Mubarak, primer 'rais' egipcio que visita Libia desde que Sadat lo hiciera en 1972
Los presidentes egipcio, Mohamed Hosni Mubarak, y libio, Muammar el Gaddafi, continuaron ayer su encuentro al otro lado de la frontera egipcia. La ciudad de Tobruk sirvi¨® de escenario a este segundo acto en la normalizaci¨®n de relaciones que, en palabras del diario cairota Al Gomhuaria, "ha puesto fin a una excepci¨®n". Se refer¨ªa el rotativo a 12 a?os de ausencia de relaciones, pero tambi¨¦n a una historia algo m¨¢s larga de disputas vecinales.
En Tobruk, a 260 kil¨®metros de la frontera egipcia, el rais fue objeto de un caluroso recibimiento. Se trataba de la primera visita de un presidente egipcio a Libia desde la efectuada en 1972 por el asesinado Anuar el Sadat, el mismo que luego provocar¨ªa con su viaje a Israel la ruptura de relaciones. En aquella ocasi¨®n Gaddafi firm¨® con Sadat un acuerdo de uni¨®n que constituy¨® un fracaso. Tras la llegada de Mubarak, esperado desde la noche anterior por el l¨ªder libio, ambos dirigentes iniciaron casi de inmediato las conversaciones con un encuentro privado que dur¨® media hora. A continuaci¨®n, dieron entrada a sus respectivas delegaciones.En el que ha constituido su primer viaje a Libia desde que accediera a la presidencia en 1981, Mubarak abord¨® con su anfitri¨®n los temas que quedaron pendientes el d¨ªa anterior en Marsa-Matruh. "En particular, el problema palestino y la situaci¨®n en L¨ªbano", seg¨²n declaraciones del propio presidente. Con toda seguridad, el pleno restablecimiento de relaciones diplom¨¢ticas tampoco estuvo ausente de este segundo encuentro. "No he sacado este tema hoy", hab¨ªa asegurado Mubarak la v¨ªspera tras la entrevista de cinco horas que mantuvo con Gaddafi en la localidad egipcia. A pesar de la ausencia de lazos diplom¨¢ticos, las relaciones han mejorado de forma sustancial desde que en mayo ambos mandatarios se encontraran informalmente en Casablanca (Marruecos). Ahora, los dos jefes de Estado se han puesto de acuerdo para ampliar la cooperaci¨®n en el campo de la agricultura, la industria y la energ¨ªa el¨¦ctrica.
Un pacto de consecuencias m¨¢s inmediatas. Desde ayer, y Mubarak indic¨® que hab¨ªa dado instrucciones en ese sentido a su ministro de Interior, los ciudadanos libios y egipcios pueden atravesar la frontera com¨²n con la sola exhibici¨®n de sus documentos de identidad. Esta medida va a beneficiar, sin duda, a los numerosos emigrantes egipcios en Libia, as¨ª como a sus familias. Hasta la reapertura de las fronteras el pasado junio, estos trabajadores se ve¨ªan obligados a trasladarse al pa¨ªs vecino a trav¨¦s de un tercero, habitualmente Malta. Desde que se reabrieran los pasos, las l¨ªneas de transporte terrestre, a¨¦reo y mar¨ªtimo entre los dos pa¨ªses se han convertido en un buen negocio, tal como lo demuestran las colas a las puertas de las oficinas de venta de billetes en El Cairo y los 70.000 turistas libios que han visitado el litoral mediterr¨¢neo de Egipto este verano.
Con o sin apertura de embajadas, un gesto que se espera desde junio, se han dado pasos sustanciales en la consolidaci¨®n de las relaciones bilaterales. Este nuevo logro egipcio es obra de la mediaci¨®n de algunos pa¨ªses ¨¢rabes y de un enfoque renovado de lo que deben ser sus relaciones con Israel, pero sobre todo de un minucioso trabajo diplom¨¢tico del propio Mubarak.
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