Solchaga descarta una bajada de tipos de inter¨¦s mientras se mantenga la inestabilidad monetar¨ªa

JAVIER AYUSO ENVIADO ESPECIAL, El ministro de Econom¨ªa y Hacienda, Carlos Solchaga, realiz¨® ayer una nueva declaraci¨®n oficial en defensa del tipo de cambio de la peseta y descart¨® una reducci¨®n de tipos de inter¨¦s mientras persistan las tensiones sobre la moneda espa?ola. "No vamos a cambiar nuestra pol¨ªtica econ¨®mica ni rebajar los tipos de inter¨¦s por las presiones del mercado", afirm¨® Solchaga. A la misma hora, el presidente del Bundesbank, Helmut Schlesinger advirti¨® a sus socios del Grupo de los Siete sobre los peligros de una -reducci¨®n apresurada de tipos en Alemania y les pidi¨® que no le presionaran en ese sentido.

Carlos Solchaga intent¨® mostrar ayer un panorama econ¨®mico menos pesimista del que recog¨ªa a principios de semana el World Econom¨ªc Outlook del Fondo Monetario Internacional (FMI). El ministro espa?ol se?al¨® que, a pesar de los malos augurios del Fondo y los signos de "enorme preocupaci¨®n", hab¨ªa ciertas razones para la esperanza, derivadas de las acciones tomadas a cabo por Estados Unidos, Jap¨®n y La Comunidad Europea para estimular la econom¨ªa. Volvi¨® a pedir, como lo hiciera Michel Camdessus el martes pasado, una acci¨®n concertada de los pa¨ªses industrializados para salir de la crisis.

En esa l¨ªnea de menor pesimismo, el ministro dijo que no hab¨ªa razones para revisar a la baja las previsiones de crecimiento econ¨®mico para Espa?a, que el Gobierno mantiene en el 1%, frente al 0, 1 % por que apuesta el FMI. A su juicio, "hay indicios para asegurar que la crisis ya ha tocado fondo en el primer trimestre del a?o y es razonable pensar que tendremos alguna recuperaci¨®n a finales de a?o".

Destrucci¨®n de empleo

Por el contrario, Solchaga confirm¨® las malas previsiones actuales sobre empleo. "Es natural que la Encuesta de Poblaci¨®n Activa del primer trimestre confirme una fuerte destrucci¨®n de empleo, como ya han indicado las cifras de paro registrado", explic¨®. "La creaci¨®n de empleo va a ser negativa este a?o, porque todo lo que sea crecer por debajo del 2,5% supone destruir puestos de trabajo y no es previsible que haya creaci¨®n neta de empleo hasta entrado 1994.

El ministro aplaz¨® la respuesta a todas las preguntas que le realizaron los periodistas sobre la peseta o los tipos de inter¨¦s y las agrup¨® en una sola declarac¨ª¨®n institucional ("todo, lo que se diga en estos momentos va a ser utilizado en nuestra contra", explic¨®) en defensa de la moneda espa?ola.

"El Gobierno cree que el tipo de cambio de la peseta es realista respecto a la situaci¨®n de competitiv¨ªdad de nuestra econom¨ªa", afirm¨®, "y ha decidido defender esa paridad contra los especuladores, como lo ha venido haciendo hasta ahora". En tono solemne subray¨®: "A pesar de las presiones que podamos recibir, no vamos a cambiar nuestra pol¨ªtica econ¨®mica, ni a reducir los tipos de inter¨¦s, por m¨¢s que los mercados sepan cosas que nosotros no sabemos".

Solchaga a?adi¨® que la actual especulaci¨®n contra la peseta no tiene justificaci¨®n econ¨®mica alguna seg¨²n los indicadores de Espa?a, sino que est¨¢ basada en la "incertidumbre pol¨ªtica". Afirm¨®, en este sentido, que "desear¨ªa que desaparecieran de la campa?a electoral los reproches a la debilidad de la peseta". A su juicio, el resto de los pa¨ªses de la Comunidad Europea piensan igual que Espa?a y por eso han defendido la paridad de la peseta de forma un¨¢nime en los ¨²ltimos d¨ªas.

Coincidiendo con la conferencia de prensa de Solchaga, el presidente del Bundesbank, Helmut Schlesinger, declaraba al entrar en la reuni¨®n del Grupo de los Siete que "Alemania no ha adoptado una estrategia agresiva de recorte de tipos de inter¨¦s, porque tendr¨ªa consecuencias negativas". Schlesinger advirti¨® a sus socios del G-7 sobre los peligros de un abaratamiento prematuro del precio del dinero y a?adi¨® que el banco central alem¨¢n no aceptar¨¢ presiones en ese sentido.

Por su parte, el secretario nortemaricano del Tesoro, Lloyd Bentsen, mostr¨® su esperanza de que Europa reduzca sus tipos de inter¨¦s de forma coordinada.