productos importados, en muchos casos de mayor calidad y a menos precios, con el objeto de captar nuevas cuotas de mercado, incitan a las unidades familiares a incrementar sus niveles de consumo.
i) Por ¨²ltimo, otro factor que est¨¢ provocando el desmesurado aumento del consumo es la consolidaci¨®n, en la cultura econ¨®mica popular, del principio de que es mejor consumir que ahorrar. Esta consigna no responde a l¨®gica alguna en los momentos actuales de elevados tipos de inter¨¦s, ya que, por un lado, se renuncia a una mayor rentabilidad y, por el otro, se incurre tanto en un alto coste del endeudamiento como en el riesgo de hacer frente a los compromisos financieros asumidos.
Estos factores, junto a otros no mencionados, pueden estar en la base del excesivo crecimiento del consumo privado, que a corto y medio plazo es indeseable, ya que se produce en detrimento del ahorro y la exportaci¨®n, y favorece las importaciones. En efecto, una parte del consumo se filtra hacia compras en el exterior y, en consecuencia, la renta y el empleo se generan fuera, y no dentro, del pa¨ªs. Adem¨¢s, no debemos olvidar que muchas empresas espa?olas descuidan los mercados exteriores, siempre dif¨ªciles y m¨¢s competitivos, cuando tienen las posibilidad de vender la mayor parte de su producci¨®n en el mercado nacional, agravando de esta forma el problema del d¨¦ficit comercial. Igualmente, esa presi¨®n sobre la oferta interior, aunque est¨¦ complementada por las importaciones, provoca incrementos de precios, en especial, en aquellos sectores escasamente abiertos a la competencia exterior. En definitiva, una fuerte demanda interna provoca inflaci¨®n y desequilibrios en la balanza de pagos.
Por todo ello, el consumo privado debe moderar su crecimiento. Por un lado, no se puede permitir que en el espacio de un a?o se pierda lo conseguido a lo largo del ¨²ltimo quinquenio: estabilidad interna y externa y crecimiento del empleo. Por otro, el aumento del consumo privado est¨¢ bas¨¢ndose en un excesivo endeudamiento de las familias.
Moderaci¨®n
En todo caso, la soluci¨®n pasa necesariamente por la moderaci¨®n de las rentas, preferiblemente concertadas, y por el manejo equilibrado de los instrumentos de la pol¨ªtica fiscal y monetaria. En el ¨¢mbito del sector p¨²blico, es necesaria una moderaci¨®n del ritmo de crecimiento M consumo p¨²blico y de las transferencias a las empresas. En el ¨¢mbito financiero, una desaceleraci¨®n del cr¨¦dito al consumo y de las ventas a plazos.
Este pa¨ªs no se puede permitir un incremento del consumo privado no financiable ni por la naci¨®n ni por las familias, que va en detrimento del empleo y que se traduce en crecientes importaciones.
En definitiva, el aumento del consumo hace crecer los desequilibrios internos y externos, y pone en peligro el mantenimiento, a medio plazo, de un ritmo de crecimiento estable de la producci¨®n y de la ocupaci¨®n.
es director general de Pol¨ªtica Econ¨®mica.
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