Un mal a?o para el asistente
La imagen de Juan Guerra sentado en el banquillo, primero, y la de un juez leyendo la sentencia, despu¨¦s, se volver¨¢ familiar durante 1993. El asistente pasar¨¢ gran parte del pr¨®ximo a?o sentado en el banquillo de los acusados. Juan Guerra ser¨¢ juzgado, absuelto o condenado por unos presuntos delitos a la vez que otras conductas irregulares siguen siendo investigadas en los juzgados de instrucci¨®n.
De hecho, y desde que hace ahora tres a?os Seraf¨ªn N¨²?ez, el alcalde socialista de Barbate (C¨¢diz), levantara la sospecha sobre Juan Guerra, el hermano del ex vicepresidente ha estado presente en casi la totalidad de las instancias judiciales andaluzas y en algunas de otras regiones.
El juez ?ngel M¨¢rquez mantiene a¨²n en instrucci¨®n cuatro de las ramificaciones de las diligencias previas 1527/90: la concesi¨®n irregular de m¨¢quinas tragaperras, la adjudicaci¨®n de los servicios de hosteler¨ªa en los aeropuertos de Madrid, Sevilla y Jerez; la cesi¨®n de suelo p¨²blico a la empresa Construcci¨®n Modular Andaluza (Comasa-2) y la utilizaci¨®n irregular de un despacho oficial en la Delegaci¨®n del Gobierno en Andaluc¨ªa.
Es aqu¨ª, precisamente, donde los partidos -Izquierda Unida y Partido Andalucista. (PA)- y los particulares -Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz Mateos- que ejercen la acusaci¨®n particular tienen depositado el mayor inter¨¦s. El juez M¨¢rquez envi¨® recientemente a las partes los m¨¢s de 14.000 folios de las actuaciones. Otros casos, Comasa-1, Litomed y Corral de la Parra, est¨¢n ya pendientes de juicio.
Juan Guerra, durante el a?o que se avecina, ser¨¢ juzgado por los presuntos delitos de fraude fiscal, prevaricaci¨®n, cohecho, falsedad en documento p¨²blico, usurpaci¨®n de funciones, estafa o maquinaci¨®n para alterar el precio de las cosas.
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