G¨¹nter Grass: "Alemania ha sustituido el muro por un abismo social"
El escritor alem¨¢n presenta en Barcelona su libro 'Madera muerta' y expone su obra gr¨¢fica
El novelista alem¨¢n G¨¹nter Grass (Gdansk, 1927) lleg¨® ayer a Barcelona para presentar la traducci¨®n espa?ola de su libro Madera muerta, de claro contenido ecol¨®gico, publicado por C¨ªrculo de Lectores. Grass present¨® tambi¨¦n una exposici¨®n de la obra gr¨¢fica que acompa?a a algunos de sus libros. En conferencia de prensa, el autor de El tambor de hojalata critic¨® lo que ¨¦l llama "la chapuza de la reunificaci¨®n alemana", censur¨® la forma en que se han hecho p¨²blicos los archivos de la polic¨ªa secreta de la ex RDA y dijo con pesimismo: "Alemania ha sustituido el muro por un abismo social".
G¨¹nter Grass empez¨® la conferencia de prensa hablando de literatura, aunque no tardar¨ªa en entrar en temas pol¨ªticos. De su nuevo libro, Malos presagios, que aparecer¨¢ en mayo en Alemania y cuya traducci¨®n espa?ola publicar¨¢ Alfaguara en oto?o, dijo: "En todo el mundo estamos viviendo tiempos de malos presagios sobre lo que se avecina. Hace m¨¢s de diez a?os, el Club de Roma ya avis¨® que si se segu¨ªan gestionando los recursos de la Tierra como se estaba haciendo se agotar¨ªan y se acabar¨ªa destruyendo a la humanidad. Fue un presagio deso¨ªdo y algunos hasta se rieron de ¨¦l. Hoy, sin embargo, ya nadie r¨ªe, porque los presagios se van confirmando... Por eso en Madera muerta ya abord¨¦ el mundo actual en los a?os ochenta. Despu¨¦s, en La ratesa, recurr¨ª a la s¨¢tira para abordar los problemas de la humanidad, pero ahora me doy cuenta de que ya no puedo satirizar, porque estamos enfrentados a unos hechos concretos. En mi nuevo libro, los malos presagios apuntan a otro tema, a las dif¨ªciles relaciones entre polacos y alemanes, que han provocado heridas profundas a grandes grupos de personas".En esta nueva novela, titulada en alem¨¢n Unkenrufe (literalmente, el croar de los sapos), Grass entremezcla una historia de amor con grandes acontecimientos de la historia reciente de Alemania, como la ca¨ªda del muro y la guerra del Golfo. Como prueba de la meticulosidad que le caracteriza, el autor alem¨¢n reuni¨® a fines del pasa do a?o a varios de sus traductores, entre ellos el espa?ol Miguel S¨¢enz, para analizar aspectos concretos de la obra en un seminario de tres d¨ªas de duraci¨®n. "Es una condici¨®n que impuse en mi contrato con la editorial", coment¨® Grass, "y que creo que repercute en un mejor conocimiento de la obra y, por tanto, en una mayor calidad a la hora de la traducci¨®n".
La fuerza de la imagen
Sobre Madera muerta, una obra en la que predomina la imagen sobre el texto, afirm¨® Grass: "Pienso que el contenido determina la forma. Cuando hace cinco a?os estuve en Calcuta con mi mujer me di cuenta de que el lenguaje fracasaba ante la realidad; surgi¨® la imagen y recurr¨ª a ella para expresar los barrios pobres de Calcuta. Y de la imagen surgi¨® la palabra. Por eso tambi¨¦n en Madera muerta compagino texto y dibujo, que se complementan y se necesitan mutuamente. El libro surgi¨® despu¨¦s de visitar varios bosques agonizantes. Dibuj¨¦ lo que ve¨ªa, porque la realidad era tan triste que me fallaban las palabras. La imagen es, pues, la protagonista en Madera muerta, y va acompa?ada de aforismos y de un ep¨ªlogo necrol¨®gico, como un canto f¨²nebre a la realidad que se autodestruye".Las ilustraciones originales de Madera muerta, de gran impacto de denuncia ecol¨®gica, as¨ª como las de los ciclos Calcuta y La ratesa, se exponen estos d¨ªas en la sede de C¨ªrculo de Lectores en Barcelona, junto con 43 grabados y 16 litograf¨ªas del escritor.
Aunque Grass manifest¨® inicialmente que prefer¨ªa no hablar de pol¨ªtica, su discurso deriv¨®, de forma inevitable, hacia temas recientes de la pol¨ªtica alemana No en vano ha manifestado Grass que ¨¦l no es s¨®lo un escritor, sino un hombre comprometido con su tiempo.
Acerca de la reunificaci¨®n alemana, coment¨®: "Pienso que el proceso de unificaci¨®n se hizo apresuradamente. Debi¨® ser de forma m¨¢s lenta, m¨¢s razonable, teniendo en cuenta a los que vivieron bajo el yugo de la ex RDA durante d¨¦cadas. Pero no se hizo as¨ª. Todo ello ha conducido a que, si bien el muro ha ca¨ªdo, sigue habiendo un abismo social entre las dos Alemanias, un abismo que es de ra¨ªces m¨¢s profundas que el muro".
Grass, que se?al¨® que no ve¨ªa peligros de naturaleza militar en la reunificaci¨®n, manifest¨® sin embargo sus reticencias ante la futura expansi¨®n econ¨®mica de Alemania y critic¨® que en el proceso se hubiera menospreciado a los intelectuales y se hubiera confiado en los llamados expertos. "Todo sali¨® como una chapuza", se?al¨®, "y desde mi posici¨®n siempre me di cuenta de que la cosa no ir¨ªa bien. Dec¨ªan que yo era un agorero que hablaba de malos presagios, pero ahora, viendo c¨®mo han ido las cosas, creo que han salido a¨²n m¨¢s negras de lo que imaginaba".
El escritor, que considera que en la cultura alemana ha seguido habiendo un di¨¢logo a pesar de la divisi¨®n de largos a?os, critic¨® la forma en que se han hecho p¨²blicos los archivos de la polic¨ªa secreta de la ex RDA, la Stasi. "Creo que ha sido un gran error abrir los expedientes de la Stasi", se?al¨®. "Es como si en Espa?a, tras la muerte de Franco, se hubieran abierto al p¨²blico los archivos de la polic¨ªa secreta, lo que podr¨ªa haber desembocado en una segunda guerra civil. En Espa?a no se hizo, pero al hacerse en Alemania se ha hecho posible un triunfo p¨®stumo del r¨¦gimen. Se ha abierto la caja de Pandora, se han envenenado las relaciones y todos quedan expuestos a la sospecha".
Sobre su actitud personal, aclar¨®: "Pienso que como literato debo tener un expediente de la Stasi, pero me niego a solicitar el acceso al mismo. Puedo convivir con esa lamentable realidad del espionaje de que he sido objeto. Otras cosa es si los que me espiaron pueden hacerlo".
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