Cultura justifica su ausencia de la reun¨®n europea de museos por falta de dinero

El III Sal¨®n Internacional de Museos y Exposiciones (SIME) se abrir¨¢ hoy al p¨²blico de Par¨ªs con la presencia de instituciones de 15 pa¨ªses, entre las que no se cuenta el Ministerio de, Cultura espa?ol. Cultura alega falta de dinero para justificar su ausencia. "No ten¨ªamos demasiadas novedades que aportar con respecto a la pasada convocatoria, pero s¨ª hac¨ªa falta ese dinero para arreglar museos, as¨ª que consideramos que era mejor dejarlo para una pr¨®xima edici¨®n", dijo ayer el director de los Museos Estatales, Andr¨¦s Carretero. El SIME es una manifestaci¨®n bienal que tiene por objetivo dar a conocer las actividades que van a desarrollar, a lo largo de 1992 y 1993, unos 300 museos europeos.

La presencia espa?ola en el SIME es muy reducida, limit¨¢ndose a tres casetas: la del Servicio de Museos de la Generalitat catalana, la del Museo de Teruel y la del Ayuntamiento de Barcelona, centrada en su pol¨ªtica de publicaciones. El apartado de cooperaci¨®n, promoci¨®n y difusi¨®n cultural al exterior del Ministerio de Cultura, que particip¨® en la pasada edici¨®n del SIME, pas¨® de 1.907 millones de pesetas en 1991 a 1.634 en 1992.El SIME se ha convertido en un encuentro que es hijo del auge del llamado "turismo cultural", uno de los fen¨®menos de la d¨¦cada de los ochenta. S¨®lo en Francia, el n¨²mero de visitantes que reciben los 34 museos nacionales ha pasado de 9,5 millones en 1980 a 15 millones en 1990. En ese mismo periodo el Estado ha invertido 8.217 millones de francos (alrededor de 160.000 millones de pesetas) en construir, ampliar y renovar museos.

La tercera reuni¨®n del SIME supone su definitiva europeizaci¨®n, y permitir¨¢ plantear cuestiones relacionadas con el crecimiento, tur¨ªstico asociado a los museos. Peque?as poblaciones han visto cuadruplicar el n¨²mero de visitantes que acuden atra¨ªdos por el prestigio de su museo. Algunas grandes exposiciones -como las dedicadas a Van Gogh o a Rembrandt- han beneficiado de un flujo tur¨ªstico a toda una ciudad, como es el caso de Amsterdam.

Reunificaci¨®n

En 1980, el n¨²mero de expositores no franceses en el SIME no iba m¨¢s all¨¢ de un 100/o; en 1992 el porcentaje se sit¨²a alrededor del 50%. Entre los presentes destacan los museos de Berl¨ªn y el c¨®mo afrontan la reunificaci¨®n, as¨ª como la presencia por primera vez de instituciones del Este del continente. Los museos m¨¢s conocidos representados en el SIME son el Rijkmuseum de Amsterdam; el Pergamon de Berl¨ªn; el Louvre, el D'Orsay y el de La Villette de Par¨ªs; la Galer¨ªa Nacional de Praga; el Museo de Historia de la Ciudad de Viena; el Museo Correr de Venecia, y el Norst Folkinuseum de Oslo o los organismos que agrupan los museos del Quebec canadiense, de Francia, de la comunidad franc¨®fona en B¨¦lgica, de la Toscana o de Suiza.

Entre otros museos, la National Gallery of Scotland propone una muestra de lo que va a ser su gran exposici¨®n dedicada a la fotograf¨ªa de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, especialmente a los pioneros Hill y Adamson (en oto?o las fotos se, mostrar¨¢n en el Mus¨¦e D'Orsay); el Tyroler Museum de Insbruck nos anticipa la que ser¨¢ su propuesta sobre la instauraci¨®n de la Casa de Austria en Espa?a a partir del arte de la ¨¦poca de los Reyes Cat¨®licos y de Maximiliano I; en Italia se aprestan a celebrar el 5000 aniversario de la muerte de Piero della Francesca. Los alemanes presentan tambi¨¦n su a¨²n no inaugurado Museo de Historia Contempor¨¢nea, radicado en Bonn, y nos invitan a una visita simulada por ordenador. El museo, en palabras del canciller Kohl, est¨¢ dedicado "a la historia de nuestro Estado y de la naci¨®n dividida".

Un ejemplar del Manifiesto comunista firmado por Egon Krenz, Eric Hoeneker y Mija¨ªl Gorbachov testimonia el brusco aceler¨®n que ha vivido la historia alemana reciente. Y si la entrada del pasado inmediato en el museo sorprende, tambi¨¦n sorprenden algunas de las piezas expuestas en el SIME, como por ejemplo unas esculturas neol¨ªticas rumanas que se exhiben en Bucarest junto a una tambi¨¦n bell¨ªsima escultura de Brancusi o la fant¨¢stica maqueta animada de una f¨¢brica del siglo XIX.

Las tres actividades b¨¢sicas del museo -conservaci¨®n, investigaci¨®n y difusi¨®n- han cobrado nueva vida estos ¨²ltimos a?os. En Par¨ªs, el proyectado Museo del Arte e Historia del Juda¨ªsmo no' se acaba porque existen diferencias de concepto entre ayuntamiento y ministerio.

El SIME acoge tambi¨¦n expositores relacionados con otro tipo de servicios museol¨®gicos, desde empresas que montan cafeter¨ªas, hasta fabricantes de maquetas pasando por quienes utilizan la energ¨ªa at¨®mica para restaurar.