Javier Vazquez: "Hab¨ªa que morir o triunfar"

La alegr¨ªa y el llanto se juntaron ayer en Javier V¨¢zquez al t¨¦rmino de la faena al sexto toro y muchos minutos despu¨¦s, ya en el hotel: "Estas dos emociones me van a durar muchos d¨ªas, aunque el m¨¢ximo de intensidad de ambas fue en la cara del toro donde no hab¨ªa m¨¢s remedio que morir o triunfar"El madrile?o, que ten¨ªa tambi¨¦n sitio para el humor cuando comentaba que a ver si alguna de las llamadas y visitas que recib¨ªa era de alg¨²n apoderado o empresario, agradec¨ªa al p¨²blico la forma en que se volc¨® con ¨¦l: "Yo ya avis¨¦ de que me jugaba todo a una carta, pero, adem¨¢s no pod¨ªa defraudar a esta gente. Lo mejor de Las Ventas es que cuando ven que alguien hace las cosas con sinceridad y verdad, se entrega. Y esas fueron mis armas para poderle a ese peligroso toro antes de torearlo con gusto y reposo".

Tras afirmar que esas dos tambi¨¦n eran las caracter¨ªsticas de su carrera, que consideraba hab¨ªa ido de menos a m¨¢s, aunque con poca suerte, dec¨ªa que las dos orejas fueron justas: "Procur¨¦ lucirme con capote, banderillas, muleta y espada; por supuesto, con las imperfecciones de quien torea la tercera corrida de su vida. Yo estoy satisfech¨ªsimo pero eso no significa que vaya a dormirme en los laureles. Ma?ana, a entrenar a tope otra vez". Su r¨²brica era un refr¨¢n espa?ol: "Dios aprieta pero no ahoga, aunque yo tambi¨¦n puse de mi parte".

Su madre, Pilar, que tambi¨¦n llor¨® viendo el festejo por televisi¨®n, declar¨® a ¨²ltimas horas de la noche que estaba segura del triunfo de su hijo, "porque Dios me lo hab¨ªa dicho y yo ya en sue?os lo vi salir a hombros con ese vestido blanco". No obstante, a?ad¨ªa que durante la faena pens¨® que con lo que se arrimaba Javier iban a pasar la noche en la cl¨ªnica: "Por fortuna cumpli¨® lo que me dijo al salir de casa: Tranquila, mam¨¢; lo voy a conseguir".