El primer problema del Sur
Seg¨²n las encuestas, el paro es la principal preocupaci¨®n en Francia, Espa?a, Portugal y Grecia
La p¨¦rdida de empleo ha cogido por sorpresa tanto a los pa¨ªses con bajos ¨ªndices de paro como a los que hab¨ªan logrado poner freno a su alto desempleo en los ¨²ltimos cuatro o cinco a?os. Pero, sin duda, las zonas con un alto paro estructural son las que tienen perspectivas m¨¢s sombr¨ªas para el futuro. Las encuestas revelan que ¨¦se es el primer problema y la mayor preocupaci¨®n para los ciudadanos de Francia, Espa?a, Portugal, Grecia e Irlanda. La p¨¦rdida de empleo afecta con especial intensidad a los trabajadores de la industria y la construcci¨®n, a los j¨®venes y a las mujeres.
La batalla para frenar el paro en Espa?a parec¨ªa ganada en el a?o 1988; sin embargo, esa tendencia se quiebra en los ¨²ltimos meses de 1991. A partir de ese momento, todas las previsiones oficiales se han ido quedando en papel mojado y en un a?o se ha desandado el camino recorrido desde 1984. La cifra total de personas sin un puesto de trabajo es ahora de 2.686.000 ciudadanos -Encuesta de Poblaci¨®n Activa del segundo trimestre-, y la tasa sobre la poblaci¨®n activa es del 17,7%.El a?o pasado, el desempleo -seg¨²n la EPA- experiment¨® un incremento de 22.000 personas, pero el aumento vertiginoso se produce en 1992 y en sus seis primeros meses 223.000 personas han engrosado las listas de paro, o lo que es lo mismo, hay 1.200 parados m¨¢s cada d¨ªa.
La creaci¨®n de empleo, tras cuatro a?os excepcionales, ha corrido una suerte paralela. Frente a los 1,7 millones de puestos generados entre 1987 y 1990, en 1991 s¨®lo se crearon 30.000 y en el primer trimestre de 1992 se destruyeron 160.000.
En Francia hay 3 millones de parados -el 10% de la poblaci¨®n activa-, un mill¨®n m¨¢s que cuando lleg¨® al poder el Partido Socialista. Los ciudadanos afirman en todas las encuestas que el desempleo es el principal problema del pa¨ªs, por encima de la uni¨®n europea, la corrupci¨®n, la inmigraci¨®n, el terrorismo y la inseguridad ciudadana.
Y el paro puede ser el culpable de la previsible derrota del PS en las elecciones de marzo. La pol¨ªtica gubernamental, denominada "desinflaci¨®n competitiva", ha logrado controlar la subida de precios pero no ha solucionado el grave problema del desempleo. Las previsiones indican que seguir¨¢ aumentando levemente hasta el final de 1992 y durante el a?o 1993, aunque ha llegado al "m¨¢ximo nivel de tolerancia".
El creciente desempleo en Grecia, que afecta a las capas altas y medias, predomina entre mujeres y j¨®venes, y la oposici¨®n socialista pide un cambio de conciencia social en los pa¨ªses comunitarios para dar una soluci¨®n a la crisis econ¨®mica general. Seg¨²n las ¨²ltimas cifras presentadas por el Ministerio de Trabajo, actualmente los desempleados, registrados alcanzan los 400.000 en relaci¨®n a los 296.000 de hace s¨®lo dos a?os.
Hay que considerar que dicha cifra no es la global, y que se calcula que existe el doble de personas en paro, y entre ellos los muy j¨®venes que nunca se han declarado como tales. En Atenas el desempleo se eleva al 14% de la poblaci¨®n activa, una ciudad que alberga casi la mitad de la poblaci¨®n griega (cuatro millones de un total de 10); a nivel nacional, el empleo temporal cubre el 28% de las ocupaciones de las mujeres, y s¨®lo el 3,8% de los varones.
Otros focos de elevado paro son el puerto de Patra, en el Peloponeso, donde se han cerrado decenas de industrias que dejaron miles de trabajadores en la calle, adem¨¢s de la isla de Evia y Lavrio, cerca de Atenas.
Grecia est¨¢ sometida a un severo programa de austeridad, con el objetivo principal de reducir los gastos p¨²blicos y combatir la evasi¨®n de impuestos.
Su pol¨ªtica econ¨®mica actual no parece inspirar la confianza entre los inversores extranjeros, mientras, que la poblaci¨®n pide un sistema econ¨®mico con mayor sensibilidad social.
En Portugal, el paro m¨¢s acusado se concentra en zonas como el valle del r¨ªo Ave y el norte del pa¨ªs, entre Braga y Oporto, donde el desempleo alcanza el 20% de la poblaci¨®n activa. La situaci¨®n en el conjunto del pa¨ªs -con una fuerte emigraci¨®n de mano de obra no cualificada hacia el norte de Europa- arroja una tasa de paro del 6%. Esa cifra esconde situaciones denunciadas por las organizaciones sindicales lusas tales como el subempleo, el paro no controlado en las zonas rurales y el desempleo que no figura en las estad¨ªsticas oficiales, formado por los trabajadores con contratos eventuales y los beneficiarios de programas de formaci¨®n profesional.
En Portugal se prev¨¦ un fuerte aumento del desempleo -cerca de un 2%- en 1993, como consecuencia del programa de reforma de la funci¨®n p¨²blica, que consiste en el despido de cerca de 100.000 personas en dos a?os y el ajuste de plantilla en varias empresas multinacionales.
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