Esplendor y decadencia
El alem¨¢n Samuel Hannemann realiz¨® la primera experiencia homeop¨¢tica pura en 1790, al autointoxicarse con grandes dosis de corteza de quina, con la intenci¨®n de provocar en su organismo sano los mismos s¨ªntomas que los de la fiebre del paludismo. El objetivo era demostrar que las sustancias que producen un tipo de s¨ªntomas son tambi¨¦n capaces de curarlos.La homeopat¨ªa conoci¨® un importante auge en nuestro pa¨ªs, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, de la mano de Jos¨¦ N¨²?ez, m¨¦dico de la familia real, fundador de la primera sociedad de homeopat¨ªa reconocida oficialmente en Espa?a, la Sociedad Hannemanniana Matritense, y del primer hospital homeop¨¢tico, el hospital de San Jos¨¦, abierto en Madrid en 1878.
Las primeras d¨¦cadas del siglo XX y los a?os de la II Rep¨²blica fueron de esplendor para los home¨®patas. La guerra civil signific¨® el principio de la decadencia, con el exilio de gran parte de los que la practicaban, relacionados algunos con la masoner¨ªa.
El viejo caser¨®n del antiguo hospital homeop¨¢tico de San Jos¨¦, en la madrile?a calle de Eloy Gonzalo, muestra en la actualidad el auge y la decadencia de la medicina homeop¨¢tica entre sus muros, hoy cerrados y habilitados en parte para un asilo de ancianos. En ¨¦l se encuentran todav¨ªa los 600 vol¨²menes de su antigua biblioteca. En sus polvorientas dependencias aun permanece intacta la farmacia. Bajo etiquetas en las que todav¨ªa puede leerse Cal¨¦ndula, Cedro, Mercurio o Carb¨®n vegetal, se alinean en cientos de frascos de cristal los gr¨¢nulos y las sustancias de su farmacopea.
En total, los home¨®patas cuentan con unas 2.000 sustancias medicamentosas, procedentes de minerales, vegetales, venenos y tejidos animales, aunque utiliza tambi¨¦n antibi¨®ticos o compuestos preparados a partir de virus, eso s¨ª, en dosis muy atenuadas. La mayor¨ªa se presenta en forma de diminutos gr¨¢nulos o p¨ªldoras, que se administran por v¨ªa sublingual.
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