El acero, a desguace
La siderurgia europea afronta una dura reconversi¨®n condicionada por las grandes empresas
Cuatro d¨¦cadas despu¨¦s de la constituci¨®n de la Comunidad Econ¨®mica del Carb¨®n y el Acero (CECA), primer embri¨®n del mercado ¨²nico actual, la siderurgia se enfrenta a una decisiva, reconversi¨®n. El pasado 25 de: febrero era una fecha te¨®ricamente clave para su futuro. Ese d¨ªa, en Bruselas, los ministros de Industria de la Comunidad discut¨ªan las propuestas para abordar esa reconversi¨®n, que todos consideran necesaria y urgente. Sobre la mesa estaban el informe Braun (encargado por la Comisi¨®n Europea al alem¨¢n Fernand Braun, ex director general comunitario) y otros an¨¢lisis, como el de la Federaci¨®n Alemana del Acero.Las conclusiones de los informes coinciden en presentar una situaci¨®n ruinosa. Sirva este dato: de una capacidad instalada de 170 millones de toneladas, ¨²nicamente se utiliz¨® el 75% en 1992. Seg¨²n el informe Braun, hay un excedente de entre 25y 30 millones de toneladas. La repercusi¨®n en la plantilla es, seg¨²n Braun, de 50.000 personas sobre un total de 364.000, mientras que la Federaci¨®n Alemana dice que sobran 100.000 (s¨®lo en Alemania se perder¨ªan 45.000 empleos).
Cualquiera que sea el n¨²mero final de despidos, el diagn¨®stico de crisis est¨¢ suficientemente claro. El sector sufre un dr¨¢stico declive desde hace varios a?os, con la sola excepci¨®n de 1989, en que los resultados mejoraron sensiblemente al dar sus frutos las, reformas de mediados de los a?os ochenta. Atr¨¢s han quedado los tiempos de bonanza -los que van desde la constituci¨®n de la CECA en 1951 hasta 1974-, en los que la siderurgia creci¨® hasta tener una capacidad de m¨¢s de 180 millones y dio trabajo a m¨¢s de 900.000 personas en los 12 pa¨ªses que forman hoy la CE.
Nueva era
El sector, en medio de este desalentador panorama, ha entrado en una nueva era de la mano de la crisis. "Sobre el mercado europeo del acero han confluido la disminuci¨®n de la demanda interna y la entrada masiva de importaciones m¨¢s baratas procedentes de pa¨ªses de Europa del Este, que antes se dirig¨ªan a la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica, as¨ª como un incremento del proteccionismo de Estados Unidos" afirma Juan Ignacio Bartolom¨¦, gerente de Unesid, sociedad que agrupa a las empresas espa?olas del sector. Adem¨¢s, hay que contar con las nuevas tecnolog¨ªas, en especial las miniacer¨ªas y las medidas de protecci¨®n del medio ambiente.
"Estos factores han puesto de manifiesto", seg¨²n Bartolom¨¦, "la existencia de excesos de ofer7ta en la CE, y han dado lugar a luchas feroces por el mantenimiento de la cuota de mercado por parte de las grandes empresas, que se han saldado con fuertes descensos de los precios. La Comisi¨®n ha tardado en reaccionar, y se ha mostrado impotente frente al proteccionismo de EE UU".
En sus ¨²ltimos mensajes, la Comisi¨®n se ha comprometido a poner en marcha medidas de ayuda, aunque las condiciona a que los pa¨ªses miembros lleguen a un acuerdo sobre los ajustes. Seg¨²n Mauro Lozano, adjunto al presidente de la Corporaci¨®n de Siderurgia Integral (CSI), la Comisi¨®n est¨¢ dispuesta a aumentar las ayudas comunitarias a los despidos de 4.000 a 9.000 ecus (1,25 millones de pesetas) por persona, pero siempre que las diferencias no se destinen a indemnizaciones, sino a sanear las cuentas de resultados. Tambi¨¦n tomar¨ªa medidas antidumping (evitar la entrada de importaciones a precios inferiores al coste), siempre que exista un precio de referencia (la Comisi¨®n se niega a admitir la palabra m¨ªnimo por estar fuera de su vocabulario de libre competencia), y a limitar las importaciones con periodos transitorios. Esta medida ir¨ªa destinada a limitar las importaciones de Europa del Este. Por ¨²ltimo, tambi¨¦n se favorecer¨ªa la concentraci¨®n de empresas.
Los Gobiernos comunitarios, que reconocen la gravedad de la crisis, aplauden esta iniciativa; pero, hasta ahora, han sido incapaces de ponerse de acuerdo para elaborar un plan director. Seg¨²n un experto perteneciente a una consultora especializada en siderurgia, la falta de compromiso de los Gobiernos se debe a las fuertes presiones de los grupos industriales. Esto explica que de los 30 millones de toneladas que Braun aconseja recortar, s¨®lo se haya constatado un ajuste' de 6,6 millones. Incapaces de plantear m¨¢s reducciones, el Consejo de Ministros del 25 de febrero decidi¨® pasar la patata caliente a las empresas productoras para que sean ellas las que propongan recortes antes del 30 de septiembre.
El poder de cuatro pa¨ªses
Entre tiras y aflojas, la reestructuraci¨®n lleva ya dos a?os de retraso y, ahora, los grupos industriales tienen hasta 1995 como tope para finalizar la reconversi¨®n. Cuatro pa¨ªses (Reino Unido , Francia, Alemania e Italia), con sus respectivas industrias (British Steel, Usinor Sacilor, Thyssen e Ilva), son los principales actores. El resto, entre ellos Espa?a, tiene un papel secundario totalmente dependiente. La ausencia de un clima de entendimiento ha dado paso a la especulaci¨®n sobre pactos secretos. El Reino Unido y Francia se han aliado en defensa de sus industrias y han sugerido que los mayores recortes deben correr a cargo de Espa?a, Italia y Alemania.
Hay un factor adicional que ejerce una fuerte presi¨®n en las grandes empresas. Se trata de las miniacer¨ªas (minimills), que han irrumpido en el mercado desde EE UU y est¨¢n haciendo cambiar la mentalidad de los grandes grupos. Este subsector, que muchos expertos califican como el de mayor potencial en esta industria, ha comido el terreno a las acer¨ªas integrales al especializarse en productos largos y, por su tama?o (menos de un mill¨®n de toneladas), lo pueden hacer empresas peque?as independientes. Ahora amenazan, adem¨¢s, con entrar en el mercado de los productos planos, tal y como est¨¢ sucediendo, aunque todav¨ªa de forma marginal, en Estados Unidos, Italia y Finlandia. "No es de extra?ar que los grandes grupos vean con temor la instauraci¨®n de la miniacer¨ªa de Sestao", comenta Lozano.
Tampoco es de extra?ar que las grandes entidades quieran controlar las futuras miniacer¨ªas pasando a las empresas a su ¨®rbita. "De conseguirlo", dice el auditor consultado, "ser¨ªa una pr¨¢ctica situaci¨®n de oligopolio, que recuperar¨ªa un nivel estable de rentabilidad, aunque ser¨ªa insuficiente para las grandes compa?¨ªas y supondr¨ªa una nueva reestructuraci¨®n antes del 2000".
Pero tambi¨¦n existe la posibiidad de que las miniacer¨ªas tengan ¨¦xito por s¨ª solas y logren desestabilizar el mercado tanto
El acero a desguace
de productos planos como largos. En este caso, las compa?¨ªas de tama?o medio (Ensidesa y AHV son dos ejemplos) ser¨ªan las principales v¨ªctimas. "De ser as¨ª, el mercado ser¨¢ m¨¢s din¨¢mic, pero muy inestable, con una serie de compa?¨ªas muy rentables y otras condenadas a la quiebra", concluye esa fuente.En definitiva, ninguna soluci¨®n puede evitar recortes. La presi¨®n que ejercen los grandes grupos integrales y los peque?os independientes pone en peligro la supervivencia de las compa?¨ªas de tama?o medio, como son las espa?olas. Estas sociedades se encuentran entre dos fuegos: por un lado, las grandes dictan las reglas del juego y, por otro, las peque?as, introductoras de las miniacer¨ªas, cada vez acaparan m¨¢s cuota de mercado.
El pulso es tirante y, tal vez, puedan verse sus primeros resultados en la reuni¨®n informal que los ministros de Industria ten(Ir¨¢n el pr¨®ximo 19 de marzo en Nyborg (Dinamarca). En el caso espa?ol, tanto en la CSI como en el Ministerio de Industria piensan que las medidas adoptadas por Espa?a son suficientes. ?lvaro Espina, secretario de Estado de Industria, subraya que con el plan de la CSI y de Sidenor (empresa de aceros especiales) "nos ponemos muy por delante de lo que piden". Seg¨²n Espina, no hay argumentos s¨®lidos para modificar el plan.
El secretario general de la federaci¨®n del Metal de CC OO, Ignacio Fern¨¢ndez Toxo, cuya opini¨®n es muy respetada en las Administraciones, piensa que debiera presentarse solicitud de crisis manifiesta para el sector. Alemania ya ha hecho un amago en este sentido. Toxo sostiene que esa declaraci¨®n tendr¨ªa que ir acompa?ada de la puesta en marcha de cuatro objetivos: sistema de cuotas, fijaci¨®n de precios m¨ªnimos, homogeneizaci¨®n C de ayudas y creaci¨®n de un fondo comunitario. El sindicalista insiste sobre las cuotas: "Se plantea recortar el 30% de la plantilla cuando somos el 10% de la CE, y el 29% de los productos planos cuando producimos el 9%".
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