Las dos agriculturas
La estadounidense y la comunitaria son dos agriculturas separadas por 4,5 billones de pesetas y ocho millones de cultivadores de la tierra. El resultado comercial final es que la Comunidad Europea tiene un d¨¦ficit agr¨ªcola de 2,7 billones de pesetas al a?o, mientras Estados Unidos registra un s¨²peravit de 1,8 billones. Esta es s¨®lo una de las diferencias.En la Comunidad hay 10 millones de agricultores, mientras que en Estados Unidos son s¨®lo dos millones. Esa distancia demogr¨¢fica tiene tambi¨¦n una lectura social y pol¨ªtica, pues el 8% de la poblaci¨®n comuni tarla vive del campo y en pa¨ªses como Francia los campesinos son decisivos a la hora de elegir o derribar un Gobierno. En Europa, la media de superficle por explotador son 13 hect¨¢reas, frente a 187 hect¨¢reas en Estados Unidos. A la ventaja en productividad se une el poder comercial y Financiero de que los estadounidenses son quienes fijan los precios mundiales y controlan los mercados de futuros.
El problema de las subvenciones tiene ribetes falsos. En 1990 las ayudas de la Comunidad se traducen en 1,06 millones de pesetas por agricultor (10,6 billones). La Administraci¨®n Bush acaba de aprobar un programa quinquenal recortado de subvenciones de 17 billones de pesetas, que representa un apoyo de 1,7 millones de pesetas por agricultor y a?o. A ello se a?aden otros incentivos no cuantificados que soportan cada Estado federado. La diferencia es que en la Comunidad Europea las subvenciones afectan a los aranceles y a las exportaciones, es decir, ata?en a las reglas del GATT, mientras Estados Unidos ha elegido el camino previo de beneficiar a las rentas.
La guerra agr¨ªcola que se ha desarrollado estos d¨ªas en Bruselas dentro de las negociaciones de la fase final de la Ronda de Uruguay del GATT ech¨® sus cimientos en los or¨ªgenes de la Comunidad. Los pa¨ªses europeos montaron una pol¨ªtica agraria para pasar de la escasez alimentaria a la abundancia. Para ello establecieron elevados aranceles en frontera con los que financlaron precios internos y aseguraron unas rentas aceptables a sus agricultores.
El resultado final es que la CE subvenciona un problema social con precios que son hasta tres veces superiores a los del mercado internacional, como es el caso de los cereales. A trav¨¦s de la protecci¨®n, la Comunidad lleg¨® a los excedentes, que empez¨® a penalizar t¨ªmidamente a partir de 1986 para evitar una ruina presupuestaria. Europa financia la exportaci¨®n de los excedentes para poder vender a una tercera parte de su precio productos que fueron pagados al agricultor tres veces m¨¢s caros.
El hecho de que, por esta v¨ªa y por la de las ayudas alimentarias a otros pa¨ªses, la Comunidad haya arrebatado peque?as partes de mercados a los exportadores tradicionales y, por autosuficiente, cerrando la puerta al grueso de las importaciones, es lo que la enfrenta contra todos. Estados Unidos ha convertido el tema de las subvenciones en el eje de la Ronda de Uruguay, concocada a petici¨®n propia una vez que perdieron ante la CE el puesto de primera potencia comercial. En la primera ocasi¨®n en que se discute liberalizar la agricultura quiere conseguir un recorte del 75% en lugar del 30% que ofrece la Comunidad Europea.
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