Aznar digiere el ¨¦xito en la derrota

El PP digiere con rapidez el ¨¦xito en la derrota que resume en cuatro palabras sus resultados electorales. Ya lo dijo el candidato a La Moncloa el lunes a sus m¨¢s inmediatos colaboradores en un almuerzo. "Lo hemos hecho bien, pero ha resultado insuficiente". En el Parlamento, no obstante, dispondr¨¢ por primera vez de dos instrumentos eficaces: pactos con el resto de la oposici¨®n y, sobre todo, la moci¨®n de censura. C¨®mo usarlos depender¨¢ del grado de estabilidad que consiga para su Gobierno el l¨ªder socialista, Felipe Gonz¨¢lez."El primer pacto que debe conseguir Gonz¨¢lez es el de su propio partido", se?alan con fruici¨®n los dirigentes de G¨¦nova, 13, sede central del PP, un poco sorprendidos todav¨ªa por la celeridad con que en el campo rival se han reabierto las heridas entre renovadores y guerristas. "Si Gonz¨¢lez y Serra no pactan antes de nada con Alfonso Guerra", remachan, "Ias distancias entre los dos sectores socialistas acabar¨¢n siendo insalvables".

Mientras el PSOE aclara su estrategia de apoyos, el PP ha puesto sobre la mesa su primera oferta a todos los dem¨¢s grupos para reducir a la minor¨ªa la presencia de los socialistas en las mesas del Congreso y el Senado y arrebatarles, si pueden, las dos presidencias. "El Grupo Socialista es minoritario por primera vez desde 1982, y esa realidad debe tener un reflejo adecuado", argumenta

Votos revalorizados

Rodrigo Rato ha comenzado a realizar sondeos en torno a la propuesta, que puede resultar interesante, seg¨²n calculan sus autores, incluso para grupos inclinados a pactar con el Gobierno socialista, como los nacionalistas catalanes y vascos. Con un Grupo Socialista en minor¨ªa en los ¨®rganos de las c¨¢maras parlamentarias, los votos de los componentes menores de cualquier combinaci¨®n de Gobierno resultar¨ªan revalorizados.

La pelota est¨¢ en el tejado del PSOE. A ¨¦l le corresponde conseguir acuerdos que garanticen la estabilidad para los pr¨®ximos cuatro a?os, "si no quiere celebrar la investidura con una moci¨®n de censura en la mochila", advierte Francisco ?lvarez Cascos, secretario general del PP, quien pronostica que Gonz¨¢lez "puede cerrar un ciclo pol¨ªtico que resultar¨ªa curioso: ser el primer pol¨ªtico que present¨® en la etapa democr¨¢tica una moci¨®n de censura y el primero que salga del Gobierno por esa v¨ªa".

Los populares aguardan los movimientos del partido socialista, convencidos de que Gonz¨¢lez no podr¨¢ rizar el rizo durante cuatro a?os m¨¢s y satisfacer al mismo tiempo a los dos sectores que creen identificar entre, sus nueve millones de votantes. "Hay dos tercios de clases pasivas y un tercio de activos, y la contradicci¨®n terminar¨¢ estallando porque los intereses son encontrados", afirman. "Si el PSOE hace una pol¨ªtica de espaldas a los activos, las cosas ir¨¢n a peor. Si hace la pol¨ªtica de ajuste que debe hacer no podr¨¢ seguir subsidiando el voto".

Un segundo factor que esperan favorable es el coste de los pactos. en la nueva situaci¨®n parlamentaria. Mientras el PP romp¨ªa en n¨²mero de votos todos los r¨¦cords electorales del centro derecha, incluida la UCD de Adolfo Su¨¢rez, los partidos de Jordi Pujol y Xabier Arzalluz no han conseguido ni su m¨¢s brillante resultado ni la mejora de posiciones que esperaban, quiz¨¢ porque no han sido percibidos por el electorado c¨®mo n¨ªtida oposici¨®n.

La cosa puede ir a peor porque, como no ha dejado de subrayar desde el 6 de junio ?lvarez Cascos, "el que apoye ahora al Gobierno ser¨¢ responsable de que gobierne, mientras que hasta. ahora simplemente le facilitaba, una posici¨®n de mayor comodidad a un Ejecutivo con mayor¨ªa, absoluta".

Pese a reconocer como irrepetible el salto adelante de m¨¢s de: un 50% cosechado en las urnas, el PP cree que puede seguir creciendo y que lo va a liacer,, "Frente al desgaste de Gonz¨¢lez, que ahora va a ser galopante", se?alan sus dirigentes, "nosotros tenemos que cumplir los compromisos de la campa?a y profundizar en la misma direcci¨®n, porque es la garant¨ªa de que vamos a seguir sumando".

Como condici¨®n necesaria, pero no suficiente, el partido de Aznar va a poner en marcha planes de reorganizaci¨®n y de renovaci¨®n en las poblaciones de menos de 20.000 habitantes, donde el voto al PSOE se ha hecho fuerte. Tambi¨¦n se prepara para "ofrecer m¨¢s" a sus votantes y a quienes todav¨ªa no le han dado su confianza: "El comportamiento de un partido ganador, que extiende su influencia en el Parlamento, en la sociedad y en todos , los centros de poder".

Mediante una pol¨ªtica de pactos los populares esperan conseguir que el Congreso y el Senado "cogobiernen, den mandatos al Ejecutivo y le env¨ªen rectificaciones a su pol¨ªtica". El mayor castigo que puede recibir un Gobierno es la derrota parlamentaria, y el Grupo Popular se dispone "a propiciar el mayor n¨²mero de derrotas posibles, es decir, la aprobaci¨®n del mayor n¨²mero posible de iniciativas propias".

Termina una fase de aislamiento y comienza otra en la que aspiran a atraer hacia una alternativa de gobierno a otras fuerzas. Durante la ¨²ltima legislatura, el Grupo Popular sufri¨® una y otra vez el aislamiento parlamentario, mientras los socialistas consegu¨ªan un colch¨®n de seguridad mediante el llamado bloque constitucional. Pese a todas las cr¨ªticas, Aznar y los suyos respond¨ªan: "No importa. Nuestro reto es crecer". Las urnas les dieron la raz¨®n, pero les obligar¨¢n a cambiar de estrategia.