Estrenos y premios en el Festival de Orquestas Juveniles

En la sucesi¨®n de actuaciones a cargo de distintas orquestas juveniles -las dos de Murcia, Bilbao. Kosice, Doual, Mil¨¢n y Leningrado- hay que destacar algunos aspectos de acusado inter¨¦s. Uno de ellos es, sin duda, la celebraci¨®n de las bodas de plata por parte de la Coral Universitaria murciana, fundada en 1966 por quien fue su primer director Enrique Gonz¨¢lez Semitiel. Inmediatamente, hemos de resaltar los m¨¦ritos de la Orquesta del Conservatorio de Mil¨¢n, no s¨®lo por la calidad individual y colectiva del grupo sino tambi¨¦n por la personalidad de su director: Daniele Callegari (Mil¨¢n, 1960) es un conductor brillante, seguro, efectivo y de gran poder de corrunicaci¨®n al que aguarda una muy brillante carrera. Con la Sinfon¨ªa concertanle para viol¨ªn y viola, de Mozart y El carnaval de los animales, los j¨®venes italianos nos dieron a conocer el Solo para orquesta, de Rafael Cacciola (Mil¨¢n, 1965). Es p¨¢gina de seguro trazo, muy comumcativa y clara de l¨ªneas dentro de un lenguaje plenamente actual.

El madrile?o Jorge Fern¨¢ndez Guerra (1952) trabaj¨® en el Conservatorio y m¨¢s tarde recibi¨® gran influencia de Luis de Pablo, lo que, en cierta medida, se advierte en sus pentagramas ¨²ltimos como son los de Reli¨¦s aux ¨¦toiles. El estreno por la Orquesta Internacional del Festival 91, formada por instrumentistas de las agrupaciones participantes, dirigida por el profesor griego-austriaco Christos Polyzoides, no alcanz¨® la perfecci¨®n y nitidez expositiva deseables pero permiti¨® al p¨²blico conectar con el pensamiento inconformista, planificador y minucioso de Fern¨¢ndez Guerra, lo que le vali¨® una acogida muy favorable.

Otro estreno importante, esta vez a cargo de la joven Orquesta de Leningrado, dirigida profesoralmente por Vlad¨ªmir Althusler, fue el Concierlo para violonchelo y cuerda, del italiano Luca Cori (Varese, 1964), un trabajo de calidad que mereci¨® el premio Murcia de Composici¨®n, 1990, por la versatilidad lograda entre instrumentos de una sola familia, la excelente construcci¨®n y la naturalidad del discurso.

Cap¨ªtulo esencial en el Festival de Murcia son, cada a?o, los concursos de composici¨®n y de interpretaci¨®n. Esta vez el premio a la creaci¨®n recay¨® en el japon¨¦s Shigeru Kan-no (Fukushira, 1964). Los j¨®venes sovi¨¦ticos se hicieron con los premios de viol¨ªn, viola y contrabajo, obtenidos por Anna Laukina, Serguei Levitin, Dimitri Ashkenazi y Nazaret Kourtchian, en tanto Reija Lurio, de Italia, ganaba el galard¨®n de violonchelo.