Madrid contra Londres
El desacuerdo hispano-brit¨¢nico marca la cumbre comunitaria de Edimburgo
Rara vez tantas miradas converger¨¢n en una cumbre europea sobre Felipe Gonz¨¢lez como en la de Edimburgo, que empieza pasado ma?ana, porque del presidente espa?ol depende, en buena medida, la adopci¨®n de un acuerdo sobre el aumento del presupuesto comunitario y el ritmo de ampliaci¨®n a nuevos miembros de la Comunidad Europea (CE).A pesar de esa gran responsabilidad, el jefe del Gobierno, asegura sentirse c¨®modo porque, como record¨® en Madeira el pasado fin de semana, no es ¨¦l el malo de la pel¨ªcula sino "quien bloquea incumpliendo los compromisos de Maastricht", es decir, el Reino Unido y Dinamarca. La lista de probables puntos de coincidencia entre Espa?a y la presidencia brit¨¢nica en el Consejo Europeo es mucho m¨¢s corta que la de acuerdos. Esta se limita al empe?o de Londres de dar transparencia a las decisiones de la CE, que supondr¨¢ la celebraci¨®n semestral de un Consejo de Ministros abierto a la prensa, al aumento del n¨²mero de diputados alemanes en el Parlamento Europeo y a la iniciativa de crecimiento que permitir¨¢ a los Estados recurrir con m¨¢s facilidad a los cr¨¦ditos del Banco Europeo de Inversiones para financiar obras de infraestructura.
Sobre el resto del orden del d¨ªa, las divergencias persisten y las 48 horas de reuni¨®n ministerial en Bruselas apenas han permitido un acercamiento. El principal escollo es para Espa?a el "cicatero" aumento del presupuesto comunitario propuesto por Londres para los pr¨®ximos a?os que, tras la ¨²ltima concesi¨®n brit¨¢nica, ascender¨ªa en 1999 a 79.400 millones de ecus (un ecu equivale a 141 pesetas), mientras Gonz¨¢lez reivindica no menos de 87.500 millones en 1997, es decir la oferta inicial de la Comisi¨®n.
De la cuant¨ªa del presupuesto depende, a su vez, la dotaci¨®n del futuro fondo de cohesi¨®n y de los fondos estructurales de ayuda a los Estados y regiones menos desarrollados. Ni qu¨¦ decir tiene que en esa batalla presupuestaria Gonz¨¢lez encabeza, de hecho, una coalici¨®n integrada por los cuatro pobres de la CE: Espa?a, Irlanda, Portugal y Grecia.
Enfrente tiene, adem¨¢s del Reino Unido, a Alemania, principal contribuyente de la CE. El canciller Helmut Kohl teme que si se ve obligado a incrementar su aportaci¨®n pueda dedicar menos fondos a la reconstrucci¨®n de la antigua RDA. Como suele ser habitual antes de las grandes cumbres, Gonz¨¢lez ha pedido entrevistarse con Kohl ma?ana en Edimburgo y conf¨ªa en ser tan persuasivo como en anteriores ocasiones.
Poder de convicci¨®n
Para ser convincente, el presidente espa?ol dispone de una buena baza. En Maastricht primero y en Lisboa despu¨¦s, los Doce se comprometieron a no iniciar negociaciones con los pa¨ªses aspirantes al ingreso -Austria, Suecia, Finlandia y acaso Noruega y Suiza- hasta que todos hayan ratificado Maastricht y est¨¦ aprobado el aumento presupuestario. Ante un Kohl que el viernes en Bonn insist¨ªa en empezar a negociar en enero de 1993 y concluir en diciembre, Gonz¨¢lez sigue fiel a ese compromiso y achaca el eventual retraso a los que lo incumplen.Sin embargo, el s¨¢bado en Madeira, el presidente espa?ol flexibiliz¨® algo su postura en sinton¨ªa con el jefe de Estado franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand. Dej¨® de oponerse a la celebraci¨®n de conversaciones informales con vistas a una adhesi¨®n que s¨®lo podr¨¢ ser negociada oficialmente cuando Dinamarca y el Reino Unido ratifiquen y las aspiraciones financieras de Espa?a hayan sido satisfechas.
Oficialmente todos los responsables gubernamentales siguen aferrados a la versi¨®n original de la propuesta del presidente de la Comisi¨®n, Jacques Delors. No obstante, algunos reconocen bajo cuerda que, desde que se elabor¨® esa oferta, la coyuntura econ¨®mica europea ha empeorado y, por tanto, se podr¨ªa aceptar discutir un presupuesto algo m¨¢s restrictivo.
El tercer gran escollo es la soluci¨®n propuesta por John Major para dar a Dinamarca cuatro exenciones a Maastricht. Gonz¨¢lez fue en noviembre el primer jefe de Gobierno en considerar "inaceptable" la solicitud del Gobierno y Parlamento daneses.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Adjudicaci¨®n contratos
- Ampliaciones UE
- Felipe Gonz¨¢lez M¨¢rquez
- Consejo Europeo
- Pol¨ªtica econ¨®mica
- Pol¨ªtica exterior
- Contratos administrativos
- Reino Unido
- Europa occidental
- Derecho administrativo
- Uni¨®n Europea
- Organizaciones internacionales
- Europa
- Relaciones exteriores
- Espa?a
- Econom¨ªa
- Administraci¨®n p¨²blica