La consagraci¨®n de un antiguo surrealista
La biograf¨ªa del poeta recorre los principales movimientos del siglo
Hijo de un periodista y abogado de ideas revolucionarias y de una cat¨®lica de descendencia espa?ola, Octavio Paz naci¨® en la Ciudad de M¨¦xico el 31 de marzo de 1914 en el seno de una familia dividida entre las corrientes m¨¢s modernas de libre pensamiento y la tradici¨®n religiosa."Vengo de una familia t¨ªpica de M¨¦xico. Por parte de mi padre, mi familia es muy antigua y es originaria del estado de Jalisco. Una familia mestiza. Mi abuelo paterno era un mexicano de acentuados rasgos ind¨ªgenas. Mis abuelos maternos eran andaluces y mi madre naci¨® en M¨¦xico. Mi abuelo paterno fue un periodista y escritor conocido Luch¨® contra la intervenci¨®n francesa y fue partidario de Porfirio D¨ªaz, aunque al final de su vida se opuso al viejo dictador. Mi padre particip¨® en la Revoluci¨®n Mexicana y fue representante de Zapata en Estados Unidos", contaba el escritor en una entrevista concedida en 1970 a Rita Guibert y en otras recogidas en un art¨ªculo del profesor Alfredo Roggiano.
Infancia
Pas¨® su infancia en lo que entonces era un pueblo pr¨®ximo a la capital, Mixcoac, en una casa de burgues¨ªa media venida a menos, muy golpeada por los efectos de la Revoluci¨®n. "Nuestra casa, llena de muebles antiguos, libros y objetos, se desmoronaba poco a poco. A medida que ca¨ªan los cuartos, nosotros llevabamos los muebles a otro cuarto. Recuerdo que durante mucho tiempo viv¨ª en una habitaci¨®n espaciosa, pero a la que le faltaba parte deun muro. Unos suntuosos biombos me defend¨ªan bastante mal del viento y de la lluvia. Una enredadera se meti¨® en mi cuarto... Una premonici¨®n de aquella exposici¨®n surrealista en la que hab¨ªa una cama sobre un pantano".
Formado en colegios franceses e ingleses, obligado a asistir a misa diariamente, vivi¨® en su adolescencia una fuerte crisis sobre sus orientaciones religiosas: obligado por su madre a creer pero instruido tambi¨¦n para buscar una buena raz¨®n para hacer lo. "Un buen d¨ªa, al salir de la iglesia, comprob¨¦ una vez m¨¢s que la Comuni¨®n no me hab¨ªa producido ning¨²n efecto Estaba tan ca¨ªdo de la mano de Dios despu¨¦s de la Cowuni¨®n como antes. Escup¨ª en el suelo como si quisiera devolver la hostia, bail¨¦ sobre mi escupitajo, dije dos o tres maldiciones y ret¨¦ a Dios. Desde ese d¨ªa, aunque sin dec¨ªrselo a nadie, profes¨¦ un antide¨ªsmo beligerante".
La hermosa biblioteca de su familia fue en esos a?os de primerajuventud un recurso insustitu¨ªble para el consuelo de quien buscaba en lo escritores modernistas y rom¨¢nticos el alimento de su rebeld¨ªa. Cuando la biblioteca del abuelo se acab¨® tuvo que salir a las librer¨ªas y a sus profesores en la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico en busca de lo m¨¢s llamativo.
En 1944 obtiene una beca y viaja a Estados Unidos "f¨²e una experiencia no menos decisiva que la de Espa?a"-, donde conoce a Elliot, Pound, William Carlos Williams y Cummings, a los que despu¨¦s tradujo. Su ami stad con el ministro de Relaciones Exteriores de entonces, Francisco Castillo N¨¢jera, lo lleva en 1945 a formar parte del servicio diplom¨¢tico mexicano y es destinado a Par¨ªs. All¨ª conoce a Andr¨¦ Breton y profundiza su relaci¨®n con el surrealismo. "El surrealismo no fu¨¦ ¨²nicamente una est¨¦tica, una po¨¦tica, una pol¨ªtica, aunque haya sido todo eso, sino una actitud vital. Una negaci¨®n del mundo contempor¨¢neo y al mismo tiempo una tentativa por sustituir los valores de la sociedad democr¨¢tica burguesa por otros valores: el erotismo, la poes¨ªa, la imaginaci¨®n, la libertad, la aventura espiritual, la visi¨®n. En este sentido yo me siento surre¨¢lista, aunque desde otro punto de vista me siento muy alejado de la est¨¦tica surrealista. Por ejemplo, la escritura autom¨¢tica...
La segunda mitad de los a?os cincuenta es de una gran actividad literaria de Paz en M¨¦xico. En 1959 vuelve a vivir a Par¨ªs y en 1964 se cas¨® con la francesa Marie-J¨®, a?os despu¨¦s de haberse divorciado de su primera mujer, la escritora mexicana Elena Garro, con la que tuvo una hija. La influencia de Marie-J¨® sobre Paz es fundamental.
Tlatelolco
En 1968, siendo embajador de M¨¦xico en la India, responsabiliz¨® al gobierno de D¨ªaz Ordaz de la matanza de estudiantes ocurrida ese a?o en Tlatelolco, la Plaza de la Tres Culturas, y dimiti¨® del cargo, pero ello no librar¨ªa a Paz de la critica permanente de la intelectualidad y de la clase universitaria mexicana, que nunca le perdon¨® sus cr¨ªticas a la izquierda.
Profesor de literatura contempor¨¢nea en la Universidad de Harvard, en 1971 funda la revista literaria Plural, que cierra cinco a?os m¨¢s tarde por presiones del Gobierno. Para sustituir a Plural, Paz comienza a editar en 1977 la revista Vuelta.
Definitivamente, Paz no ha conseguido ser profeta en su tierra. Defectos propios y envidias ajenas han hecho que Paz est¨¦ enfrentado con la mayor parte de los intelectuales mexicanos, quienes, hasta ayer mismo, anunciaban prematuramente el ocaso de Paz. Hoy la pugna dej¨® paso al triunfalismo, y los medios mexicanos se enorgullec¨ªan de una de las m¨¢s brillantes conciencias azuzadoras de los complejos y las dudas de este pa¨ªs.
Babelia
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