Un gran pianista

Como protagonista del Concierto n¨²mero 4 en sol menor, escrito en 1926 y revisado en 1941, de Sergio Rachmaninov, triunf¨® una vez m¨¢s en Madrid nuestro gran pianista Joaqu¨ªn Ach¨²carro. Obra muy poco programada, quiz¨¢ no sea de tan espont¨¢nea efusividad como los otros tres conciertos o la Rapsodia, pero en todo caso nos muestra la fusi¨®n estrecha entre compositor y pianista que caracterizaron y decidieron la personalidad del m¨¢s ilustre "rom¨¢ntico rezagado".Excelentemente asistido por Enrique Garc¨ªa Asensio y la ONE, Ach¨²carro mostr¨® su virtuosismo de alto vuelo, venci¨® con aparente facilidad las muchas dificultades que la obra encierra y dej¨® sentada una categor¨ªa que tiene reconocida internacionalmente desde hace a?os. Ach¨²carro siempre mejora sus actuaciones anteriores, cosa bien dif¨ªcil pues en cada una de ellas alcanza marcas de problem¨¢tica superaci¨®n. Estamos ante un artista poderoso, riguroso en extremo y, a la vez, comunicativo y refinado, en el que se funden valores contrastados: clasicismo y romanticismo en el pensamiento; tradici¨®n y modernidad en la t¨¦cnica y el estilo. Una viv¨ªsima versi¨®n de la obertura escrita por Ram¨®n Carnicer para el Barbero rossiniano, alert¨® a la audiencia y, como cierre, Garc¨ªa Asensio incluy¨® la Segunda sinfon¨ªa de Chaikovski, cuya versi¨®n no s¨®lo es admirada sino familiar. El ¨¦xito fue muy grande.