El vuelo austral Iberia cuenta con el apoyo de Menem para mejorar la deteriorada imagen de su filial

La Aerol¨ªneas Argentinas privatizada y gestionada por Iberia ha tenido que hacer frente a varios estereotipos vigentes en Argentina y que se consideraban una especie de dogma. El grupo espa?ol se esfuerza por mejorar la imagen, pero se encuentra con fuertes cr¨ªticas. Adem¨¢s, las medidas de ajuste consideradas imprescindibles, como la reducci¨®n de la plantilla, no ayudan a ganar el respaldo de una sociedad que considera que la compa?¨ªa a¨¦rea nacional ha, sufrido los avatares de una crisis pol¨ªtica.

Rodolfo Terragno, antecesor de Dromi en el gabinete del presidente radical Ra¨²l Alfons¨ªn, hab¨ªa intentado la privatizaci¨®n de Aerol¨ªneas con una adjudicaci¨®n directa a la compa?¨ªa escandinava SAS. El intento fracas¨® por la oposici¨®n de la mayor¨ªa peronista en el Congreso y el desastre final del gobierno de Alfons¨ªn. Al comentar sobre la privatizaci¨®n realizada por el Gobierno de Menem, Terragno declara: "Lo que se hace mal, termina mal, y Aerol¨ªneas es una prueba de ello. E propio Gobierno procedi¨® de forma distinta en las privatizaciones desde la llegada de Cavallo a Econom¨ªa. Ahora se hacen de forma ordenada. Todo aquello [Aerol¨ªneas] era jur¨ªdicamente endeble y el Gobierno est¨¢ arrepentido de haberlo hecho".Terragno declara que no ha tenido indicaciones concretas de corrupci¨®n en la adjudicaci¨®n de Aerol¨ªneas, "m¨¢s bien lo que hubo fue ligereza, desconocimiento del negocio y una necesidad pol¨ªtica de demostrar que el peronismo hab¨ªa hecho un giro de 180 grados. Todo se hizo con una gran impericia". Aerol¨ªneas pag¨® el pato de las querellas internas dentro del gabinete de Menem. El art¨ªfice de la privatizaci¨®n fue el ministro Roberto Dromi, a quien la revista Noticias caracteriz¨® en un titular de portada el pasado 7 de marzo como "el hombre m¨¢s sospechado de Argentina". Dromi declara a Noticias: "Yo pon go las manos en el fuego por lo que hice" y "a Aerol¨ªneas se la cuestiona, pero es un tema de paciencia. Nosotros tuvimos la suerte de que esta inversi¨®n la haya hecho una empresa de un pa¨ªs importante. Iberia es seis o siete veces lo que era la compa?¨ªa estatal".

Con la ca¨ªda de Dromi desapareci¨® tambi¨¦n la cartera cl¨¢sica de Obras y Servicios P¨²blicos, y esos asuntos pasaron a depender del nuevo zar de la econom¨ªa y art¨ªfice del plan de convertibilidad Domingo Cavallo. EI nuevo equipo no reconoci¨® la privatizaci¨®n de Aerol¨ªneas como una obra propia y se empe?¨® en demostrar que ellos habr¨ªan hecho las cosas de otro modo.

Iberia y el nuevo equipo gestor de Aerol¨ªneas han tenido que hacer frente a muchos estereotipos vigentes en Argentina que se consideraban una especie de dogma. El pasado 3 de marzo una carta publicada en la contraportada del diario de izquierda P¨¢gina 12 refleja perfectamente el estado psicol¨®gico de los usuarios de Aerol¨ªneas. Alberto Aizic, con documento de identidad 18.680.689, escribe en tono lastimero: "?Cu¨¢nto dolor me ha causado subir a un avi¨®n, en territorio argentino, que no tenga los colores nuestros, sino los de Iberia y con la denominaci¨®n, Tenerife, en vez de cualquiera de nuestras ciudades!".

La carta no es ins¨®lita. Iberia tuvo que enviar aviones por necesidades de servicio de: Aerol¨ªneas, pero lo que se entend¨ªa como un esfuerzo en Iberia se percibi¨® como un atentado contra la soberan¨ªa nacional. En Argentina, Aerol¨ªneas se ve¨ªa como algo propio y ten¨ªa fama de compa?¨ªa excelente, que nunca hab¨ªa tenido accidentes, lo que era falso. En 1977, un avi¨®n se hundi¨® frente a Mar del Plata y nadie sobrevivi¨®. En enero de 1989, los viajeros a Ushuaia, "Ia ciudad m¨¢s austral del mundo" para los argentinos, contemplaron c¨®mo se hund¨ªa el morro de un avi¨®n de Aerol¨ªneas en las heladas aguas del estrecho de Beagle. Por suerte el accidente no provoc¨® v¨ªctimas. No obstante, Aerol¨ªneas hab¨ªa sido perfecta antes de la privatizaci¨®n v nefasta "desde que los gashegos [nombre que se da a los espa?oles en Argentina] se hicieron cargo de la empresa".

Sin duda, ejerci¨® una influencia en la psicolog¨ªa colectiva el hecho de que una empresa espa?ola se hiciese cargo de la l¨ªnea de bandera. Lo que se habr¨ªa aceptado de un pa¨ªs del llamado primer mundo, al que Argentina aspira a incorporarse, resultaba m¨¢s dif¨ªcil de digerir, por tratarse de una empresa espa?ola. El estereotipo establece que los espa?oles en Argentina son como el Manolito de Mafalda: tenderos y un tanto bestias.

A esto se puede a?adir que la llegada de Iberia signific¨® una subida de tarifas y una disminuci¨®n en las prestaciones al viajero. En ocasiones la comida era infame; en vuelos a pa¨ªses vecinos no se repart¨ªan peri¨®dicos y el billete m¨¢s barato a Europa, que antes costaba menos de 1.000 d¨®lares, costaba tras la privatizaci¨®n un m¨ªnimo de 1.300 y 1.500, seg¨²n la temporada.

Pero, la Aerol¨ªneas estatal era una especie de pozo sin fondo. Se cuenta la an¨¦cdota de un comandante que en un vuelo de: cabotaje salud¨® por los altavoces a un pasajero por ser "el ¨²nico que ha pagado el billete". El resto viajaba gratis. Una vendedora de cuadros que quer¨ªa organizar una exposici¨®n en Nueva York acud¨ªa a la jefatura de relaciones p¨²blicas para conseguir el flete gratis. La opini¨®n dominante era que Aerol¨ªneas obten¨ªa, beneficios, lo que era falso. Se manten¨ªa gracias a las subvenciones y a que el Estado asum¨ªa los costes de renovaci¨®n de la flota.El tira y afloja entre Iberia y el Gobierno durante meses, para la valoraci¨®n definitiva de la empresa, signific¨® un desgaste de la imagen de la nueva Aerol¨ªneas ante la opini¨®n p¨²blica. El desembarco de Iberia en Aerol¨ªneas fue muy t¨ªmido, con apenas tres o cuatro ejecutivos. La gesti¨®n caus¨® estragos. Derqui es el tercero que en dos a?os y cuatro meses ocupa la vicepresidencia ejecutiva. De sus dos antecesores, uno, Manuel Esteve, sufri¨® un infarto. Otro alto ejecutivo espa?ol que lleg¨® a Aerol¨ªneas muri¨® de un ataque al coraz¨®n.

Mientras Telef¨®nica desembarcaba con unos 200 empleados en la privatizada Entel, Iberia dejaba a menos de media docena al frente de una empresa con casi 10.000 empleados y llena de problemas. Derqui justifica esta pol¨ªtica: "No pod¨ªamos entrar como un elefante en una cacharrer¨ªa. Adem¨¢s est¨¢bamos en un proceso de negociaci¨®n y no se trataba de convertir esto en una delegaci¨®n de Iberia. Hab¨ªa que actuar con especial sensibilidad, para no herir criterios acendrados en la cultura del pa¨ªs".

Durante meses, Iberia y la nueva Aerol¨ªneas se convirtieron en blanco de los ataques de los medios de comunicaci¨®n. Un incidente menor, sin mayor trascendencia en cualquier l¨ªnea a¨¦rea, se convert¨ªa en titular de primera p¨¢gina. El corresponsal de EL PA?S viaj¨® en noviembre de Lima a Buenos Aires y el Jumbo se retras¨® 15 horas por p¨¦rdida de aceite. Los pasajeros se vieron obligados a pernoctar en Lima. El incidente congreg¨® en Ezeiza, aeropuerto de Buenos Aires, a un mont¨®n de periodistas.

Derqui se?ala que hasta julio del a?o pasado dur¨® la etapa de negociaci¨®n para redondear el proceso de adquisici¨®n. La valoraci¨®n de los activos y pasivos obliga a replantear el reparto del capital. El problema ahora ser¨¢ encontrar accionistas argentinos dispuestos a adquirir una parte del paquete de acciones del Estado. Hasta ahora, las gestiones para involucrar a capitalistas fuertes y solventes han fracasado, pero el equipo directivo est¨¢ convencido de que la empresa es viable y calculan, no sin optimismo, que en 1994 ya ser¨¢ rentable.

Cuando hab¨ªa quedado establecida de forma definitiva la sociedad con el nuevo reparto del capital, en v¨ªsperas de las pasadas navidades, la direcci¨®n de Aerol¨ªneas abri¨® un nuevo frente de batalla al enviar v¨ªa telegramas el despido o retiro voluntario de 775 empleados. Parec¨ªa una provocaci¨®n en plena temporada alta (verano austral). Los paros intermitentes y las amenazas de huelga redujeron la ocupaci¨®n de los aviones.

Los vuelos habituales de la temporada veraniega entre Buenos Aires y el balneario uruguayo de Punta del Este se repart¨ªan tradicionalmente entre Aerol¨ªneas, con un 70% del pasaje, y la uruguaya Pluna, con el 30% restante. La temporada pasada esta relaci¨®n se invirti¨®. Las agencias de viaje desaconsejaban a los pasajeros viajar con Aerol¨ªneas ante la posibilidad de huelgas.

Derqui asegura que los despidos se decidieron tras una valoraci¨®n estricta de cada puesto de trabajo. El personal conoc¨ªa que hab¨ªa despidos previstos y se quiso acabar con la incertidumbre. "Era lo m¨¢s limpio y coherente, se quit¨® la incertidumbre a los que iban a quedarse". Derqui considera que, desde entonces, la empresa ha empezado a funcionar con normalidad. La ocupaci¨®n actual se mueve en tomo al 60%. "Aerol¨ªneas resultar¨¢ rentable cuando los aviones viajen con un 65% de ocupaci¨®n".

No son pocos los que piensan que, si Iberia hubiese sabido la pesadilla en que se convirti¨® el sue?o de plantar pie en Am¨¦rica con la participaci¨®n en Aerol¨ªneas, no habr¨ªa realizado la operaci¨®n. Derqui lo niega: "?Claro que lo har¨ªamos de nuevo!".