Winnie Mandela, condenada a 6 a?os de c¨¢rcel
Winnie Mandela, esposa de Nelson Mandela, dirigente del movimiento anti-apartheid Congreso Nacional Africano (ANC), fue condenada ayer a seis a?os de prisi¨®n tras ser declarada culpable del secuestro de seis j¨®venes negros (lo que le cost¨® cinco de los a?os de su sentencia) y de complicidad en la agresi¨®n de que fueron objeto. Winnie dej¨® el tribunal tras pagar una fianza de 200 rands (unas 7.600 pesetas) y su abogado defensor, George Bizos, asegur¨®, que apelar¨¢ contra el veredicto. El juez no ha decidido si admitir¨¢ el recurso. "A¨²n no se ha dicho la ¨²ltima palabra", asegur¨® el marido de la condenada, que considera que su esposa es inocente.
El magistrado del Tribunal Supremo Michael Stegman asegur¨® que la esposa de Nelson Mandela no mostr¨® "el m¨¢s m¨ªnimo remordimiento" por sus acciones y que no hab¨ªa ning¨²n indicio de que ¨¦stas no pudieran repetirse. Como dirigente de una comunidad ostenta, a?adi¨®, una "pesada responsabilidad" a la que traicion¨® cuando "conspir¨® para privar a las cuatro v¨ªctimas de su libertad" en el gueto de Soweto, en las afueras de Johanesburgo, en el a?o 1988.Stegman asegur¨® que los cuatro j¨®venes fueron sacados a la fuerza de la rector¨ªa metodista de Soweto y no pudieron recurrir a nadie, ni siquiera a la polic¨ªa. Uno de ellos, el activista negro de 14 a?os de edad Stomple Selpel, fue encontrado posteriormente degollado en una fosa del gueto. Jerry Richardson, el entrenador del club de f¨²tbol de Mandela, cuyos integrantes actuaban como sus guardaespaldas, fue sentenciado a muerte por este asesinato.
Otra procesada en el mismo caso, Sollxwa Falati, fue condenada a cuatro a?os por secuestro y dos por agresi¨®n, y fue puesta en libertad bajo fianza de 19.000 pesetas. El tercer acusado, el ch¨®fer de Winme, John Mongar, fue sentenciado a un a?o, con suspensi¨®n de condena, por secuestro.
Conmoci¨®n
El veredicto produjo una aut¨¦ntica conmoci¨®n en la tribuna de prensa y en la repleta sala del tribunal, pero la condenada lo recibi¨® con calma aparente. Se limit¨® a susurrar unas palabras a Falati y a sonreir, antes de abandonar el local. Nelson Mandela se encontraba ausente, en un mitin en la universidad de Stelleribosch, cerca de Ciudad del Cabo.Tras salir del juzgado, Winnie Mandela, con su habitual actitud desafiante, levant¨® sonriente el pu?o. Nelson, sin embargo, se mostr¨® muy preocupado por el resultado de un proceso que ha durado tres meses y durante el cual ha apoyado sin reparos a su esposa. "No tengo ninguna duda de que es inocente", dijo ya el pasado mes de febrero, cu¨¢ndo estaba a punto de cumplir su primer a?o en libertad tras 27 en prisi¨®n. En su opini¨®n, las acusaciones contra Winnie eran parte de una maniobra de hostigamiento dirigida tambi¨¦n contra el ANC. Pero no es probable que la sentencia cause problemas pol¨ªticos a Nelson Mandela. Su papel como l¨ªder del movimiento contra la segregaci¨®n racial y como posible primer presidente negro de Sur¨¢frica est¨¢ fuera de toda cuesti¨®n, en tanto que la sentencia puede colocar a su esposa en el papel de m¨¢rtir en la ¨²ltima etapa de] sistema de apartheid. En el tribunal, describi¨® las pruebas en su contra como un montaje
"Mentirosa"
El juez Stegman, sin embargo, critic¨® duramente su actitud durante el proceso. "Se mostr¨® en numerosas ocasiones como una tranquila, controlada, deliberada y descarada mentirosa", se?al¨®. Y a?adi¨® que "pervirti¨® deliberadamente" la verdad cuando declar¨® que no conoc¨ªa a los cuatro j¨®venes que fueron conducidos a la fuerza a su casa. "No estaba preparada para hablar con candor. Sus respuestas parec¨ªan haber sido calculadas para encajar con cualquier cosa que los testigos que apoyaban su coartada pudieran declarar".
Han pasado dos a?os desde que Winnie Mandela fue separada de la comunidad negra por el Frente Democr¨¢tico Unido y Cosatu (el movimiento sindical negro), que entonces reflejaba la voz del ANC del interior, por "violar el esp¨ªritu y la esencia del movimiento democr¨¢tico" con su supuesta implicaci¨®n en los acontecimientos ahora juzgados.
Pero un a?o despu¨¦s su marido fue liberado de su encarcelamiento y ella inici¨® una lenta recuperaci¨®n en el ANC.
Winme es una militante dentro de la organizaci¨®n, con especial apoyo por parte de los j¨®venes y de los partidarios de la l¨ªnea dura, que a¨²n dudan sobre el abandono de la lucha armada. Viste con frecuencia uniformes caqui de guerrillera en los actos p¨²blicos, pero tambi¨¦n es conocida por sus coloridos atuendos y sus turbantes, t¨ªpicamente africanos. Winnie es, asimismo, una mujer de gran encanto y carisma y, seg¨²n sus ¨ªntimos, una c¨¢lida y amorosa madre.
Nelson Mandela est¨¢ profundamente enamorado de su mujer, y sus colaboradores en el ANC comentan que se niega a escuchar una sola palabra en contra de ella.
En agosto del a?o pasado, Winnie fue nombrada jefe del departamento de Bienestar Social del ANC (a mediados de los a?os 50, fue la primera mujer negra de Sur¨¢frica que obtuvo el t¨ªtulo de asistenta social), y poco despu¨¦s ingres¨® en el comit¨¦ ejecutivo del ANC para Johanesburgo y su entorno. Tales nombramientos suscitaron una ola de protestas por parte de veteranos militantes que percib¨ªan un claro nepotismo en la dinast¨ªa Mandela.
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