Viajeros sin tren
Taxistas abusones, veraneantes amargados y escasez de autobuses para un d¨ªa de caos
CHARO NOGUEIRA, El ambiente recordaba al de un campo de refugiados: cansancio, incertidumbre y bultos. Pero no eran kurdos ni palestinos, sino viajeros en la estaci¨®n de Chamart¨ªn (Madrid), ayer por la ma?ana. La madre de todas las batallas era conseguir llegar a un funeral en C¨®rdoba, al apartamento alquilado en Alicante o empezar unas vacaciones europeas en Par¨ªs. La amenaza de ETA sobre las v¨ªas f¨¦rreas, que llev¨® a la suspensi¨®n del servicio durante varias horas, ha amargado el comienzo de las vacaciones a miles de personas. Quienes ven¨ªan de Barcelona se encontraron haciendo escala en Albacete. Y tuvieron suerte: no hubo autobuses para todos, y algunos taxistas elevaron la tarifa.
"Nosotras venimos de unos ejercicios espirituales en Navas del Rey y queremos volver al convento, en C¨®rdoba, pero no sabemos cu¨¢ndo podremos", explica sor Mar¨ªa Teresa. Esta madre superiora y sus tres compa?eras, Clarisas Capuchinas, creen que en la estaci¨®n de Chamart¨ªn est¨¢n aprendiendo mucho m¨¢s de paciencia y templanza que el cursillo que acaban de hacer. "Aqu¨ª s¨ª que hay que tener resignaci¨®n cristiana", bromean.Con la locuacidad propia de quien pone la clausura en excedencia por unas horas, las sores de h¨¢bito marr¨®n miran sorprendidas al mundo que se extiende a su alrededor: un magma de viajeros frustrados, llenos de bultos, que aspiran a conseguir una dif¨ªcil obra de misericordia: dar tren al viajero.
En informaci¨®n tratan de ense?ar al que no sabe, pero aquello es un infierno. Casi un centenar de personas se abalanza sobre el mostrador, atendido por s¨®lo cuatro empleados. La situaci¨®n es tan disuasoria que Antonio Pardo prefiere seguir en la ignorancia. Este jefe de personal de TVE, escopeta al hombro y bolsa a los pies, se queja amargamente: "Es una locura la cola para informaci¨®n. Los paneles no dicen nada y no hay forma de aclararse. Yo empezaba hoy mis vacaciones".
"Yo no volver¨¦ a viajar con la Renfe, aunque los responsables de todo son los se?orines de la ETA", afirma Mar¨ªa Jes¨²s Grande, a punto de salir en autob¨²s a M¨¢laga. "Dicen por los altavoces que devuelven el importe del billete, pero resulta que no tienen dinero en las taquillas", afirma. En los despachos niegan la falta de liquidez.
Ni bocadillo ni dinero
Como Mar¨ªa Jes¨²s, los dem¨¢s viajeros de] tren Picasso -Bilbao-M¨¢laga- ten¨ªan prev¨ªsta la llegada a la capital andaluza para las 10.30 de la ma?ana, pero a las 13.30 se suben a los autobuses en Madrid. "Dicen que ahora nos van a dar un bocadill¨®", comenta Jos¨¦ Antonio Delgado. Ni para un bocadillo tienen tres militares colombianos. No han podido cambiar moneda espa?ola. "?Es una amenaza del terrorismo libio?", preguntan vivamente. Respiran al saber que es vasco. "Es que, como somos soldados de la Fuerza Multinacional del Sina¨ª tenemos-orden de presentarnos en Rorna si hay amenazas libias", explican.
Ignacio de la Moneda se pregunta c¨®mo llegar a tiempo a un funeral en C¨®rdoba. A su lado, un hombre trata de calmar a dos ni?os. Mari Carmen Cami?o, est¨¢ casi contenta. Ha tardado 18 horas, pero lleg¨®, desde Figueras (Gerona) a Madrid con desv¨ªo por Albacete y desde all¨ª, en bus.
A las 15.00 los altavoces dan la salida de los primeros trenes de cercan¨ªas. Los taxistas que cobran 50 pesetas por kil¨®metro de viaje, en lugar de las 42 pesetas que marca la tarifa, empiezan a perder su agosto.
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