Un buen comienzo de nuevo curso

En el teatro Monumental comenz¨® el jueves la temporada regular de la Sinf¨®nica y Coro de Radiotelevisi¨®n Espa?ola. A los dos ciclos de abono, con un total de 18 programas, se a?adir¨¢n cuatro conciertos de m¨²sica del siglo XX y otros tantos monogr¨¢ficos dedicados a Brahms, Chaikowsky, Falla y Wagner. Seis obras de autor espa?ol, tres de ellas en primera audici¨®n, son puntos de inter¨¦s, as¨ª como las giras por Espa?a y un viaje a Alemania.Hay compositores a los que no pocos comentaristas suelen perdonar constantemente la vida. Es el caso de Edouard Lal¨® y de su Sinfon¨ªa espa?ola, obra que, sin embargo, lleva un siglo bastante crecido de existencia y popularidad, por la sencilla raz¨®n de que se trata de una feliz y bien realizada invenci¨®n.

Tambi¨¦n es una de las primeras manifestaciones del espa?olismo franc¨¦s, anterior a Carmen, la Espa?a, de Chabrier, el Capricho, de Rimsky o la Habanera, de Saint-Saens. La sinfon¨ªa, escrita para Pablo Sarasate, lo que se acusa en su tipo de hispanismo, ha tenido y tiene a su servicio a los m¨¢s grandes virtuosos del viol¨ªn.

Entre ellos situar¨ªa, sin duda, a Silvia Marcovici (Bacau, Rumania, 1952), de arte perfecto y fascinante y dotada de una gracia especial con la que da sentido y raz¨®n de ser a la c¨¦lebre Espagnolade. Una vez m¨¢s fue suprimido el tiempo de la m¨¢s bella habanera, un uso que nunca llegu¨¦ a explicarme. La expresividad caliente de la Marcovici nos habr¨ªa deparado, como en el resto de la obra, una verdadera creaci¨®n. Pero Lal¨® parece estar condenado a esta suerte de censura perenne. La Marcovici y sus colaboradores recibieron muy largas ovaciones.

El joven Falla

Antes, la Espa?a honda y verdadera trazada por el joven Manuel de Falla en 1904, es decir, la de La vida breve, son¨® a trav¨¦s del Interludio y danza espa?ola, que es lo que realmente escuchamos y no solamente el fragmento que se anunciaba en el programa de mano. Ya dec¨ªa, hace muchos a?os, Roland Manuel, al relacionar la m¨²sica, el arte y la cultura espa?olas con los rusos, que "los extremos se tocan". As¨ª, del hispanizante Lal¨® y del espa?ol profundo Falla, pasamos a Alexander Nevsky.Se trata de la cantata derivada de la m¨²sica compuesta por Prokofiev para el filme de Eisenstein, sobre texto de Nugovskoi, quiz¨¢ el m¨¢s brillante resultado de la colaboraci¨®n entre el genial director cinematogr¨¢fico y el autor de la sinfon¨ªa cl¨¢sica. M¨²sica ¨¦pica, sus distintos pasajes toman vida como una encendida y ejemplarizadora lecci¨®n de historia que deb¨ªa tener, como lo tuvo, gran impacto en la Rusia de su momento.

El momento m¨¢s bello de toda la obra se alcanza en el Canto a los muertos, que enton¨® con voz hermosa y bien timbrada y turbadora expresividad la mezzosoprano escocesa Linda Finnie. Sergiu Comissiona, hizo su mejor trabajo en Prokofiev, pero en todo caso asistimos a un buen concierto inaugural.