Formulario

Estuve en Nueva York, adonde llegu¨¦ tras rellenar, a falta de visado, un formulario verde en el que, entre otras cosas, se me preguntaba si padec¨ªa alguna enfermedad contagiosa, alguna deficiencia f¨ªsica o mental, o si hab¨ªa sido arrestado o condenado por dos o m¨¢s infracciones cuya sentencia total de reclusi¨®n fuera igual o superior a cinco a?os. Tambi¨¦n ten¨ªan inter¨¦s en saber si pretend¨ªa entrar en los Estados Unidos para realizar actividades criminales o inmorales. Respond¨ª que no a todo ello, lo mismo que a la pregunta sobre si hab¨ªa estado implicado en actos de espionaje o sabotaje, actividades terroristas o genocidios.En el avi¨®n, cuando ya cre¨ªa haber cumplido todos los requisitos de, entrada, me dieron otro formulario, esta vez de color blanco, en el que tuve que declarar que no llevaba caracoles ni hortalizas. Llegu¨¦ al hotel sobrecogido, pues nunca pude imaginar que entre la gente que viaja abundaran los criminales, los violadores, los esp¨ªas, y los genocidas, adem¨¢s de los pobres que padecen enfermedades contagiosas o deficiencias, f¨ªsicas o mentales. Desde luego, lo que no me cab¨ªa en la cabeza es que nadie en su sano juicio viajara con caracoles en los bolsillos.

Como estaba cansado, me met¨ª en la cama y encend¨ª la televisi¨®n; estaban pasando ese v¨ªdeo en el que se ve a cuatro polic¨ªas blancos apalear a un negro. Me pareci¨® entender que le hab¨ªan dado 80 bastonazos en 60 segundos, o al rev¨¦s. Tambi¨¦n dijeron que los agresores hab¨ªan sido absueltos. Entonces me acord¨¦ del cuestionario verde y comprend¨ª que los americanos intenten defenderse de violadores, criminales, terroristas y saboteadores; lo que pasa es que, como sucede tantas veces, tienen dentro el enernigo que creen que viene de fuera. Lo que no he conseguido entender todav¨ªa es lo de los caracoles.