Todo el Congreso, salvo el Partido Popular, aprob¨® ayer la reforma fiscal

La tercera reforma fiscal de la democracia se aprob¨® ayer en el Congreso con el respaldo de todos los grupos parlamentarios, salvo el PP. El nuevo impuesto sobre la renta y el patrimonio costar¨¢ al erario p¨²blico una cantidad cercana al medio bill¨®n de pesetas, seg¨²n Hacienda. El coste ser¨¢ asumible si se produce, como se propone el Gobierno, un mayor reparto de la carga fiscal; es decir, que los trabajadores paguen menos, los empresarios y profesionales contribuyan en mayor medida y que la regularizaci¨®n fiscal consiga aflorar el dinero negro. La reducci¨®n de la tarifa, el fomento fiscal del ahorro, la deducci¨®n por alquileres y por guarder¨ªas, y el mejor tratamiento de las rentas del trabajo son las principales novedades de la reforma.

S¨®lamente el Partido Popular ha mantenido hasta el ¨²ltimo momento su oposici¨®n a la reforma fiscal que ayer se aprob¨® en el Congreso. Los restantes grupos parlamentarios, incluido el socialista, han conseguido ara?ar modificaciones al texto remitido por el Gobierno, lo que ha facilitado un amplio apoyo por parte del Parlamento al nuevo impuesto sobre la renta y el patrimonio.El precio de este consenso se ha elevado desde los 300.000 millones de pesetas en principio previstos hasta cerca de medio bill¨®n de pesetas. El ministro de Econom¨ªa y Hacienda, Carlos Solchaga, neg¨® ayer en el Congreso que la merma de ingresos derivada de la reforma se vaya a traducir en un menor gasto p¨²blico o en el aumento de otros impuestos con este fin.

Su prop¨®sito es que exista un mayor reparto de la carga Fiscal, que paguen impuestos los que hasta ahora no lo han hecho y que Hacienda sea m¨¢s eficaz. En concreto, el Gobierno se propone elevar la tributaci¨®n de empresarios y profesionales con la reforma de la estimaci¨®n objetiva singular que entrar¨¢ en vigor paralos sectores en 1992 y para un total de 50 sectores en los pr¨®ximos a?os.

La regularizaci¨®n fiscal permitir¨ªa, si tiene ¨¦xito. que paguen impuestos los que hasta ahora no lo han hecho. Por ¨²ltimo, la puesta en marchade la Agencia Tributarla "antes de final de a?o" dar¨¢ m¨¢s autonom¨ªa y eficacia a la maquinarla recaudatoria.

El objetivo don todas estas reformas es que el sistema fiscal adquiera velocidad de crucero" a partir de 1994, es decir, que se acerque lo m¨¢s posible al mandato constitucional de que cada uno contribuya de acuerdo con su capacidad econ¨®mica. El coste se enjugar¨¢ a lo largo de estos tres a?os y ser¨¢ m¨¢s soportable a medida que se consiga el objetivo de limpiar el fraude.

Esta es la tercera vez en el sistema democr¨¢tico que se ernprende una reforma fiscal en profundidad. La primera, en el a?o 1978 y la segunda como consecuencia de la sentencia del Tribunal Constitucional de febrero de 1989 que oblig¨® a establecer un impuesto sobre los individuos y no sobre las familias.

Rebaja de tarifa

La imposibilidad de elevar la tarifa para los solteros -nadie pod¨ªa salir perjudicado- ha llevado a esta tercera reforma que ha pretendido, adem¨¢s, armonizar la legislaci¨®n espa?ola en el marco de la Comunidad Europea. El nuevo impuesto sobre la renta y el patrimonio aprobado ayer entrar¨¢ en vigor en 1992, es decir, se aplicar¨¢ en las declaraciones que se presenten en junio de 1993.

La principal novedad de la reforma consiste en que se establecen por primera vez dos tarifas distintas, una para las declaraciones individuales -solteros y matrirnonios que deciden tributar por separado- y otra para los casados que las presenten de forma conjunta. Junto a las dos tarifas se ha producido una reducci¨®n general de los tipos impositivos de forma que el m¨ªnimo pasa del 25%, actual al 20% y el m¨¢ximo del 56% al 53%.

Las rentas del trabajo salen tambi¨¦n beneficiadas con la reforma. En concreto, se eleva al 5% -desde el 2% actual- la deducci¨®n por gastos con un l¨ªmite m¨¢ximo de 250.000 pesetas. Como contrapartida, se someten por primera vez a tributaci¨®n las rentas en especie -coches, casas, participaci¨®n en beneficiosque las empresas pagan como parte del sueldo a sus ejecutivos.

El ahorro popular recibe tambi¨¦n por primera vez un tratamiento fiscal beneficioso. En concreto, se libera de tributaci¨®n el primer mill¨®n de pesetas obtenido como rendimiento de unas cuentas de ahorro especiales -a¨²n por dise?ar-, siempre que se mantenga el dinero inmovilizado durante cinco a?os y la cantidad total no exceda de los 10 millones de pesetas.Vivienda

Otra novedad es que se podr¨¢ deducir la cantidad pagada en concepto de alquiler de vivienda en un 15% y con un m¨¢ximo de 75.000 pesetas por a?o. Este beneficio se reserva a los contribuyentes cuyos ingresos no superen los tres millones de pesetas anuales.

En la compra de vivienda habitual se mantiene la deducci¨®n en la cuota del 15'Yo de la inversi¨®n efectuada y las 800.000 pesetas de desgravaci¨®n en la base de los intereses de capitales ajenos invertidos. Para la declaraci¨®n conjunta la desgravaci¨®n por intereses pasa de 1,6 millones a un mill¨®n de pesetas. Se mantiene tambi¨¦n la consideraci¨®n como ingreso del 2% del valor catastral de la vivienda propia.

Los gastos de guarder¨ªa y custodia de ni?os menores de tres a?os tambi¨¦n ser¨¢n deducibles en la renta con un m¨¢ximo de 25.000 pesetas por a?o.

Con car¨¢cter general se eleva a un mill¨®n de pesetas la obligaci¨®n de declarar el IRPF para las individuales mientras que para las conjuntas se establece en 1,2 millones.