Garc¨ªa M¨¢rquez inaugur¨® el II Festival de Cine Latinoamericano en Jap¨®n
El escritor se ha entrevistado con Kurosawa para rodar una de sus obras
El escritor colombiano Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez se encuentra en Tokio desde principios de este mes para asistir a una semana de cine latinoamericano y reunirse con el realizador japon¨¦s Akira Kurosawa para que lleve a la pantalla su novela El oto?o del patriarca. Ambos creadores han celebrado ya un encuentro, y tendr¨¢n otro antes del d¨ªa 23.
El premio Nobel de Literatura quiso ver al octogenario director al poco de llegar a la capital japonesa, y tiene pensado volver a hacerlo antes de que se marche, el pr¨®ximo d¨ªa 23, en direcci¨®n a Honolul¨² (Hawai, Estados Unidos) y posteriormente a M¨¦xico, donde reside. Nada ha trascendido del encuentro entre ambos, pero Kurosawa ha afirmado m¨¢s de una vez que considera improbable que acepte el proyecto, ya que, por razones de edad, no desea viajar a Colombia, y estima dif¨ªcil poder ambientar la novela en Jap¨®n.De todas formas, el veterano realizador contin¨²a en activo y, precisamente estos d¨ªas, Akira Kurosawa acaba de terminar el rodaje de su ¨²ltimo filme, Rhapsody in august (Rapsodia en agosto), una producci¨®n exclusivamente japonesa, cuyo estreno mundial est¨¢ previsto que tenga lugar en Jap¨®n la pr¨®xima primavera.
El Festival de Cine Latinoamericano en Jap¨®n, que este a?o cumple su segunda edici¨®n, comenz¨® el pasado d¨ªa 13 y concluir¨¢ el viernes, exhibi¨¦ndose un total de 14 pel¨ªculas. El certamen ha sido organizado conjuntamente por la Fundaci¨®n cubana Nuevo Cine Latinoamericano, cuyo director es el propio Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, en colaboraci¨®n con la Fundaci¨®n Jap¨®n. Adem¨¢s de una selecci¨®n de filmes recientes de realizadores de Argentina, Cuba, Bolivia, Brasil y Colombia, se est¨¢ exhibiendo un repertorio de pel¨ªculas en las que Garc¨ªa M¨¢rquez particip¨® como guionista, entre ellas la producci¨®n espa?ola Yo soy el que t¨² buscas, dirigida por Jaime Ch¨¢varri en 1988.
Discurso
En el acto de inauguraci¨®n del Festival, Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez pronunci¨® un n¨ªtido discurso sobre la relatividad de las distancias geogr¨¢ficas y culturales.
"Hace muchos a?os, siendo joven y bello en Par¨ªs", dijo, "v¨ª un japon¨¦s por la primera vez en mi vida. Me pareci¨® un ser tan remoto e indescifrable, que le pregunt¨¦ al amigo chileno que me acompa?aba: "?Qu¨¦ diablos har¨¢ este hombre tan lejos de su casa? Lo mismo que nosotros", me contest¨® el amigo, "Par¨ªs est¨¢ tan lejos de Tokio como de Buenos Aires". Ese d¨ªa aprend¨ª que las distancias m¨¢s largas y dif¨ªciles no son las geogr¨¢ficas sino las culturales".
"Y los 40 a?os que han transcurrido desde entonces", contin¨²o el escritor, "no han hecho m¨¢s que confirmarlo. Las distancias del mundo se han reducido tanto, que se puede viajar desde una ciudad y llegar a otra el d¨ªa anterior, y hay mensajes que casi pueden alcanzar su destino antes que el pensamiento. En cambio, pueden pasar todav¨ªa varios siglos sin que logremos entender y perdonar las razones del vecino que clava un clavo en la pared a las tres de la madrugada".
"Quiero decir", a?adi¨®, "que las distancias geogr¨¢ficas son del dominio de la t¨¦cnica, mientras que las distancias culturales est¨¢n en el coraz¨®n, y s¨®lo se reducen con el amor. Nunca supe qui¨¦n era aquel japon¨¦s instant¨¢neo que pas¨® como una aparici¨®n del otro mundo por el oto?o de vientos erimeros de Par¨ªs. No s¨¦ si ser¨¢ alguno de los tantos talentos iluminados que hoy asombran el mundo, o si se perdi¨® sin nombre ni destino en las montoneras del olvido y de la muerte. Pero lo recuerdo ahora con una gratitud inmensa, porque gracias a ¨¦l estamos aqu¨ª, tratando de disminuir la fabulosa distancia mental que nos separaba en aquel tiempo".
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