El Consejo Econ¨®mico y Social espera el desbloqueo de sus fondos para funcionar
El Consejo Econ¨®mico y Social (CES) es como una locomotora sin carb¨®n ni pasajeros. Su inauguraci¨®n tuvo lugar hace poco m¨¢s de un mes con la presencia de Narc¨ªs Serra, vicepresidente del Gobierno. Pero la locomotora no ha arrancado. Entre otras cosas, no ha recibido el dinero previsto. "Estamos intentando desbloquear el presupuesto de 1992, 521 millones que los recortes han reducido a 160% asegura Federico Dur¨¢n, presidente del CES.
Este consejo todav¨ªa no est¨¢ preparado para empezar a funcionar como lo que es: un ¨®rgano consultivo formado por 60 miembros, de los que seis son expertos en derecho y econom¨ªa y el resto representan a los empresarios, los sindicatos, los usuarios, pescadores o ganaderos. En las reuniones del pleno (una al mes, por lo menos) se discutir¨¢n todos los temas que puedan afectar al ciudadano y tambi¨¦n en las dos reuniones mensuales de la comisi¨®n permanente, que todav¨ªa no se ha formado, y en los grupos de trabajo que se creen para estudiar cada tema. El CES emitir¨¢ tambi¨¦n dict¨¢menes a solicitud del Gobierno.Un miembro del grupo de expertos, Jos¨¦ Rodr¨ªguez de la Borbolla, ex presidente de la Junta de Andaluc¨ªa, comenta que, "adem¨¢s de la funci¨®n del CES con respecto a las iniciativas del Gobierno, hay otras ¨¢reas que tiene que tocar por su cuenta". "Se podr¨ªan elaborar documentos que puedan servir para crear una conciencia en la sociedad espa?ola, porque estamos atravesando una ¨¦poca en la que soluciones v¨¢lidas hasta ayer se est¨¢n rebelando como cuestionables," comenta de la Borbolla. Y es en este ambiente donde el CES aparece como "un ¨®rgano con m¨¢s serenidad y despegado de las luchas pol¨ªticas cotidianas" en el que se pueden discutir esas cosas. El representante de la Uni¨®n de Consumidores de Espa?a, Francisco Angelina, avisa que su actividad va a intentar llevar los principios de la ley de defensa del consumidor a todo".
En la madrile?a y solitaria sede del CES, en la calle Huertas, se cuentan con los dedos de una mano la gente que est¨¢ trabajando (un ordenanza que les han prestado en el Ministerio de Trabajo y dos secretarias, tambi¨¦n en r¨¦gimen de renta); no hay centralita de tel¨¦fonos, ni un s¨®lo ordenador m¨¢s que el port¨¢til que se trae debajo del brazo su presidente, Federico Dur¨¢n, catedr¨¢tico de derecho del trabajo. La fotocopiadora aparece como el ¨²nico lujo.
A pesar de que el CES no est¨¢ preparado, los ciudadanos s¨ª est¨¢n listos para hacer uso de ¨¦l. En Espa?a sobran problemas y algunos de sus afectados ya se han acercado a consultar. Un jubilado que se queja que su pensi¨®n no le da para vivir. Una empresa que no puede despedir a sus trabajadores porque le cuesta muy caro y se hunde. Los propietarios de inmuebles que piden' ser representativos como los arrendatarios. Los integrantes de la Plataforma Sindical que piden tener una relaci¨®n fluida con el CES.
Competencias
"Hemos contestado a todos y lo seguiremos haciendo mientras sea posible, pero no tenemos competencias para solucionar esos problemas", explica Federico Dur¨¢n en su luminoso despacho de la ¨²ltima planta del edificio que durante a?os alberg¨® al diario Pueblo. "No nos podemos ocupar de cada caso concreto, pero ¨¦stos muchas veces son exposiciones de un problema m¨¢s general", a?ade. Y entonces s¨ª que pueden estudiar esa cuesti¨®n. Los ciudadanos, ya les han pedido ayuda pero el Gobierno todav¨ªa no ha hecho ninguna solicitud de dict¨¢men al CES "porque son conscientes de la situaci¨®n en la que estarnos", confiesa su presidente.El granadino Dur¨¢n tiene encomendada la tarea de crear un ¨®rgano desde cero. Y no es nada f¨¢cil. "Estamos en la fase de organizaci¨®n interna para lo que se ha constituido un grupo de trabajo", explica. Acaban de recibir el proyecto de borrador de reglamento para el CES, que ha elaborado un grupo de profesores de la facultad de derecho de la Universidad de Sevilla autores de un libro sobre c¨®mo funcionan el resto de los consejos de este tipo. Ahora hay que discutir y consensuar este conjunto de reglas que van a dirigir la vida del CES, contratar a la plantilla y conseguir que el presupuesto del CES para 1993 consiga un incremento durante su tr¨¢mite en el Senado de 534 millones a 724 millones. "Estamos metidos de lleno en esta tarea ingrata pero necesaria para conseguir un m¨ªnimo de infraestructura que necesitamos para funcionar", comenta. Calcula que en enero o febrero "ya podemos estar funcionando" pero no cree que puedan cumplir con una de las funciones que establece la ley: elaborar la memoria anual sobre la situaci¨®n econ¨®mica social de Espa?a. Seguramente no podr¨¢n hacer la de 1992 porque hay que elaborarla en los cinco primeros meses del a?o siguiente "porque no tenemos un s¨®lo elemento sobre el que trabajar".
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