Agassi-Courier, final estadounidense
La final masculina de Roland Garros ser¨¢ un festival norteamericano. Por primera vez desde 1954, cuando Tony Trabert gan¨® a Art Larsen, los dos protagonistas ser¨¢n estadounidenses: Andr¨¦ Agassi y Jim Courier, dos pegadores de la raqueta nacidos ambos en 1970. Agassi derrot¨® ayer a Boris Becker (Alemania) por 7-5, 6-3, 3-6 y 6-1, y le imposibilit¨® superar a Stefan Edberg (Suecia) como n¨²mero uno mundial. Jim Courier venci¨® a Michael Stich (Alemania) por 6-2, 6-7 (840), 6-2 y 6-4. ?sta ser¨¢ la tercera final de un torneo del Grand Slam que juega Agassi, te¨®rico favorito para la de ma?a?a en Par¨ªs, que perdi¨® las finales de Roland Garros y del Open de Estados Unidos en 1990.
En Par¨ªs, el a?o pasado, Agassi perdi¨® ante Andr¨¦s G¨®mez (Ecuador) y en el Open de Estados Unidos, tambi¨¦n en 1990, frente a Pete Sampras (EEUU). Ayer, cuando gan¨® el ¨²ltimo punto, se fue lentamente hacia la red, salt¨® sobre ella y se dirigi¨® hacia Becker. Ambos se fundieron en un abrazo amistoso y caminaron unidos, charlando, hasta llegar a la altura del juez de silla. Fue una imagen inusual en el mundo del tenis."Boris me dijo que se alegraba de mi triunfo y que merec¨ªa estar en la final, y que ¨¦l no hab¨ªa logrado concentrarse", explic¨® Agassi. "Andr¨¦ merece mi respeto como persona", apunt¨® Becker, "y me lo ha demostrado muchas veces. No es un payaso o simplemente un jugador de tenis. Es mucho m¨¢s que eso".
El abrazo amistoso, casi fraternal, no tuvo nada que ver con el partido, jugado a un ritmo violent¨ªsimo, pero muy inteligente. En el primer set estuvo la clave. Ambos jugaron un tenis de un nivel alt¨ªsimo, buscando m¨¢s los golpes ganadores que los errores del rival. Becker tuvo su gran oportunidad cuando se escap¨® con 4-3 y el saque en su poder. Pero Agassi reaccion¨®. 'Luego, Becker tuvo cuatro oportunidades. para colocarse con ventaja de 6-5 y as¨ª asegurarse, como m¨ªnimo, el desempate. Y de nuevo Agassi, con unos golpes dur¨ªsimos abriendo ¨¢ngulos que desbordaron al alem¨¢n, gan¨® la partida. Luego, con su servicio cerr¨¦ la primera manga.
Cuando dos jugadores de este nivel libran una batalla tan brutal como la de este primer set, el que sale victorioso tiene una ventaja enorme. Ha creado la duda en un rival que ha cedido en una manga en la que ha jugado muy bien. Y eso le sucedi¨® ayer a Becker.
Agassi movi¨® muy bien a Becker y le gan¨® la segunda manga por 6-3. En el tercer set, sin embargo, baj¨® su ritmo y Boris se escap¨® con un 6-3. La batalla segu¨ªa. Todas las bolas pasaban a pocos cent¨ªmetros de la red a toda velocidad y eran devueltas a¨²n con m¨¢s fuerza. Era una pelea a pelotazos. Y, curiosamente, fue Becker el que acab¨® perdiendo.
En la cuarta manga perdi¨® la iniciativa. Su primer servicio, sin duda su mejor arma ofensiva, no era lo suficientemente acertado para presionar a Agassi y ¨¦ste aprovech¨® la peor movilidad del alem¨¢n para lanzar golpes ganadores.
Menor espect¨¢culo
La otra semifinal fue menos espectacular. Courier, al que entrena el espa?ol Jos¨¦ Higueras es tan pegador como Agassi, pero un poco peor jugador; y Stich tiene tan buen servicio como Becker, pero sus otros golpes son inferiores. Courier se mostr¨® m¨¢s compacto y s¨®lo su concentraci¨®n, que se esfum¨® por completo en el segundo set, le impidi¨® cerrar el trabajo en tres mangas.Gan¨® la primera por 6-2, pero en la segunda se vio empujado a jugar un desempate pese a que rompi¨® dos veces el servicio de Stich. Este segundo set fue desastroso, con continuos errores directos de ambos jugadores. Courier elev¨® su nivel a partir de la tercera manga y desde el fondo de la pista, con una tremenda pegada, super¨® a un Stich que, debido al cansancio, llegaba cada vez peor a la red en sus ataques, para ganar el partido en cuatro sets.
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