Cerrar el abanico

C. M., La financiaci¨®n que cada comunidad aut¨®noma tiene por habitante var¨ªa en funci¨®n de las competencias asumidas y de otras variables como la poblaci¨®n, el ¨ªndice de pobreza relativa, el esfuerzo fiscal o la superficie. Las diferencias entre el dinero de que dispone cada comunidad responden en buena parte a estos factores, pero "es posible que el actual abanico sea mayor que el estrictamente atribuido a los mismos", seg¨²n se se?ala en el documento del Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda.

El cuadro de arriba recoge estas diferencias teniendo en cuenta la participaci¨®n en los ingresos del Estado, la recaudaci¨®n de tributos cedidos y tasas, la compensaci¨®n transitoria del Fondo de Compensaci¨®n Interterritorial y la subvenci¨®n a la gratuidad de la ense?anza.

As¨ª, entre las comunidades sin competencias en educaci¨®n, la dispersi¨®n ha variado en el a?o 1990 desde las 16.509 pesetas por habitante para Murcia a un m¨¢ximo de 34.083 pesetas para La Rioja, con una desviaci¨®n t¨ªpica del 26,6%.

En las comunidades con competencias en educaci¨®n, la dispersi¨®n en ese a?o var¨ªa desde un m¨ªnimo de 56.442 pesetas por habitante para Valencia a un m¨¢ximo de 80.025 pesetas para Canarias, con una desviaci¨®n t¨ªpica del 12,1%.

El documento concluye que "cierto grado de dispersi¨®n siempre deber¨¢ existir". Ahora bien, "en la negociaci¨®n que ahora se abre parece razonable que se exploren soluciones que permitan disminuir en alguna medida el actual nivel de dispersi¨®n".