El problema de la ordenanza
Las normas laborales preconstitucionales afectan a casi 8,5 millones de trabajadores
El plan de convergencia plantea derogar las ordenanzas laborales dictadas durante el franquismo si no se sustituyen por convenios entre patronales y sindicatos. Si esto se produce as¨ª tendr¨ªa consecuencias directas en las condiciones de trabajo y las n¨®minas de los trabajadores. Por ejemplo, en el sector de la banca dejar¨ªa de estar en vigor la cl¨¢usula por la que los empleados insulares cobran m¨¢s que los peninsulares. Y los trabajadores de hosteler¨ªa de cuatro provincias dejar¨ªan de recibir un porcentaje sobre ventas. La consecuencia m¨¢s importante ser¨ªa la desaparici¨®n de las categor¨ªas profesionales que encorsetan la movilidad funcional de 8,5 millones de trabajadores.
Las ordenanzas laborales y reglamentaciones de trabajo fueron elaboradas por el Ministerio de Trabajo durante el franquismo. Hoy contin¨²an en vigor 128 de las 150 que se crearon y afectan, a casi 8,5 millones de trabajadores. El Estatuto de los Trabajadores considera vigentes como derecho dispositivo estas ordenanzas hasta que no se sustituyan por un convenio o acuerdo marco. Hasta ahora se han derogado, a trav¨¦s de orden ministerial, 14 ordenanzas -como las del sector qu¨ªmico y metal- y reglamentaciones que afectan 1,3 millones de trabajadores.El ritmo de derogaci¨®n es muy lento. Desde el 16 de septiembre de 1991 no ha habido ninguna novedad. En aquella fecha se sustituyeron las ordenanzas laborales que afectaban a los trabajadores de industrias l¨¢cteas, papeleras, centros de asistencia a deficientes mentales y minusv¨¢lidos f¨ªsicos y mataderos de aves y conejos. Tambi¨¦n se clausur¨® la reglamentaci¨®n de las industrias elaboradoras del arroz. Incluso el secretario general t¨¦cnico del Ministerio de Trabajo, Francisco Gonz¨¢lez de Lena, se ha lamentado de la escasa operatividad que ha tenido la autorizaci¨®n que otorga el Estatuto para sustituir ordenanzas por convenios.
?Qu¨¦ pasar¨ªa si desaparecieran ma?ana todas las ordenanzas? En el caso de que se derogasen unilateralmente anular¨ªan el entramado de categor¨ªas profesionales en todos los sectores que, en algunos de ellos, llegan hasta casi el infinito. Seg¨²n Luis Enrique de la Villa, catedr¨¢tico de Derecho del Trabajo, "esto provocar¨ªa un vac¨ªo legal en los sectores donde no exista un convenio estatal y las categor¨ªas profesionales se sustituir¨ªan por los 11 grupos de cotizaci¨®n a la Seguridad Social lo que facilitar¨ªa la movilidad funcional de los trabajadores".
Un especialista en normativa laboral, se?ala que si esto ocurre, podr¨ªa darse el caso de que "despu¨¦s se produjeran demandas de trabajadores diciendo que las clasificaciones de la anterior legislaci¨®n eran m¨¢s beneficiosas alegando la costumbre profesional". La costumbre profesional es una de las fuentes de derecho laboral, por lo que podr¨ªa darse el caso de que un empleado recurriese un cambio de categor¨ªa alegando que lleva 10 a?os realizando la misma tarea.
Si ahora desapareciera la ordenanza de 1944 del sector de hosteler¨ªa "todos los trabajadores valdr¨ªan para todo porque no existe un convenio estatal que describa el trabajo que tiene que hacer cada uno", explica Javier Gonz¨¢lez, secretario general de la federaci¨®n estatal de hosteler¨ªa de CC OO. En este sector -660.000 trabajadores- existen casi medio centenar de categor¨ªas profesionales, una de las cuales es la de marmit¨®n, cuya labor es darle vueltas a la cacerola. En la ordenanza de puertos tambi¨¦n existen categor¨ªas pasadas de fecha como la del botijero: persona encargada de llevar el botijo.
Derogar acuerdos tendr¨ªa m¨¢s consecuencias. En banca, los trabajadores de Baleares cobran un 25% m¨¢s y los de las Canarias, 50%. Los de hosteler¨ªa de Madrid, Barcelona y Canarias tambi¨¦n podr¨ªan ver desaparecer el porcentaje de comisi¨®n. En algunos hoteles el salario es de 70.000 pesetas y por esa cl¨¢usula un obrero puede llegar a cobrar 400.000.
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