V¨ªctor Manuel vuelve a la m¨²sica, cansado de la "ingratitud" del cine

V¨ªctor Manuel regresa a la m¨²sica con un disco de t¨ªtulo nost¨¢lgico: Ad¨®nde ir¨¢n los besos. Saturado de la "profunda ingratitud" del cine y descontento de su disco anterior, vuelve a un mundo m¨¢s tranquilo, que el artista compara a un balneario. Veinticinco a?os despu¨¦s de sus comienzos musicales, V¨ªctor Manuel sigue defendiendo la ideolog¨ªa aplicada al arte y ataca a los tiempos actuales, de jugadores con ventaja.

"Ten¨ªa muchas ganas", afirma V¨ªctor Manuel San Jos¨¦ (Mieres, 1947) cuando se refiere a su regreso a la m¨²sica, tras un largo periodo dedicado a la producci¨®n cinematogr¨¢fica. "El disco anterior me hab¨ªa dejado insatisfecho y el pasado verano me vi como un imb¨¦cil contemplando a los amigos encima de un escenario. Me mord¨ªa las u?as".Ya en 1989, tras haber producido en dos a?os cuatro pel¨ªculas -Divinas palabras, El vuelo de la paloma, Bajarse al moro y El mar y el tiempo-, V¨ªctor Manuel se mostraba desenga?ado y reconoc¨ªa patinazos y equivocaciones. Hoy, a los 45 a?os, intenta recuperar de nuevo ilusiones con Ad¨®nde ir¨¢n los besos, su ¨²ltimo trabajo discogr¨¢fico, compuesto a vuelapluma -"Hice en 40 d¨ªas 27 canciones", dice-, y con un objetivo musical: "Mantener cierta capacidad de sorprender con incursiones en g¨¦neros que no hab¨ªa trabajado".

V¨ªctor Manuel lleva en la m¨²sica desde 1967, cuando canciones como El cobarde, El tren de madera y, ya en 1969, La romer¨ªa, Paxari?os, El abuelo V¨ªtor. "Hay una cierta fidelidad generacional de los a?os duros", afirma, "que se mezcla con cierta complicidad. Esto hace que las fuerzas se agrupen, que tengas un punto de partida asegurado".

Y Victor Manuel recuerda a Raimon; a los cantautores -"La maldici¨®n del cantautor es terrible y la diferencia con otros pa¨ªses es abismal, en Italia nadie tiene que pedir perd¨®n", dice-; en resumen, a la canci¨®n como ideolog¨ªa.

"Lo que se gastan los ayuntamientos en lo superficial es tremendo", dice. "No puede ser que vengan grupos de todo pelaje financiados por dineros p¨²blicos, sobre todo cuando no se destina una peseta a otras actividades".

Y aunque asegura que la ideolog¨ªa "no est¨¢ de moda" y que el deterioro es "brutal", termina con lo ineludible: "Los momentos de crisis, incluso con la posibilidad de que gane la derecaha, son buenos porque hacen claridad y se ve el trabajo riguroso. Lo malo son los tiempos de los jugadores con ventaja".