El m¨¢s s¨®lido despu¨¦s de Goya

La personalidad art¨ªstica de Francisco Bayeu y Sub¨ªas (Zaragoza 1734, Madrid 1795) se nos presenta como la figura m¨¢s s¨®lida del siglo XVIII espa?ol, en la pl¨¢stica pict¨®rica, a excepci¨®n de Francisco de Goya, del que fue cu?ado y maestro, tal y como ¨¦ste declar¨® a prop¨®sito de participar en el concurso de la Academia de Parma, en Italia.En sus bocetos, en sus notas ¨ªntimas, se advierte esa misma fogosidad de pincelada, ese criterio impresionista de brillos aislados y resoluciones sorprendentes que Goya llevar¨ªa a sus ¨²ltimas consecuencias. En las obras de gran formato y, sobre todo, en los trabajos de decoraci¨®n al fresco que lleva a cabo en los Reales Sitios -Palacio Real de Madrid, Aranjuez, La Granja y El Pardo-, as¨ª como en el claustro de la catedral de Toledo, la influencia clasicista de Mengs -que se traduce en una minuciosidad dibuj¨ªstica, en la precisi¨®n compositiva y en una paleta de cromatismo m¨¢s contenido- se pone ampliamente de manifiesto.

Entre otras cosas, se debe a Francisco Bayeu la vuelta a un protagonismo del pintor espa?ol en la corte de los Borbones -algo que durante toda la centuria se hab¨ªa reservado a los art¨ªfices extranjeros-; tambi¨¦n la recuperaci¨®n para la pintura espa?ola de la t¨¦cnica del fresco en encargos de primera magnitud y, sobre todo, ese impulso para nuestro arte, esa modernidad, que suponen sus bocetos y peque?os cuadros de caballete.

El cuadro desaparecido es un Bayeu realizado hacia 1780, en su etapa de madurez. La iconograf¨ªa responde al modelo italiano y la composici¨®n, con esa gran gloria del fondo, as¨ª como la entonaci¨®n crom¨¢tica, responde a los cuadros de Bayeu de ese momento.