El doble jaque de Fischer

Un pa¨ªs en guerra y bajo un bloqueo internacional; un mito viviente que reaparece, tras dos decenios de reclusi¨®n, enamorado de una misteriosa mujer h¨²ngara; su viejo rival, un ex sovi¨¦tico purgado y convertido en burgu¨¦s; el intrigante entorno del ajedrez y 500 millones de pesetas en juego. Podr¨ªa ser un gui¨®n de cine, pero es la historia que el estadounidense Bobby Fischer, de 49 a?os, protagoniza en Yugoslavia, donde, a partir del 1 de septiembre, se enfrentar¨¢ al ahora franc¨¦s Bor¨ªs Spasski, de 55. Ser¨¢ el recuerdo de la partida en la que hace 20 Fischer le arrebat¨® el t¨ªtulo mundial.

Los dos ex campeones fueron utilizados por sus respectivos Gobiernos en 1972, en plena guerra fr¨ªa, durante un duelo que puso de moda el ajedrez. La victoria de Fischer desencaden¨® una fiebre blanquinegra en Estados Unidos. El demonio comunista hab¨ªa sido aplastado en un terreno donde se consideraba invencible. Spasski recibi¨® el desprecio reservado a los traidores hasta que negoci¨® su emigraci¨®n tras contraer matrimonio con una francesa residente en Mosc¨².Veinte a?os despu¨¦s, ambos se prestan a personalizar la propaganda positiva de un pa¨ªs cuya imagen est¨¢ muy deteriorada. "S¨®lo una guerra puede justificar que alguien est¨¦ dispuesto a pagar una cifra tan astron¨®mica", asegura Luis Rentero, organizador del torneo de Linares (Ja¨¦n), que hace un a?o ofreci¨® 200 millones a Fischer por enfrentarse a Spasski bajo los auspicios de la Expo 92. El norteamericano pidi¨® 500, lo que equival¨ªa a un presupuesto superior a los 800, una vez a?adidos los honorarios de Spasski, los impuestos y los gastos organizativos. Rentero cort¨® entonces: "Bobby, ning¨²n pa¨ªs europeo te pagar¨¢ eso".

Premios supermillonarios

El Rentero yugoslavo, Jezd¨ªmir Vas¨ªlievich, es el propietario de la empresa Yugoskandik (negocios bancarios y turismo) garante de una bolsa de 335 millones para el ganador y 165 para el perdedor, seg¨²n consta en un contrato de 16 p¨¢ginas que regula el desarrollo de un encuentro al mejor de diez victorias. Pero los allegados a Fischer se muestran convencidos de que los ingresos de ¨¦ste ser¨¢n muy superiores a esas cifras.Fischer, que ocupa desde el s¨¢bado el Palacio Blanco de Belgrado -antigua residencia del mariscal Tito-, protegido por 50 guardaespaldas contratados por los organizadores, ha sido tan exigente como en sus mejores tiempos. La primera parte del duelo se disputar¨¢ en el lujoso balneario de Stevi Stefan (Montenegro), "salvo que llegue hasta all¨ª el ruido de la guerra", seg¨²n se lee en una cl¨¢usula, en cuyo caso se cambiar¨¢ de escenario; no habr¨¢ partidas aplazadas, se emplear¨¢ un nuevo reloj patentado por Fischer y los premios se repartir¨¢n al 50% de empatar a nueve.

Las poqu¨ªsimas personas que hablaron con el m¨ªtico ex campe¨®n durante los ¨²ltimos a?os pudieron constatar que profesa un visceral odio anticomunista, proyectado con especial ¨¦nfasis sobre los rusos Gari Kasp¨¢rov, de origen azerbayano, y Anatoli K¨¢rpov, el campe¨®n y el subcampe¨®n mundial, y otro no menos exacerbado a la federaci¨®n internacional (FIDE), cuyas desavenencias con Fischer originaron su renuncia a defender su t¨ªtulo frente a K¨¢rpov en 1975 a pesar de los 500 millones de entonces ofrecidos por el dictador filipino Ferdinand Marcos.

Vas¨ªlievich ha hecho p¨²blicas ahora las opiniones que Fischer transmiti¨® confidencialmente a sus escasos interlocutores en los ¨²ltimos 20 a?os: todos los enfrentamientos entre las dos K fueron ama?ados y la FIDE es una organizaci¨®n "criminal", que debe ser destruida.

Por otra parte, asegura que la revancha frente a Spasski no ser¨¢ un destello en el desierto, sino el principio del retorno de Fischer.