Los turistas devuelven piezas de Pompeya por temor al mal de ojo
Un duende misterioso est¨¢ ayudando a las autoridades de la zona arqueol¨®gica del Vesubio y concretamente de las ruinas de Pompeya, una de las m¨¢s bellas del mundo, a recuperar las piezas preciosas robadas por los turistas. Se asegura que dicho duende es m¨¢s eficaz que la conciencia c¨ªvica y que los mismos vigilantes, que se confiesan impotentes frente a la pasi¨®n del visitador de llevarse un recuerdito. Aunque hay quien asegura que dicha impotencia a veces tiene otro nombre, que se parece al de corrupci¨®n.
El duende, que est¨¢ trabajando a marchas forzadas, se sirve del arte antiguo de la superstici¨®n. Se comenta que llevarse a escondidas una de aquellas joyas porta male, es decir, que desencadena toda una serie de desgracias en quien se adue?a de ellas a escondidas. De ah¨ª el que continuamente lleguen al director de las excavaciones paquetes que restituyen lo que anteriormente se hab¨ªa robado. Los mandan incluso por correo certificado, para estar seguros de que no se pierdan.
Mala suerte
Algunos llegan a explicar, sin identificarse nunca, como es natural, lo que les ha ocurrido tras haberse llevado en la bolsa un trozo de aquellas ruinas antiqu¨ªsimas. Por ejemplo, un turista de Helsinki que ha restituido su recuerdo, enviado por paquete sin firma, ha escrito: "Esta teja la rob¨¦ durante una excursi¨®n. Os la devuelvo. No quiero ni volver a verla, porque desde que me la traje me ha pasado de todo: he perdido el trabajo, ha enfermado mi mujer y me han robado dos veces. Da mala suerte".Algunos, dice el responsable de las ruinas arqueol¨®gicas, Baldassarre Conticello, llegan hasta el extremo de indicar el lugar exacto de donde la hab¨ªan robado. Y es una suerte, porque cuando no lo hacen es dif¨ªcil saber donde estaba y el objeto robado acaba siendo arrinconado, a veces en la misma caja en la que ha llegado. va a parar a los almacenes, donde a¨²n hoy est¨¢n hacinadas m¨¢s de 10.000 piezas que nadie puede ver.
Pero Conticello, aun estando muy agradecido al duende y en espera de que la noticia de que "da mala suerte" robar las cosas de Pompeya siga dando fruto, ha afirmado a Il Mattino de Napoles que el problema de la defensa de aquel maravilloso patrimonio art¨ªstico "contra la man¨ªa de los turistas de llevarse un recuerdo" es un problema muy grave. Para evitarlo se ha llegado al extremo de que la mayor parte de aquellas joyas, las m¨¢s preciosas, han sido sustituidas por otras falsas y las verdaderas han sido amontonadas y almacenadas en cajas de seguridad.
El ¨²ltimo paquete recibido d¨ªas atr¨¢s, lleg¨® esta vez de Italia, concretamente de Udine, en el norte de la pen¨ªnsula. Envuelto en unas servilletas azules de lino de Flandes, como si fuera un ni?o en pa?ales, fue restituida una preciosa m¨¢scara de m¨¢rmol de 20 cent¨ªmetros que representa el rostro de un s¨¢tiro dionisiaco del siglo primero.
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